Chabolismo
La deplorable situaci¨®n de algunos asentamientos en Espa?a alarma al Consejo de Europa y exige la intervenci¨®n inmediata del Gobierno
En el plazo de tres semanas, el 15 de diciembre, el Gobierno espa?ol est¨¢ emplazado a informar al Consejo de Europa sobre las medidas adoptadas para remediar la situaci¨®n inconcebible de en torno a 4.500 personas, 1.800 de ellas menores de edad, que habitan infraviviendas situadas en la Ca?ada Real Galiana, en Madrid, con la luz cortada desde hace dos a?os. Este poblado volvi¨® a ser noticia cuando resisti¨® sin nada (tambi¨¦n sin luz) a la borrasca Filomena de enero de 2021, y sin que la responsabilidad compartida por la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos afectados haya sido capaz de desbloquear la situaci¨®n.
Aunque el Comit¨¦ de Derechos Sociales del Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, carece de mecanismos para obligar a los gobiernos, activa sus peticiones de medidas inmediatas cuando entiende que la situaci¨®n puede derivar en ¡°da?os irreparables para las personas afectadas¡±. En caso de no restablecer el suministro el¨¦ctrico, el Gobierno deber¨¢ asignar un alojamiento alternativo a las familias. Es indigerible la supervivencia del chabolismo en un pa¨ªs que no baja del decimocuarto lugar en el ranking de pa¨ªses con mayor PIB del mundo. La pandemia del chabolismo creci¨® durante el franquismo y buena parte de la democracia, y su progresiva desaparici¨®n ha sido una larga batalla de m¨¢s de medio siglo. Pero no ha terminado a¨²n, y debe hacerlo. Los datos e informes que han decantado la decisi¨®n del Comit¨¦ proceden de varios organismos internacionales y entidades sociales, entre ellos Comisiones Obreras, que exigen el cumplimiento por parte de Espa?a de los acuerdos sobre derechos econ¨®micos y sociales incluidos en la Carta Social Europea Revisada (y que Espa?a ratific¨® en mayo de 2021). La llegada del invierno crudo hace un poco m¨¢s evidente la urgencia de encontrar soluciones a una situaci¨®n bochornosa.
La tramitaci¨®n actual de la ley de vivienda ofrece otro flanco para desbloquear la emergencia de miles de familias ¡ªsin luz, sin saneamientos urbanos, sin pavimentaci¨®n, muchas veces sin agua corriente¡ª en situaci¨®n parecida en otros lugares de la geograf¨ªa espa?ola. Aunque los planes estatales de vivienda ya incluyen dotaciones econ¨®micas que articulan las distintas administraciones para la erradicaci¨®n de las infraviviendas, la acci¨®n p¨²blica es todav¨ªa muy insuficiente. El repunte en los ¨²ltimos a?os de este tipo de asentamientos es una raz¨®n m¨¢s para reforzar esa pol¨ªtica de Estado de una democracia desarrollada a la altura de 2022. Las v¨ªctimas m¨¢s graves de la continuidad de la infravivienda son los ni?os. La infancia est¨¢ dotada de una resiliencia excepcional en situaciones excepcionales, pero las condiciones de vida del chabolismo reducen de forma dr¨¢stica y hasta destrozan cualquier posible futuro alternativo. Una poderosa democracia econ¨®mica como la espa?ola ¡ªadiestrada ya en recortes de energ¨ªa y ahorros de todo tipo¡ª ni puede ni debe permitir que un segmento tan alto de sus hijos carezca de la m¨ªnima posibilidad social, educativa y estructural de escapar de la radical precariedad.
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