Garamendi, en fuera de juego
Enternece que la CEOE apruebe la nueva remuneraci¨®n de su presidente sin siquiera una ¨²nica disidencia. Fervor estaliniano
Hay mayor¨ªas b¨²lgaras. Y la unanimidad sovi¨¦tica. Enternece que la patronal CEOE se apunte a esta ¨²ltima, cuando en un comunicado de rala escritura acredita que a su jefe, Antonio Garamendi, los 300 miembros de la junta directiva le han aprobado una nueva remuneraci¨®n sin siquiera una ¨²nica disidencia. Fervor estaliniano.
No aclaran...
Hay mayor¨ªas b¨²lgaras. Y la unanimidad sovi¨¦tica. Enternece que la patronal CEOE se apunte a esta ¨²ltima, cuando en un comunicado de rala escritura acredita que a su jefe, Antonio Garamendi, los 300 miembros de la junta directiva le han aprobado una nueva remuneraci¨®n sin siquiera una ¨²nica disidencia. Fervor estaliniano.
No aclaran en ese textito si todos comulgaban tambi¨¦n con el anterior modelo de pagarle sus servicios, calcado al del ciclista-falso-aut¨®nomo imperante en Glovo. Pero no les molesten exigi¨¦ndoles ¡°los principios de transparencia¡± de los que alardean, y obliteran, qu¨¦ ordinariez. La opacidad, como la arruga, es bella, si es propia. Y no de los rivales o los gobiernos. Tambi¨¦n fueron un¨¢nimes apoyando a l¨ªderes... menos aseados, ?recuerdan?
Si ahora le pagan como alto asalariado y antes como pobrecito aut¨®nomo, o lo actual es tontuno o lo previo estaba fuera de juego. O era incorrrecto. O an¨®malo. O irregular. O ilegal. O corrupto. Elijan. En todo caso, antirreglamentario, pues no constaba que estuviese aprobado por la junta (art¨ªculo 18 de los Estatutos de CEOE), quiz¨¢ se validaba de noche y en secreto. Ni figuraba en las cuentas anuales auditadas: im¨¢n de sospechas.
O sea, que la petici¨®n de ¡°respeto¡± hacia las decisiones de los 300 suscita compasi¨®n. ?La merece el ocultamiento?, ?el blanqueo de las decisiones antirreglamentarias sin explicaci¨®n?, ?el fuera de juego, alcance o no la suprema categor¨ªa de corrupto? Queridos patricios, esto no es propio de empresarios. No es un relato calvinista de Max Weber, sino siciliano de Roberto Saviano, de Leonardo Sciascia, de Andrea Camilleri.
La patronal tiene una oportunidad: pedir motu proprio la actuaci¨®n de la Inspecci¨®n de Trabajo, y sanear as¨ª su chapuza. Lo que nunca limpiar¨¢ es el sinsentido, no de que su jefe tenga un sueldo pel¨ªn mejor que ¡°humilde¡± ¡ªcomo ¨¦l mismo alegaba¡ª y que ahora es de 380.000 euros anuales, mayor que el de sus pares no ejecutivos, ?bravo por los que pagan m¨¢s, aunque los subvencionemos!..., sino que se lo suba un 8,5%. O sea, 5,5 puntos m¨¢s que el 3% aplicado a sus 103 empleados. Y 4,5 m¨¢s que lo que pretend¨ªa para el salario m¨ªnimo. Indignidad comparativa.
?Qu¨¦ legitimidad personal e institucional tiene este ciclista para negociar cotizaciones a la Seguridad Social, si racane¨® la suya? ?O para discutir sobre el pacto salarial? La que dicen prestarle los presuntos fuenteovejunos sovietizantes.