Deforestaci¨®n suicida

La Uni¨®n Europea acaba de llegar a un acuerdo hist¨®rico para luchar contra la deforestaci¨®n mediante una regulaci¨®n pionera. Al menos siete productos, que est¨¢n en la base de buena parte de las hect¨¢reas deforestadas en el mundo, solo podr¨¢n ser vendidos en el mercado europeo si no han contribuido a la degradaci¨®n forestal en ning¨²n lugar y merecen por tanto la nueva etiqueta denominada ¡°diligencia debida¡±. Se trata del aceite de palma, el cacao, el caf¨¦, el caucho, el ganado, la madera y la soja, as¨ª como sus derivados, entre otros, carne de vacuno, productos de cuero o de papel impreso, muebles, cosm¨¦ticos o chocolate.

Las empresas que comercialicen estos productos deber¨¢n acreditar ante la UE los lugares en los que se han producido sin que sus tierras hayan sufrido ninguna forma de deforestaci¨®n desde el 31 de diciembre de 2020. Queda en manos de los Estados el r¨¦gimen de sanciones a aplicar a las que incumplan esta obligaci¨®n, debiendo ser estas proporcionales y disuasorias, de forma que no resulte rentable pagar las correspondientes multas y continuar comercializando productos que causan la deforestaci¨®n. El impacto de la medida puede ser alto porque el mercado europeo ejerce una notable influencia sobre el conjunto de productores mundiales. Al mismo tiempo, queda abierta la puerta a incorporar, como ped¨ªa la Alianza Cero Deforestaci¨®n ¡ªque agrupa a las organizaciones Greenpeace, WWF, Seo/BirdLife, Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acci¨®n, Coordinadora Estatal de Comercio Justo, CECU y Mighty Earth¡ª nuevas ¨¢reas boscosas, de forma que podr¨ªa ampliarse su impacto.

La noticia de este acuerdo llega en un momento de especial relevancia, cuando el martes comenz¨® en Montreal bajo presidencia de China la COP15, la conferencia sobre diversidad biol¨®gica de la ONU, basada en el convenio internacional aprobado en 1992 por casi 200 pa¨ªses, entre los que no est¨¢ Estados Unidos, aunque s¨ª participa en la cumbre. El objetivo es alcanzar un compromiso de los Estados para frenar la p¨¦rdida de la biodiversidad con un acuerdo que establezca metas para esta d¨¦cada. Los datos m¨¢s fiables indican una situaci¨®n de emergencia: en torno a un mill¨®n de especies vegetales y animales conocidas (de un total de ocho millones) se enfrenta a una desaparici¨®n total en el futuro pr¨®ximo.

La p¨¦rdida de biodiversidad, por factores como los cambios de los usos de la tierra, la sobreexplotaci¨®n de los recursos, el propio cambio clim¨¢tico, la proliferaci¨®n de especies invasoras o la contaminaci¨®n, entre otros, no ha recibido la misma atenci¨®n que la crisis clim¨¢tica, aunque sean caras de un mismo problema. Hace bien la UE en adelantarse y convertirse en pionera, siempre y cuando garantice que tanto las sanciones previstas como la vigilancia en el cumplimiento de las medidas no acaben engrosando el ingente archivo de buenos deseos incumplidos.