Del globo y otros misterios
La especulaci¨®n sobre el posible origen alien¨ªgena de los objetos derribados no deja de ser una cortina de humo que oculta el fallo de los sistemas de alerta y vigilancia estadounidenses
Desde la ¨®ptica de los tiempos alucinados que inaugur¨® la pandemia, las declaraciones del responsable de la Fuerza ?rea de Estados Unidos acerca de posibles ovnis podr¨ªan verse como la culminaci¨®n l¨®gica de los acontecimientos vividos en los ¨²ltimos a?os, m¨¢s cercanos al g¨¦nero de la ficci¨®n cinematogr¨¢fica y literaria que al de las predicciones de algunos expertos analistas. Comenzando por el confinamiento y (en Espa?a) la declaraci¨®n televisada del estado de alarma del presidente S¨¢nchez. Una transmisi¨®n con tintes surrealistas que evocaba una escena del cine de Almod¨®var donde la presentadora de un noticiario desvariaba al salirse del guion preestablecido. Dos a?os despu¨¦s, cuando cre¨ªamos regresar a la normalidad, Vlad¨ªmir Putin nos sorprende, horas antes de invadir Ucrania, con un discurso que bien podr¨ªa haber salido de Octopussy, la pel¨ªcula de James Bond en la que el megaloman¨ªaco general sovi¨¦tico Orlvo planea atacar e invadir Occidente con armamento nuclear. Solo faltaba el anuncio de contactos con seres de otros planetas, preferiblemente por la senda de Encuentros en la tercera fase, aunque sin descartar un Mars Attacks! Por lo que el desmentido de la Casa Blanca supuso un alivio para la comunidad planetaria. Si nos preocupan las tensiones con Pek¨ªn por pinchar el globo aerost¨¢tico, imaginemos una hipot¨¦tica escalada militar con una potencia alien¨ªgena.
A salvo de una contienda interestelar, surgen otras inquietudes. Las relacionadas con el misterioso globo de procedencia china avistado en Montana. La primera de ellas, la constataci¨®n de que lo sucedido no puede repetirse sin incrementar la rivalidad entre China y Estados Unidos. Si, como informa el Pent¨¢gono, los globos de espionaje han sobrevolado 40 pa¨ªses repartidos por todos los continentes, el conocimiento p¨²blico de este dato generar¨¢ una nueva conciencia de amenaza externa que obligar¨¢ a ampliar el escrutinio del espacio a¨¦reo. En la medida que aumente la capacidad y frecuencia de detecci¨®n, se avistar¨¢n nuevos objetos, disparar¨¢n las alarmas, y con ellas, las reacciones paranoides.
Cabe tambi¨¦n esperar una respuesta internacional que contrarreste las operaciones de Pek¨ªn, sume capacidades de vigilancia y refuerce las alianzas antagonistas. En esta direcci¨®n, Jap¨®n acaba de avisar que considerar¨¢ colaborar con Taiw¨¢n en materia de inteligencia, ¨¢mbito hasta ahora inexplorado.
La especulaci¨®n sobre el posible origen alien¨ªgena de los objetos derribados no deja de ser una cortina de humo que oculta el fallo de los sistemas de alerta y vigilancia estadounidenses. Una maniobra que nos retrotrae al ¡°temor rojo¡± de la Guerra Fr¨ªa, cuando las producciones cinematogr¨¢ficas sobre invasiones marcianas proyectaban la met¨¢fora de una eventual invasi¨®n sovi¨¦tica. Pek¨ªn, por su parte, tambi¨¦n hace gui?os a la fenomenolog¨ªa paranormal. La noche del 28 de enero unos enigm¨¢ticos rayos de luz verde cayeron sobre la isla de Haw¨¢i. Seg¨²n inform¨® el Observatorio Astron¨®mico Nacional de Jap¨®n, que grab¨® la rareza, proced¨ªan de un sat¨¦lite chino. Nuevos pasos en la deriva hacia una guerra fr¨ªa. @evabor3
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