Patriotismo

El poeta mexicano Jos¨¦ Emilio Pacheco escribi¨® unos versos magn¨ªficos titulados Alta traici¨®n. Declar¨® que no amaba el fulgor abstracto de su patria, pero que estar¨ªa dispuesto a dar la vida por 10 lugares suyos, cierta gente, una ciudad deshecha y varias figuras de su historia. Frente a los nacionalismos agresivos y cegadores, matizaba su amor a una tierra. Siempre es un gusto leer a Jos¨¦ Emilio, pero tambi¨¦n era un lujo poder hablar con ¨¦l. Dec¨ªa que ese poema tan famoso no estaba entre sus preferidos, porque le gustar¨ªa matizar las cosas. Comprend¨ªa yo que al cabo de los a?os resulta l¨®gico identificarse con un sentido de pertenencia que tenga en cuenta alg¨²n tipo de fulgor, quiz¨¢ ese que los dem¨®cratas solemos llamar Constituci¨®n desde 1812.

No son aceptables los desprecios contra el extranjero, ni las verdades esenciales, pero s¨ª valores que ayuden a la convivencia y se unan al respeto de sus personalidades hist¨®ricas. Una sociedad, que ha vencido democr¨¢ticamente los horrores de la dictadura y la violencia de los terroristas, forma parte del orgullo que nos invita a comprometernos con nuestro futuro y nuestro sentido de pertenencia. No es ninguna originalidad decir que las mejores formas de patriotismo se resumen en la voluntad de pagar unos impuestos justos, el civismo pol¨ªtico de cumplir una constituci¨®n y el deseo de ofrecerle al mundo la m¨¢s bella imagen de nuestro pasado y nuestros valores.

Elegir bien entre la Espa?a representada por Gonzalo Queipo de Llano o por Federico Garc¨ªa Lorca es una magn¨ªfica definici¨®n de un patriotismo comprometido con el hoy y el ma?ana. No es lo mismo el crimen organizado que la poes¨ªa como forma de amor a una tierra y a su gente. Lo he repetido muchas veces desde la madrugada del jueves, pero no me canso: los franquistas deber¨ªan olvidarse de las armas, como en su d¨ªa conseguimos que hicieran los terroristas de ETA.