Batas blancas en pie de guerra

?Por qu¨¦ Espa?a fue uno de los pa¨ªses que se vacun¨® m¨¢s r¨¢pidamente contra la covid-19? Una de las explicaciones que se dieron fue la enorme confianza de los espa?oles en sus m¨¦dicos, y tiene fundamento. Personal sanitario y cient¨ªficos, aunque maltratados en nuestro pa¨ªs, son los dos colectivos que m¨¢s valoran los espa?oles en todas las encuestas. Al mismo tiempo, pese a que el Estado de bienestar espa?ol tiene muchas fallas, su sistema de salud p¨²blica y universal es la joya de la corona.

El desarrollo del sistema auton¨®mico hizo que tanto la educaci¨®n como la sanidad pasaran a manos de las comunidades aut¨®nomas. Aunque al principio era algo confuso, hoy el ciudadano est¨¢ acompasado con ese hecho: los electores saben mayoritariamente que la gesti¨®n de estas competencias es auton¨®mica. Por tanto, echar la culpa al Gobierno nacional de lo malo y apropiarse de lo bueno, eso tan propio de nuestro modelo territorial, en estas dos materias, tiene poco recorrido.

Hasta la fecha, la gesti¨®n de este estallido social no puede estar siendo peor por parte del PP madrile?o. Demonizar al colectivo m¨¢s prestigiado y castigado (m¨¢s a¨²n tras la pandemia), intentar construir un marco polarizado (?todos manipulados!) y echar balones fuera resulta contraproducente. Es m¨¢s, seg¨²n datos de encuesta, este tema es una preocupaci¨®n central para cuatro de cada diez votantes del PP en la Comunidad de Madrid.

Sin duda, la situaci¨®n de la sanidad madrile?a obedece a m¨²ltiples causas. La apuesta por lo privado del Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso y la escasez de medios es el magma, pero la p¨¦sima gesti¨®n es el detonante. Las dimisiones en cascada de sus responsables dentro del Gobierno dan una idea de que a veces la torpeza y la falta de mano izquierda son m¨¢s lesivas que la conspiraci¨®n m¨¢s astuta. Retar a los sanitarios, un colectivo bien organizado y con una enorme capilaridad en el territorio, no puede ser m¨¢s osado. Ya se vio con las mareas blancas.

?Qu¨¦ impacto pol¨ªtico puede tener esta manifestaci¨®n tan masiva? Es verdad que un tema social en la agenda suele beneficiar m¨¢s a la izquierda, la cual es vista como m¨¢s competente al gestionarlo, seg¨²n las encuestas. Ahora bien, quiz¨¢ lo m¨¢s relevante sea c¨®mo esto mueve el marco de la competici¨®n.

Cada vez hay m¨¢s polarizaci¨®n entre izquierda y derecha en Espa?a (no en otros sitios) sobre qu¨¦ hacer con los impuestos. Mientras que la izquierda reivindica m¨¢s subidas, el Partido Popular (y m¨¢s el de Madrid) insiste en las rebajas. Sin embargo, esta divisi¨®n se rompe de manera transversal (lo que se llama en la jerga un valence issue) cuando se habla de servicios p¨²blicos: todo el mundo los quiere mejores. As¨ª, el debate sobre la sanidad activa un marco que causa un desgaste general a quien gobierna.

Isabel D¨ªaz Ayuso hace parte de su carrera mirando al ¨¢mbito nacional, pero su supervivencia depende del votante madrile?o. Supo aprovecharlo bien siendo el pararrayos del descontento con Pedro S¨¢nchez en 2021. Sin embargo, aqu¨ª no tiene escapatoria al espejo de su gesti¨®n. Har¨ªa bien en mirar el ejemplo de lo que pas¨® con la sanidad en Andaluc¨ªa, donde este conflicto, enquistado, acab¨® por facilitar la salida de los socialistas del poder. Que se cuide mucho de las batas en pie de guerra.