Malditos m¨¦dicos
Al encajar Feij¨®o sin coto todas esas estridencias locales, como las de Isabel D¨ªa Ayuso, las asume como propias
Malditos m¨¦dicos, siniestras enfermeras, deleznables sanitarios madrile?os: ?a este paso arruinar¨¦is el paseo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o a la presidencia! Lo andaba a dos muletas. La personal era su empaquetado como un personaje serio, experimentado, constructivo, pactista, ese caballero espa?ol algo antiguo pero caballero al cabo.
Claro que enseguida su receta de rebaja fiscal general se estrella en el similar delirio de su colega brit¨¢nica Liz Truss. Sus a?os de mando solo le sirven para arrodillarse ante la caverna y abortar el pacto ya delineado sobre el poder judicial. Y su aliento positivo acaba en otra inquisitorial cruzada contra los secesionistas catalanes... por la reforma del tipo delictivo de la sedici¨®n. Un reguero de fiascos. Van trufados de yerros econ¨®micos de bulto, ya por ignorancia, ya por falta de estudio. Y aventan alguna nostalgia hacia Pablo Casado. Este no enga?aba con falsa moderaci¨®n, persegu¨ªa la corrupci¨®n del PP en Madrid y quiso tapiar la sede de sus delitos en la calle de G¨¦nova.
La muleta colectiva, de partido, era un no mojarse en nada conflictivo coloc¨¢ndose por encima de la m¨ºl¨¦e (en apariencia, como primus inter pares) de sus barones; proclamarse ausente o pasivo ante sus excesos, d¨¢ndoles rienda; y endosar todas sus actuaciones, al priorizar cualquier taifa.
El problema de esta anomia es que fermenta desorden. El PP se subraya de pronto como un chapapote tejido por hilillos de desvar¨ªos. Ah¨ª, la presunta podredumbre del castellano Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco por la corrupci¨®n dineraria electoral que le imputa la Audiencia de Salamanca. Ac¨¢, la brutalidad racista/machista de su vice de Vox, un tipo falt¨®n, nada gallardo. All¨¢, la invenci¨®n de otro separatismo, el andaluz, por Juan Manuel Moreno, que atenta a la unidad del mercado interior distorsionando la localizaci¨®n de inversiones catalanas mediante subveciones fiscales artificiosas, da?inas y antiespa?olas.
Ah¨ª remacha el clavo Isabel D¨ªaz Ayuso. Arremete a sus m¨¦dicos en huelga. ?Los h¨¦roes de la pandemia! ?Ha perdido el oremus? Si protestan es porque falta dinero al rebajar ella los impuestos; o porque planifica mal las dotaciones, o porque insulta. No porque sean bolcheviques en marcha contra la guerra de Irak: se lanzan a la calle contra ella. A centenares de miles.
Al encajar Feij¨®o sin coto todas esas estridencias locales, las asume como propias. Si no rectifica ni le salva Pablo Iglesias demoliendo la coalici¨®n que contribuy¨® a forjar (a fe que lo intenta desacreditando a Yolanda D¨ªaz), su transformaci¨®n en un irrelevante Hern¨¢ndez Mancha-bis es cuesti¨®n de tiempo.
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