No es por capricho, es por salud
Los lectores escriben sobre el c¨¢ncer de mama y el estado de la sanidad p¨²blica, la explotaci¨®n laboral en las consultoras, las pol¨ªticas de Vox y la dificultad de graduarse en Relaciones Internacionales
Desde 2015 convivo con las secuelas f¨ªsicas y psicol¨®gicas del c¨¢ncer de mama; esas de las que poco o nada se habla. Me condicionan m¨¢s de lo que quisiera la vida: la laboral, la personal y la cl¨ªnica. La ¨²ltima me ha tra¨ªdo al hospital. Seis d¨ªas de ingreso por una celulitis infecciosa agravada por el linfedema. La sanidad p¨²blica funciona gracias a los profesionales que trabajan por y para ella. Las enfermeras de vida, el equipo m¨¦dico y sanitario que nos cuida, el personal administrativo y de log¨ªstica. Pero no es suficiente. Es necesario el dinero. Els calerons. As¨ª es que, y aprovechando que estamos en ¨¦poca de promesas electorales, h¨¢ganme un favor y c¨²mplanlas: cuiden m¨¢s y mejor de los sanitarios. Ayuden a los pacientes a que podamos tener una calidad de vida ¨®ptima, que una sesi¨®n de fisioterapia con drenaje linf¨¢tico no sea un lujo. Y ya que estamos, no me etiqueten m¨¢s como una de sus valientes. Nunca quise ser una superviviente. Ni una luchadora ni una diana con lazo rosa. Yo solo quiero ser Annabel. La madre de Aina. La pareja de Josep. Una trabajadora m¨¢s. Una persona con una vida normal.
Annabel Arxius Ruiz. Terrassa (Barcelona)
No son m¨¢quinas
C¨®mo puede ser que en pleno siglo XXI en Espa?a se tenga que estar investigando y denunciando a prestigiosas consultoras por las jornadas maratonianas que imponen a sus empleados, al margen de lo que manda la ley y a sabiendas de que existen soluciones como la implementaci¨®n del registro horario que entr¨® en vigor en mayo de 2019. Todo esto sucede por vivir en una sociedad impaciente, ego¨ªsta y exigente.
Alejandra Mart¨ªnez Violero. Alcorc¨®n (Madrid)
Latidos
Estos d¨ªas se est¨¢ hablando mucho de los latidos de los fetos. Puestos a escuchar no estar¨ªa de m¨¢s escuchar los latidos de quienes llevan casi dos a?os en paro y su prestaci¨®n est¨¢ a punto de caducar. O el latido del padre de familia que a partir del d¨ªa 15 ve que no llega a fin de mes. O el de sus hijos con carencias alimenticias. Podr¨ªamos seguir escuchando el latido de todas esas personas enfermas y a la espera de ser atendidas o que llevan m¨¢s de dos a?os para ser operados. Y c¨®mo nos quedar¨ªamos si vi¨¦semos la radiograf¨ªa de esas familias que no pueden encender la calefacci¨®n. O los frigor¨ªficos vac¨ªos de jubilados a los que no les llega la pensi¨®n. Y as¨ª sucesivamente.
Jos¨¦ Luis Arceiz Campos. O Carballi?o (Ourense)
Estudios dif¨ªciles
Hace dos a?os que estudio Relaciones Internacionales, siete que le supe poner nombre a mis ambiciones, y 12 desde que las tengo asentadas. Nunca tuve un referente en el campo, ni conoc¨ª a ninguna mujer que se dedicase a ello. No tengo apellidos compuestos, no vengo de una ciudad grande ni de colegio privado. Desgraciadamente, la escalera a la cima de la pol¨ªtica internacional sigue sin ser f¨¢cil, ni integradora, ni feminista, ni asequible para quienes quieren dedicarse a ella.
Luc¨ªa Vicente Mohorte. Cuenca
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