Belicismo norcoreano

Situado este a?o en un segundo plano de la atenci¨®n mundial, principalmente debido a la guerra de Rusia contra Ucrania, el r¨¦gimen norcoreano ha acelerado su carrera armament¨ªstica con capacidad de desestabilizaci¨®n global hasta un punto in¨¦dito en la historia de la dictadura hereditaria de los Kim. Se trata de un alarmante desarrollo tecnol¨®gico acompa?ado de una actitud de desaf¨ªo permanente a las democracias vecinas ¡ªy principalmente a Estados Unidos¡ª respaldado siempre por su capacidad b¨¦lica nuclear alcanzada en 2006.

Solo en 2022 Kim Jong-un ha efectuado m¨¢s lanzamientos de prueba de misiles de medio, largo alcance y bal¨ªsticos que durante las d¨¦cadas en que gobernaron su padre, Kim Jong-il, y su abuelo, Kim Il-sung. En total, y hasta el momento, 70 lanzamientos, algunos de los cuales ten¨ªan capacidad te¨®rica de alcanzar el territorio de Estados Unidos y en la pr¨¢ctica han violado los espacios a¨¦reos de Corea del Sur y Jap¨®n obligando a Tokio a activar en algunas regiones las alarmas de aviso a la poblaci¨®n sobre un inminente bombardeo. Y no es la primera vez, sucedi¨® ya en 2017 en un hecho sin precedentes desde la II Guerra Mundial.

El belicismo y la amenaza directa a sus vecinos es una se?a de identidad de Pyongyang desde la partici¨®n de la pen¨ªnsula de Corea en agosto de 1945 despu¨¦s de 35 a?os de ocupaci¨®n japonesa. Fue Corea del Norte la que invadi¨® a su vecino del sur en junio de 1950 dando lugar a uno de los episodios m¨¢s graves de la Guerra Fr¨ªa, que se prolong¨® durante tres a?os. Es preciso resaltar que, ya en el siglo XXI, la guerra de entonces no ha terminado t¨¦cnicamente y permanece en situaci¨®n de alto el fuego, que la l¨ªnea de demarcaci¨®n entre el Norte y el Sur ¡ªel c¨¦lebre paralelo 38¡ª es la m¨¢s militarizada del mundo y que durante d¨¦cadas la dictadura de Pyongyang ha secuestrado a ciudadanos del Sur en el pa¨ªs surcoreano, una de las democracias m¨¢s avanzadas del mundo, de cuyo destino no ha vuelto a saberse.

A pesar de una situaci¨®n econ¨®mica ruinosa y de recurrir a uno de los sistemas m¨¢s represivos del planeta para eliminar f¨ªsicamente cualquier signo de disidencia o simple descontento de su poblaci¨®n, el r¨¦gimen norcoreano considera que su capacidad nuclear lo inmuniza ante cualquier presi¨®n internacional. Por ello se niega rotundamente a establecer ning¨²n tipo de negociaci¨®n que permita controlar la proliferaci¨®n nuclear en su territorio y avanza sistem¨¢tica y eficazmente en el desarrollo de tecnolog¨ªas que le permitan colocar una ojiva en cualquier lugar del planeta. Se trata de una situaci¨®n muy complicada de abordar a la que la comunidad internacional debe prestar especial atenci¨®n y recursos y explorar v¨ªas eficaces para, al menos, encauzar unas circunstancias que, alejadas de los titulares, est¨¢n cada vez m¨¢s fuera de control.