Gracias, gracias y gracias
Los lectores opinan sobre la sanidad p¨²blica madrile?a, la salud mental de los j¨®venes, los ancianos que pasan fr¨ªo y la justicia ambiental
Quiero dar las gracias a los m¨¦dicos de familia y pediatras madrile?os que siguen de huelga desde hace dos meses a costa de sus salarios. Gracias por explicar una y mil veces los motivos de la huelga sin ira y sin menosprecios a la Administraci¨®n. Gracias por obviar la arrogancia, los incumplimientos y los insultos que os lanzan desde la Consejer¨ªa de Sanidad, con vuestra ¨²nica intenci¨®n de llegar a acuerdos. Gracias por explicar que menos de 10 minutos por paciente es insuficiente, aunque solo sea porque eso es lo que tarda un anciano en quitarse y ponerse las capas de ropa que en este invierno visten. Muchas gracias por hacer lo que los ciudadanos tendr¨ªamos que hacer y no hacemos: exigir una atenci¨®n adecuada. Gracias por haber estudiado un m¨ªnimo de seis a?os de carrera y tres o cuatro de especialidad para contribuir a mejorar nuestra salud. ?Cu¨¢ntos de los que gestionan tiene esos a?os de formaci¨®n en esta disciplina y aun as¨ª deciden y deterioran sin pudor nuestro futuro en salud, nuestro futuro?
Ana Mar¨ªa Siguero Angui. Madrid
Salud mental
Se habla mucho del aumento de casos de patolog¨ªa mental que se aprecia entre adolescentes y j¨®venes despu¨¦s de la pandemia. Es cierto y puede que la situaci¨®n provocada por la covid haya precipitado y destapado todo; pero como chico de 17 a?os que soy, no creo que esto se deba solo ni principalmente a la pandemia. M¨¢s bien creo que se debe a un perfil de sociedad y de futuro que no nos gusta, a un mundo que no entendemos y que resulta poco esperanzador y a la presi¨®n de las redes sociales. Hay que invertir en psic¨®logos y psiquiatras, por supuesto, pero sobre todo arreglar el problema de fondo y de concepto. No vale culpar de todo a la pandemia.
David S¨¢nchez-Etayo Pacheco. Barcelona
Pasar fr¨ªo
Sof¨¢, peli y manta... La satisfacci¨®n del refugio convierte en rom¨¢ntico el fr¨ªo de las noches de invierno. La fusi¨®n del caf¨¦ caliente y la chimenea crea una atm¨®sfera digna de cuento de Disney y piensas: qu¨¦ bonito el invierno, qu¨¦ bonito, qu¨¦ agradable... Y de repente, piensas en los miles de ancianos de Espa?a que eligen a diario entre calefacci¨®n o comida. Recuerdas que el invierno caliente es solo para algunos.
Luc¨ªa Calero Crespo. C¨¢diz
Justicia ambiental
Este verano el sur global no ha estado exento de los efectos del cambio clim¨¢tico. En Chile, la continua sequ¨ªa y olas de calor extremas han venido acompa?adas de incendios que, a diferencia de anta?o, est¨¢n afectando a un gran n¨²mero de poblaci¨®n urbana en el centro del territorio. Nuestro pa¨ªs, emitiendo 0,23% del CO? global, debe enfrentar estas cat¨¢strofes con un PIB muy por debajo del de los Estados que m¨¢s contaminan. Generar justicia ambiental a escala global es un imperativo al cual todos estamos llamados.
Marcelo D. Miranda. Santiago de Chile
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