Una cat¨¢strofe evitable

Es enormemente doloroso contemplar las im¨¢genes del terremoto de Turqu¨ªa y Siria. Entra p¨¢nico solo de pensar en las personas atrapadas entre las ruinas de los edificios, que morir¨¢n sin poder ser rescatadas. Ahora solo queda mostrar la aparici¨®n heroica de los equipos de emergencia, de la ayuda internacional y de toda la parafernalia informativa que acontece en medio del horror. No obstante, sabemos de antemano c¨®mo funciona la corteza terrestre y la tect¨®nica de placas. Conocemos perfectamente las zonas de fractura donde se repiten estos episodios. Pese a eso, se sigue construyendo en esas zonas sin medidas antis¨ªsmicas, con edificios de muchos pisos que habitan poblaciones hacinadas. Se nos informa de la destrucci¨®n causada por este terremoto como si fuera un fen¨®meno natural irremediable, pero sabemos y conocemos la verdadera magnitud de esta cat¨¢strofe, que, como las guerras, solo son causadas por la estupidez y la ambici¨®n humanas.

Miguel ?ngel Pe?a. Madrid

Corrupci¨®n en el Parlamento Europeo

Debido a la falta de control, nace la corrupci¨®n. Si un Estado ajeno a la Uni¨®n Europea pretende influir en el Parlamento Europeo, va a intentar ¡°comprar¡± a los principales grupos de la Euroc¨¢mara. Nos encontramos ante un problema de car¨¢cter sist¨¦mico. Para evitar situaciones como la vivida en los ¨²ltimos dos meses con el Qatargate, deber¨ªa realizarse un seguimiento y control m¨¢s estrictos de las reuniones que los eurodiputados mantienen por su cuenta. Los encuentros deben ser publicados. Entristece ver c¨®mo los grupos parlamentarios se oponen a reformar el c¨®digo de transparencia ¨¦tica. Esto debe cambiar.

Pablo H. Alvarellos. Santiago de Compostela

Una l¨¢stima

Cualquier agresi¨®n sexual es violencia ejercida por el agresor. Necesitar una herida para demostrarlo es violencia ejercida por el Estado (sobre una persona que ya ha sufrido violencia por parte del agresor). Qu¨¦ oportunidad perdida para avanzar en los derechos de las mujeres. Nos quedamos con lo malo de la ley del solo s¨ª es s¨ª ¡ªreducci¨®n de las penas a quien est¨¢ en las m¨ªnimas¡ª y perdemos lo bueno ¡ªno necesitar ser una m¨¢rtir para merecer credibilidad¡ª. Una l¨¢stima.

Mar¨ªa Teresa Garc¨ªa Guti¨¦rrez. Madrid

Solucionar los problemas

Mi semana acaba el s¨¢bado. Cierro los libros, tiro para el centro y quemo la discoteca. El domingo quedo con amigos ¡ªeso, si logro resucitar¡ª. Y cuando se habla de la situaci¨®n actual de la sanidad, hay una frase muy repetida: ¡°Qu¨¦ pereza; no quiero m¨¢s problemas¡±. Es verdad, yo tampoco. Por eso este domingo ir¨¦ a la manifestaci¨®n por la sanidad p¨²blica en Cibeles. Porque los problemas ya han llegado, y si no se hace nada, vendr¨¢n m¨¢s. No quiero una atenci¨®n primaria bajo m¨ªnimos en la que no se pueden dedicar ni 10 minutos a cada paciente. Falta personal sanitario, y el que hay, est¨¢ sobreexplotado. ¡°No quiero m¨¢s problemas¡±. S¨ª, a muchos nos pasa igual, por eso saldremos a la calle para que se solucionen los que ya hay. Y de resaca .

Gonzalo Mat¨ªas de Lara. Madrid