Claves de la cumbre de Montreal: los pa¨ªses buscan un acuerdo para frenar la crisis sin precedentes de la biodiversidad

La ciudad canadiense de Montreal acoge desde este martes y hasta el 19 de diciembre la Conferencia sobre Diversidad Biol¨®gica de la ONU, conocida por las siglas COP15. Muchas negociaciones medioambientales internacionales suelen quedar eclipsadas por las cumbres sobre cambio clim¨¢tico. Pero cogida de la mano de la emergencia generada por el calentamiento global hay otra importante crisis: la acuciante p¨¦rdida de biodiversidad. Un solo dato ayuda a comprender la magnitud del problema: un mill¨®n de las alrededor de ocho millones de especies vegetales y animales conocidas del planeta est¨¢n en peligro de extinci¨®n y se enfrentan a su desaparici¨®n completa en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Tras esta situaci¨®n sin precedentes en la historia de la humanidad hay una mezcla de factores que tienen un mismo responsable, el hombre. Los cambios de los usos de la tierra, la sobreexplotaci¨®n de los recursos, el propio cambio clim¨¢tico, las especies invasoras y la contaminaci¨®n est¨¢n detr¨¢s de este declive de la biodiversidad.

Lo que se buscar¨¢ durante las dos pr¨®ximas semanas en la cumbre de Montreal, que tendr¨¢ un perfil m¨¢s t¨¦cnico que las de citas sobre cambio clim¨¢tico, es intentar frenar la p¨¦rdida de la biodiversidad con un acuerdo que establezca metas para esta d¨¦cada. ¡°Las organizaciones ecologistas queremos que el pacto que salga de la COP15 sea el Acuerdo de Par¨ªs para la biodiversidad¡±, resume Luis Su¨¢rez, de WWF. Para ello, explica, es necesario que lo que se acuerde en Montreal permita ¡°revertir la curva de p¨¦rdida de biodiversidad¡± actual. De momento, los conservacionistas lamentan que la cita tenga ¡°un perfil muy t¨¦cnico y que no se haya avanzado en el nivel pol¨ªtico¡± y est¨¢n preocupados por el papel que pueda desempe?ar la presidencia de esta cumbre, que est¨¢ en manos de China.

La cita se ha pospuesto en varias ocasiones debido primero a la pandemia y luego a las duras medidas de control de la covid impuestas por China. Finalmente, esta cumbre, que se deber¨ªa haber celebrado en la ciudad china de Kunming en primavera, se realiza en Montreal ahora. Aunque China sigue conservando la presidencia de la COP y, por lo tanto, debe conducir las negociaciones que lleven a sellar un pacto en el que, entre otras cosas, se persigue que los pa¨ªses firmantes se comprometan a proteger el 30% de la superficie terrestre y marina para 2030. ¡°A pesar de la importancia de esta cumbre internacional, sigue siendo relativamente desconocida por la sociedad, lo que supone un riesgo grave de perder la oportunidad de que se alcancen los acuerdos necesarios¡±, advierte por su parte Greenpeace. Estas son las claves de la cumbre y del pacto que se intenta cerrar en Montreal.

?Qu¨¦ es el Convenio sobre la Diversidad Biol¨®gica?

El Convenio sobre la Diversidad Biol¨®gica (CDB) de las Naciones Unidas data de 1992. Ha sido ratificado por 195 pa¨ªses, pr¨¢cticamente todos los que forman parte de la ONU salvo Estados Unidos, que se niega a adherirse a este tipo de tratados internacionales. El convenio tiene como objetivos generales la conservaci¨®n de la biodiversidad y el uso sostenible y equitativo de los recursos. Para su desarrollo se celebran las COP, de las que han salido varios pactos sectoriales y metas generales. En la d¨¦cima COP, celebrada en 2010 en la ciudad japonesa de Nagoya, se acordaron las llamadas Metas de Aichi para la Diversidad Biol¨®gica y el plan estrat¨¦gico para el periodo comprendido entre 2011 y 2020.

?Se han cumplido las metas de 2020?

No. Se fijaron 20 objetivos y ninguno se ha cumplido completamente, seg¨²n advert¨ªa la ¨²ltima gran revisi¨®n realizada bajo el auspicio de la convenci¨®n. Solo seis de las dos decenas de objetivos de Aichi se puede considerar que se han cumplido parcialmente. El bajo nivel de cumplimiento no significa que no se hayan dado algunos avances, como, por ejemplo, la reducci¨®n del ritmo de deforestaci¨®n o el aumento de la superficie de ¨¢reas protegidas, que en los ¨²ltimos 20 a?os pasaron de un 10% a un 15% en las zonas terrestres y de un 3% a un 7% en las marinas, aunque sin llegar a cumplir con los objetivos de Aichi.

En el caso de la recuperaci¨®n de las tierras degradadas, tampoco se ha logrado el objetivo. La meta para 2020 era haber conseguido restaurar al menos el 15% de estas zonas del planeta para as¨ª contribuir tambi¨¦n a la lucha contra el cambio clim¨¢tico y la desertizaci¨®n. Pero pocos avances en ese sentido se han conseguido, admit¨ªa el estudio de la convenci¨®n. Adem¨¢s, no se ha conseguido acabar con la extinci¨®n de especies, como se reclamaba en Aichi, aunque los planes que se han puesto en marcha han tenido impactos positivos. ¡°Es probable que sin las medidas de conservaci¨®n adoptadas en el ¨²ltimo decenio el n¨²mero de extinciones de aves y mam¨ªferos hubiera sido por lo menos entre dos y cuatro veces mayor¡±, apuntaba el an¨¢lisis de la convenci¨®n. Pero el documento incid¨ªa en que se necesita un cambio dr¨¢stico para poder salvar a ese cerca de mill¨®n de especies amenazadas.

?Qu¨¦ se busca ahora?

Lo que se persigue ahora es impulsar ese cambio de rumbo radical. En el borrador de acuerdo con el que se llega a Montreal se establecen 22 metas para esta d¨¦cada. Aunque pr¨¢cticamente todos los puntos est¨¢n en discusi¨®n y se debe esperar al final de la cumbre, ya se perfilan algunos de los objetivos que se intentan impulsar. Por ejemplo, se apunta a que el 30% de los ecosistemas del planeta deber¨ªan estar protegidos para 2030. O la fijaci¨®n de un nuevo objetivo de restauraci¨®n de ¨¢reas degradadas ¡ªen el borrador se apunta a al menos el 20% o el 30% de las zonas de este tipo del planeta para finales de esta d¨¦cada¡ª.

Adem¨¢s, el texto aboga por reducir a la mitad la tasa de introducci¨®n y establecimiento de especies ex¨®ticas y su erradicaci¨®n, y se abre la puerta a la limitaci¨®n del uso de pesticidas y de sustancias qu¨ªmicas t¨®xicas en la agricultura. Tambi¨¦n se espera que se abogue por la reducci¨®n del desperdicio de alimentos y el sobreconsumo. En el borrador, adem¨¢s, una de las metas se dedica espec¨ªficamente a las ayudas e incentivos p¨²blicos que se consideran perjudiciales para la naturaleza, con lo que se prev¨¦ que se incluya alg¨²n llamamiento a la reducci¨®n o eliminaci¨®n de subvenciones como las vinculadas a los combustibles f¨®siles.

Para desarrollar estas metas e intentar garantizar su cumplimiento, el pacto aboga por la f¨®rmula de las estrategias nacionales de biodiversidad y planes de acci¨®n, que todos los firmantes del pacto deber¨ªan presentar con objetivos concretos. Las Metas de Aichi ya contemplaban la elaboraci¨®n de planes nacionales de este tipo pero Su¨¢rez, de WWF, sostiene que en esta ¨²ltima d¨¦cada han fallado los mecanismos para medir los progresos reales de los pa¨ªses, ya que no ha existido un buen sistema de reporte de las promesas nacionales.

Financiaci¨®n

Uno de los puntos que pueden resultar m¨¢s complicados es el de la financiaci¨®n que desde los pa¨ªses desarrollados se deber¨ªa movilizar para proteger la biodiversidad y revertir los procesos de degradaci¨®n, como la deforestaci¨®n. En muchos de los casos, esas zonas a proteger y a restaurar est¨¢n precisamente en las naciones menos ricas pero que son todav¨ªa reservas de la biodiversidad planetaria.

De aqu¨ª a 2030, se estima que anualmente se necesitar¨ªan invertir 700.000 millones de d¨®lares m¨¢s de lo que se hace en estos momentos si se quieren proteger efectivamente la biodiversidad mundial. Y con el acuerdo que salga de Montreal se pretende ¡°involucrar a los sectores p¨²blico, privado y filantr¨®pico para cerrar para 2030 la biodiversidad la brecha de financiaci¨®n¡±, explica la convenci¨®n. En el borrador del pacto con el que se llega a esta COP15 se menciona la creaci¨®n de alg¨²n fondo para la biodiversidad y de varios tipos de mecanismos, aunque las opciones son tantas que es dif¨ªcil adelantar qu¨¦ compromiso saldr¨¢ finalmente adelante.

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