Diecis¨¦is kil¨®metros
La pervivencia del chabolismo en Espa?a es una verg¨¹enza nacional. Una campa?a de la Fundaci¨®n Secretariado Gitano recuerda que contamos con los recursos econ¨®micos y legales para erradicarlo
Durante los ¨²ltimos meses, el Ayuntamiento de Madrid ha estado remodelando varias manzanas del barrio de Justicia, uno de los rincones m¨¢s exclusivos de la capital. La zona es un hermoso pedazo de ciudad tomado por los inversores extranjeros, donde los caf¨¦s cuestan seis euros y los gimnasios abren 24/7. Entre fachadas parisinas, farolas vintage y una calzada adoquinada, uno se siente transportado al siglo XVIII.
A 16 kil¨®metros de all¨ª, al Sur del Ensanche de Vallecas, tambi¨¦n es posible encontrar un entorno dieciochesco, esta vez por la falta de agua y luz. En los sectores 5 y 6 de la Ca?ada Real Galiana viven m¨¢s de 4.000 personas, distribuidas en unas 1.600 infraviviendas. Este lugar salt¨® brevemente a los informativos en enero de 2021, cuando su poblaci¨®n hizo frente al temporal Filomena en plena operaci¨®n de castigo energ¨¦tico por parte de las compa?¨ªas el¨¦ctricas y las autoridades madrile?as. El pasado 2 de octubre se cumpli¨® el segundo a?o completo en el que esta poblaci¨®n olvidada de Dios y los alcaldes ha vivido sin luz.
Esos 16 kil¨®metros establecen la distancia entre dos mundos. En uno, la ley est¨¢ al servicio de los vecinos. En otro, cerca de 2.000 ni?os y ni?as crecen entre ratas, cubos de agua y camping-gas.
Madrid no es una excepci¨®n. Miles de seres humanos, distribuidos por todo el territorio espa?ol, permanecen hoy atrapados en asentamientos de chabolas. Alrededor de 11.000 de ellos pertenecen a la comunidad gitana y el resto est¨¢ formado por familias nacionales y migrantes de bajos ingresos, o temporeros que trabajan en los campos de Almer¨ªa y otras provincias. El chabolismo niega a las personas las condiciones m¨¢s elementales de una vida digna, como el acceso al agua, el saneamiento o la energ¨ªa. Muchos de los asentamientos se encuentran en las inmediaciones de industrias contaminantes, canales fluviales o basureros, lo que tiene consecuencias directas para la integridad y la salud de sus habitantes. Para los ni?os, la experiencia puede tener consecuencias definitivas en su integraci¨®n, desarrollo y capacidad de aprendizaje. Y traten ustedes de encontrar un empleo poniendo una chabola como direcci¨®n de referencia.
Traten ustedes de encontrar un empleo poniendo una chabola como direcci¨®n de referencia
Esta informaci¨®n forma parte de la campa?a chabolista.es, puesta en marcha por la Fundaci¨®n Secretariado Gitano hace unos d¨ªas. En un portal con mensajes como ¡°La casa que hab¨ªais imaginado, a 15 minutos del centro¡±, sus creadores llaman la atenci¨®n sobre una realidad que deber¨ªa avergonzarnos como sociedad.
Pero el mensaje m¨¢s importante de la Fundaci¨®n es que esta situaci¨®n no es en absoluto inevitable. Como se?alan en el manifiesto que sustenta la campa?a, contamos con los recursos financieros, institucionales y legales para erradicar esta verg¨¹enza nacional. La administraci¨®n central, como las locales, deben hacer uso de las normas y recursos a su disposici¨®n, desde la Estrategia Nacional de Inclusi¨®n, Igualdad y Participaci¨®n del Pueblo Gitano hasta los fondos comunitarios de reconstrucci¨®n. El propio Parlamento Europeo denunciaba esta situaci¨®n hace pocas semanas, en una resoluci¨®n sobre la situaci¨®n de la poblaci¨®n roman¨ª que vive en asentamientos en la Uni¨®n, que insta a los gobiernos nacionales y a la Comisi¨®n a actuar de manera decidida contra las ¡°condiciones catastr¨®ficas¡± en las que deben vivir estas poblaciones. Y el anteproyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda ofrece una oportunidad espl¨¦ndida para demostrar hasta d¨®nde est¨¢ dispuesta a llegar la mayor¨ªa parlamentaria que sostiene al Gobierno.
No son invisibles, aunque lo parezcan. La pr¨®xima vez que atisben desde su coche una de esas barriadas que se extienden junto a la carretera, recuerden nuestros 16 kil¨®metros de la verg¨¹enza.
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