?Pueden ponerse l¨ªmites de edad para presidir un pa¨ªs?
El tema es delicado porque nunca se ha vivido tanto como hoy. Adem¨¢s, existe una fuerte tendencia a dejar paso en el poder a las nuevas generaciones
Al presidente de Brasil, el exsindicalista Lula da Silva, le gusta provocar. Lo ha vuelto a hacer tras las elecciones que lo llevaron a presidir el pa¨ªs. Durante la campa?a electoral, Lula quiso dejar claro que si era elegido ser¨ªa su tercer y ¨²ltimo mandato. ¡°No ser¨¦ un presidente pensando en la reelecci¨®n. Voy a ser el presidente que piensa gobernar este pa¨ªs por cuatro a?os para que el pueblo brasile?o recupere definitivamente el bienestar social, la alegr¨ªa, el placer de v...
Al presidente de Brasil, el exsindicalista Lula da Silva, le gusta provocar. Lo ha vuelto a hacer tras las elecciones que lo llevaron a presidir el pa¨ªs. Durante la campa?a electoral, Lula quiso dejar claro que si era elegido ser¨ªa su tercer y ¨²ltimo mandato. ¡°No ser¨¦ un presidente pensando en la reelecci¨®n. Voy a ser el presidente que piensa gobernar este pa¨ªs por cuatro a?os para que el pueblo brasile?o recupere definitivamente el bienestar social, la alegr¨ªa, el placer de vivir, el gusto de ser brasile?o¡±, afirm¨® a Radio Metropole de Bah¨ªa durante la campa?a electoral. Lula insisti¨®: ¡°Todos saben que no es posible que un ciudadano con 81 a?os [edad que tendr¨¢ al acabar su mandato] quiera ser reelegido. La naturaleza es implacable¡±.
Al mes de asumir su mandato, Lula ha cambiado, sin embargo, de opini¨®n y ha sorprendido con una declaraci¨®n al periodista Kennedy Alencar: ¡°Si al llegar el momento de la reelecci¨®n hubiese una situaci¨®n delicada, si yo estuviera con salud, yo podr¨ªa concurrir¡±. Y a?adi¨®: ¡°Eso s¨ª, con salud perfecta, energ¨ªa de 40 a?os y vigor sexual de 30¡å. Bastaron esas palabras para que se desencadenara una serie de suposiciones. ?Por qu¨¦ tan pronto Lula ha cambiado de opini¨®n y ya aparece con ganas de postularse en 2026 a pesar de su edad y contradiciendo sus promesa electoral? Las hip¨®tesis han empezado enseguida a surgir, como el salir al paso de posibles concurrentes, fortalecer su candidatura, agradar a los de su partido, el PT, que no hab¨ªan visto con buenos ojos la promesa del l¨ªder de no querer disputar la reelecci¨®n en 2026.
La vuelta atr¨¢s de Lula, que podr¨ªa volver a presentarse como candidato en 2026, ha llevado a colocar sobre el tapete el delicado tema de imponer un l¨ªmite de edad para los candidatos a presidir un pa¨ªs. Y enseguida se ha pensado en el delicado caso del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, el presidente m¨¢s votado de la historia de los Estados Unidos, que piensa volver a postularse con 80 a?os cumplidos. El espinoso tema de imponer una edad para disputar la presidencia de un pa¨ªs lo acaba de levantar en Brasil, tras las declaraciones de Lula, el lector del diario O Globo Eduardo Joaquim do Prado, que propone ¡°definir una edad tope para poder disputar unas elecciones presidenciales¡±.
El tema es delicado porque justamente nunca se ha vivido tanto como hoy y nos encontramos con personas que, aunque eran consideradas ancianas en el pasado, hoy mantienen puestos importantes en las empresas y en la direcci¨®n de los pa¨ªses. ?Qui¨¦n tendr¨ªa, adem¨¢s, autoridad para imponer l¨ªmites de edad a la disputa por un cargo pol¨ªtico o administrativo? Y as¨ª enseguida los comentaristas pol¨ªticos han sacado a relucir el caso actual de Joe Biden, a quien la idea de poner un l¨ªmite de edad a la elecci¨®n presidencial podr¨ªa impedirle la reelecci¨®n.
Es cierto que existe tambi¨¦n una fuerte tendencia en que hoy es necesario dejar paso en el poder a las nuevas generaciones, muchas veces mejor preparadas que los m¨¢s veteranos. Y eso en todo, en las empresas y en la pol¨ªtica. Lo dif¨ªcil y complejo es llegar a imponer l¨ªmites de edad para obtener o seguir en el poder mientras el sujeto mantenga sanas sus capacidades f¨ªsicas y mentales.
Lo cierto es que Lula es un pol¨ªtico singular que siempre destac¨® por sus provocaciones, desde los tiempos fecundos de su actividad sindical. Fue y sigue siendo un pol¨ªtico sagaz con alma de sindicalista. Cuanta Jos¨¦ Neumanne Pinto en su libro Lo que yo s¨¦ de Lula que, en su apogeo como sindicalista, en que promov¨ªa las grandes huelgas de los metal¨²rgicos, cuando daba discursos observaba la reacci¨®n del p¨²blico. Si ve¨ªa que estaba desagradando, era capaz de cambiar enseguida su discurso para condescender a la platea. Quiz¨¢s el sagaz pol¨ªtico que acaba de desbancar la feroz pol¨ªtica neofascista del bolsonarismo se ha percatado de que el haber anticipado que este ser¨ªa su ¨²ltimo mandato como presidente no ha agradado a los suyos y ha echado enseguida marcha atr¨¢s. Genio y figura.