Pablo Iglesias reniega de Yolanda D¨ªaz
Los lectores opinan sobre la tensi¨®n entre el exl¨ªder de Podemos y la ministra de Trabajo, el cambio clim¨¢tico, la estigmatizaci¨®n de la generaci¨®n ¡°de cristal¡±, y la telemedicina que receta Isabel D¨ªaz Ayuso
Pablo Iglesias le recordaba a Yolanda D¨ªaz que lo que ha conseguido en su vida pol¨ªtica se lo debe a Unidas Podemos. Obviamente, la ministra de Trabajo, cuyo mayor logro pol¨ªtico ha sido poner de acuerdo a sindicatos y patronal para sacar adelante la reforma laboral, ha respondido inmediatamente a las provocaciones de Iglesias, afirmando que ella no le debe nada a nadie. La crisis interna en UP, que se materializ¨® con la salida de varios de sus dirigentes fundadores, deja a Iglesias en una situaci¨®n muy delicada. Retirado supuestamente de la pol¨ªtica, sigue arengando desde los medios contra todo aquel que trate de hacerle sombra. Pide respeto a todos aquellos que libremente han decidido iniciar otro proyecto pol¨ªtico. La divisi¨®n de la izquierda ya les pas¨® factura en las pasadas elecciones andaluzas. La imagen amable de D¨ªaz, con un discurso m¨¢s conciliador y con una forma de hacer pol¨ªtica alejada del ruido y del enfrentamiento, ha hecho que se sit¨²e como la l¨ªder mejor valorada en nuestro pa¨ªs por delante de Pedro S¨¢nchez o alberto N¨²?ez Feij¨®o.
Patricio Simo Gisbert. Valencia
Los otros meteoritos
La evoluci¨®n ha dotado a la especie humana de una sorprendente capacidad para burlar el orden natural. Donde otras especies fracasan en su intento de adaptaci¨®n, la nuestra es capaz de sobrevivir, gracias a los cambios que introducimos; y lo hacemos con tanto ¨¦xito, que hemos triplicado en menos de 70 a?os la poblaci¨®n mundial. Nos atrevemos incluso a desafiar las amenazas que nos llegan del espacio, desviando potenciales meteoritos que pudieran impactar sobre nuestro planeta. Pero todo esto quedar¨¢ en nada si no logramos controlar nuestra propia naturaleza. Si no ponemos fin a nuestra incesante actividad destructiva sobre el medio ambiente, acabaremos creando otros meteoritos m¨¢s virtuales pero igual de peligrosos para nuestra especie. Y esta vez, de nada servir¨¢ la ayuda de La Nasa.
Pedro Vicente Navarro Tasa. Valencia
El mal de los j¨®venes
Se habla de la generaci¨®n Z como la ¡°generaci¨®n de cristal¡± mientras se les deja caer el peso de un mundo en ruinas. De que cada generaci¨®n ha tenido que superar sus propias dificultades no cabe duda, la ¨²nica diferencia es que las de las generaciones m¨¢s recientes son las ¨²nicas a las que se ha ridiculizado.
De nada sirve que pidan atenci¨®n psicol¨®gica o acceso a una vivienda digna porque nadie les toma en serio, nadie les escucha. Este es precisamente el mal al que deben enfrentarse cada d¨ªa.
Vanesa Pelaz Tor¨ªo. Micieces de Ojeda (Palencia)
Videoconsultas
Claro que las nuevas tecnolog¨ªas pueden ayudar a la atenci¨®n sanitaria. Se ha demostrado durante la pandemia de manera clara. Lo que parece una barbaridad, es lo que Isabel D¨ªaz Ayuso y su consejero de Sanidad pretenden para ocultar su nefasta gesti¨®n: sustituir la atenci¨®n presencial por una videoconsulta. La atenci¨®n presencial en la pr¨¢ctica m¨¦dica es insustituible en la mayor¨ªa de los casos. La videoconsulta puede ayudar e implementar la atenci¨®n, nunca ser un sustituto. Atenci¨®n presencial y con el tiempo adecuado para cada visita, es lo que hace que la asistencia sea de calidad y que tanto el paciente, como el profesional est¨¦n satisfechos.
Alejandro Fern¨¢ndez. Majadahonda (Madrid)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.