La patronal no ve necesario un pacto salarial

Horas antes de que se resolviera sin avances la reuni¨®n sobre el Pacto de Rentas que tuvo lugar el mi¨¦rcoles en el Ministerio de Econom¨ªa, representantes de la patronal y de los sindicatos se encontraron en un foro organizado en Madrid, en el que participaron tambi¨¦n miembros de la Comisi¨®n Europea. Ah¨ª, desde la CEOE se record¨® que el bloqueo actual en el que se encuentra la definici¨®n de un pacto salarial con el que hacer frente a la inflaci¨®n no impide que la negociaci¨®n colectiva avance. De hecho, celebraron que en lo que va de a?o se hubieran cerrado renovaciones de convenios de distintos sectores en los que se establec¨ªan subidas salariales. Con este movimiento, la renovaci¨®n del Acuerdo para el Empleo y la Negociaci¨®n Colectiva (AENC), caducado desde 2020, se complica todav¨ªa m¨¢s, y la tensi¨®n entre los agentes sociales crece.

Hasta el momento, la negativa de los empresarios a suscribir un nuevo AENC ¡ªuna hoja de recomendaciones que hist¨®ricamente ha venido tutelando la negociaci¨®n colectiva a pesar de no resultar de obligado cumplimiento¡ª se sosten¨ªa sobre el rechazo de las cl¨¢usulas de revisi¨®n salarial. Esto es, a que al final de cada ejercicio y de los tres a?os sobre los que se proyectar¨ªa el nuevo pacto (2022, 2023 y 2024) se revisen los porcentajes de subidas de acuerdo con la inflaci¨®n. Y la inclusi¨®n de estas salvaguardas salariales es imprescindible para los sindicatos, puesto que consideran que sin ellas no se garantiza que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo al final del trienio. Los porcentajes de incrementos que proponen las centrales (y que no chirr¨ªan a los empresarios) son del 3,5% para 2022, del 2,5% en 2023 y del 2% en 2024. En lo que va de a?o, los salarios de convenio han crecido de media un 2,6%.

La lectura que realizan desde la CEOE es que si la negociaci¨®n colectiva progresa sin un nuevo AENC, y dado que este no tiene car¨¢cter vinculante, su renovaci¨®n no se antoja imprescindible. ¡°Estamos abiertos a negociar a nivel confederal, y nuestra voluntad sigue siendo negociar donde haga falta. Adem¨¢s, todo el mundo entiende que un pacto salarial global sirve para salvaguardar la paz social, pero sin ¨¦l se est¨¢ demostrando que la negociaci¨®n colectiva no se queda desprotegida¡±, apunta una fuente del organismo de representaci¨®n de los empresarios.

El nudo gordiano, por tanto, se mantiene tenso, y, seg¨²n fuentes sindicales y empresariales consultadas, no hay visos de que vaya a deshacerse en lo que resta de a?o. Por varios motivos: el primero, porque a tenor del comportamiento que est¨¢ teniendo la inflaci¨®n en los ¨²ltimos meses, los precios podr¨ªan terminar este a?o con una subida media del 8% (el total proyectado para los tres ejercicios), y los empresarios consideran que ajustar los salarios sobre esta base comprometer¨ªa seriamente la supervivencia de muchos negocios. Y segundo, porque Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, opta a la reelecci¨®n del organismo de representaci¨®n de los empresarios ¡ªlas elecciones est¨¢n convocadas para el 23 de noviembre¡ª, y ciertas patronales sectoriales ya le han mostrado su descontento por las ¨²ltimas actuaciones del Ministerio de Trabajo (la ¨²ltima sobre topar los precios de los alimentos), y las continuas acusaciones por parte de los sindicatos sobre su falta de cintura.

Movilizaciones

La baza con la que cuentan las centrales para tratar de desnivelar a su favor la balanza de la negociaci¨®n tiene que ver con la convocatoria de movilizaciones en todos aquellos sectores (o empresas) en los que se est¨¦ negociando la renovaci¨®n del convenio colectivo. Tanto Unai Sordo, secretario general de CC OO, como Pepe ?lvarez, su hom¨®logo en UGT, han anunciado p¨²blicamente su voluntad de tensionar las relaciones con la patronal para forzarles a torcer el brazo. Ambos sindicatos exigen que en un momento de crisis inflacionista como el actual, el incremento de los costes se reparta entre empresarios y trabajadores. Adem¨¢s, acusan a los patronos de haber trasladado el encarecimiento de las materias primas y de los suministros a los precios finales.

La desconfianza que existe entre los propios agentes sociales ha llevado a los sindicatos a valorar que incluso aunque pudiera acordarse una senda de crecimiento de los salarios y una renovaci¨®n del AENC, algunas patronales se nieguen a aplicarlos a la hora de negociar los convenios. Un escenario que, a tenor de los ¨²ltimos movimientos, resulta cada vez menos hipot¨¦tico.