Subida del salario m¨ªnimo

En el seno del debate de este martes en el Senado, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, anunci¨® un aumento del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) para 2023 que lo sit¨²a en 1.080 euros, un 8% de incremento respecto de los 1.000 euros alcanzados en 2022. Espa?a se sit¨²a, de esta manera, en el horizonte recomendado por la Carta Social Europea, que invita a los pa¨ªses a establecer un salario m¨ªnimo en torno al 60% del salario mediano de cada pa¨ªs, con el objetivo de preservar la cohesi¨®n social y reducir la tasa de pobreza laboral ¡ªlas personas que, aun trabajando, se mantienen en la pobreza¡ª, que en Espa?a es particularmente alta, con un 12,7% en 2021, muy por encima del promedio europeo. Si tenemos adem¨¢s en cuenta la fuerte erosi¨®n del poder adquisitivo de los salarios producida en 2022, la decisi¨®n es adecuada y permite enviar una se?al al mercado laboral, incidiendo de esta manera sobre la necesidad de incrementar los salarios pactados por convenio colectivo.

Con esta decisi¨®n, Espa?a se suma a los 10 pa¨ªses que sit¨²an su salario m¨ªnimo en la franja recomendada por la carta social (entre el 55% y el 60% del salario mediano), y culmina un proceso de convergencia que ha sido una de las referencias program¨¢ticas de la pol¨ªtica laboral de este Gobierno. Desde una perspectiva global, el SMI ha subido, desde 2018, casi un 50% respecto de sus niveles previos.

Cabe, en cualquier caso, hacer algunas consideraciones. La existencia de un salario m¨ªnimo interprofesional se corresponde con una pol¨ªtica social que tiene derivadas econ¨®micas que conviene no tomarse a la ligera: uno de cada tres j¨®venes y una de cada cuatro mujeres cobran el SMI, y la mitad de los trabajadores agr¨ªcolas perciben esa misma cifra. En total, algo m¨¢s de dos millones de personas. Las evaluaciones independientes desarrolladas hasta el momento no permiten afirmar que la medida destruya empleo neto, como se?alan sus cr¨ªticos, pero subidas aceleradas pueden afectar al acceso y al mantenimiento del empleo de las personas con menos formaci¨®n. Por esta raz¨®n, la subida del SMI debe verse acompa?ada con medidas intensivas de recualificaci¨®n para aquellas personas con menores oportunidades de trabajar, aprovechando para ello los recursos existentes, como el Fondo Social Europeo, espec¨ªficamente destinado a este fin, y donde Espa?a cuenta con 11.296 millones de euros a invertir hasta 2027. Esta inversi¨®n es particularmente importante en un a?o donde las perspectivas de crecimiento del empleo est¨¢n congeladas por la desaceleraci¨®n prevista, y donde el marco institucional generado con la nueva ley de empleo debe encontrar su m¨¢ximo desarrollo.

La medida, saludada por los sindicatos, no ha recibido esta vez el aval de la patronal, que se ha ausentado de las negociaciones. En cualquier caso, y en cumplimiento del pilar social europeo, la nueva directiva europea de salarios m¨ªnimos establece un mecanismo de revisi¨®n que obligar¨¢ a los Estados, en el futuro, a tener en cuenta la opini¨®n de los agentes sociales. Todav¨ªa no traspuesta al ordenamiento jur¨ªdico espa?ol, esta directiva permitir¨¢ consolidar un nuevo marco de revisiones para los a?os venideros.