Hombres a las tres de la ma?ana
Qu¨¦ m¨¢s da si eres artista, aspirante a duquesa o una oficinista m¨¢s. Aqu¨ª no hay costes ni peajes ni precio a pagar. Nada vale para legitimar que merodeen y te acosen en tu calle. No es lo que hay

Supongo que son unos privilegiados quienes no han sentido un escalofr¨ªo por su espalda escuchando a la artista Aitana decir: ¡°Est¨¢ empezando a venir mucha gente a mi casa, hombres, a las tres, a las cuatro de la ma?ana¡ Yo estoy sola y lo paso muy mal. Tengo mucho miedo¡±. Que los tuiteros convencidos en legitimar el acoso a una mujer a estas alturas de la partida aludiendo a que la cantante deber¨ªa saber ¡±de qu¨¦ va este negocio¡±, qu¨¦ implica ser un personaje p¨²blico¡± o que ¡±los mecanismos de la fama tienen un coste¡± son los que seguramente ignoran qu¨¦ pasa cuando te merodean se?ores a altas horas de la noche.
Aitana: ¡°Os lo digo con la mano en el coraz¨®n, para ver si me pod¨¦is ayudar, que no me grab¨¦is en casa. Porque est¨¢ empezando a venir mucha gente, hombres, a las 3.00, 4.00 de la ma?ana¡ Yo estoy sola y lo paso muy mal. Tengo mucho miedo¡± https://t.co/w6ikTyvNwY pic.twitter.com/qbQtMdqToN
— EL PA?S (@el_pais) December 15, 2022
Deseo sinceramente a los que tuitean que ¡±es una falta de respeto¡± que una mujer verbalice terrores, y a la reportera que se atrevi¨® a exigirle a la artista catalana que para que no ser perseguida tendr¨¢ que ¡°confirmar o desmentir¡±, que nunca se hayan visto escabull¨¦ndose de siseos de madrugada. O sintiendo pasos que retumban en su nuca, agarrados a unas llaves sobresaliendo in¨²tilmente de los nudillos con tanta fuerza como para cortar el torrente sangu¨ªneo.
A los t¨ªos que est¨¢is diciendo hoy que si aitana no quiere que vayan a acosarla a su casa a las tres de la ma?ana que no se haga famosa os estamos leyendo todas bastante atentas.
— Vuestra vecina y amiga Sara Riveiro (@SaraRiveiro) December 15, 2022
Deduzco que quienes llaman quejica y victimista desde Twitter a Meghan Markle por rememorar en su docuserie de Netflix c¨®mo en 2016 los paparazzi brit¨¢nicos la vigilaban 24/7 en su calle de Toronto son de los que se agarran a lo de que si los contribuyentes pagan, vale todo. Que como la familia real brit¨¢nica se sostiene con los impuestos de los ciudadanos, sus integrantes o aspirantes a formar parte siempre tendr¨¢n que mostrarse sumisos y obedientes a los flashes. Solo faltar¨ªa. ¡°Me vigilaban a todas horas, esperando a que hiciera algo. Llamaron a mis vecinos para dar conmigo y les pagaron para poner c¨¢maras directas desde su casa enfocando a mi patio. Me aislaron y me obligaron a vivir con las cortinas cerradas de casa¡±, recuerda Markle en el segundo episodio de la producci¨®n. Pero en Twitter todav¨ªa hay quien les recrimina a ella y a su marido que denunciarlo ante todos es de ser ¡°narcisistas, traidores y desagradecidos¡±.
Remember when Caroline Flack tragically killed herself and everyone (incl the tabloids) said we need to be kind. Now we see Meghan Markle called liar, narcissistic, mad, vindictive, toxic. Women in the public eye are vilified by blatant everyday misogyny.
— Dr Charlotte Proudman (@DrProudman) December 16, 2022
En un momento clave de Enrique y Meghan, uno de los m¨¢s interesantes de todo el metraje, Tim Burt, directivo de la firma de asesor¨ªa y relaciones p¨²blicas Teneo, explica la tenebrosa din¨¢mica de relaciones p¨²blicas entre la prensa y la corona brit¨¢nica que se ha tejido a trav¨¦s de la Royal Rota. Desde hace 40 a?os, existe un acuerdo verbal en el que seis cabeceras (The Times, Daily Mail, Daily Mirror, London Evening Standard y The Telegraph) tienen permiso para informar sobre la familia real gracias a un sistema de acreditaci¨®n exclusiva. Y por muy agresivos que sean los art¨ªculos que se escriben desde los tabloides, esos medios seguir¨¢n conservando el derecho y el privilegio a seguir informando en todo momento. Aunque buena parte de esa producci¨®n est¨¦ alimentada por noticias falsas, supremacistas o mis¨®ginas. Un sesgo que explot¨® con virulencia durante el denominado Megxit, cuando los duques de Sussex anunciaron su voluntad de independizarse y marcharse. ¡°Todo gira en torno al control. La prensa dice: ¡®Esta familia es nuestra y la podemos explotar. Su trauma es nuestra historia y nosotros lo controlamos¡¯¡±, recapacita Enrique sobre esa perversa relaci¨®n a lo freak show que se ha establecido entre los denominados ¡°corresponsales reales¡± y los royals.
Porque qu¨¦ m¨¢s dar¨¢ si eres aspirante a duquesa, artista internacional o una oficinista m¨¢s. Aqu¨ª no hay costes ni peajes ni precio a pagar. Nada vale para normalizar que los hombres merodeen en tu calle a las tres de la noche. No es lo que hay.
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