Desnazificar, los tiempos del verbo
En pasado se trata de recuperar un mito, el de la victoria sobre el nazismo. En presente, es la forma de librar una guerra total
Desnazificar y desmilitarizar, dos verbos persistentes desde el 23 de febrero de 2022 en boca de Putin que trascienden la trivialidad injuriosa de la propaganda b¨¦lica. Para ver m¨¢s all¨¢ de las consignas y encontrar su pleno significado hay que conjugarlos en todos los tiempos.
En pasado, explican el proyecto de Stalin para Europa en 1945, aplicado con devoci¨®n a la Alemania ocupada por las tropas sovi¨¦ticas, los territorios de la futura Rep¨²blica Democr¨¢tica. Los efectos de la prohibici¨®n de la ideolog¨ªa derrotada y de la severa aplicaci¨®n de la justicia a sus dirigentes repercutieron muy pronto sobre todos los partidos y ciudadanos d¨ªscolos con el nuevo poder comunista impuesto por los tanques estalinistas, incluidos los socialdem¨®cratas hostiles a la uni¨®n de la izquierda decretada desde el Kremlin. All¨ª desaparecieron los nazis, pero hasta 1989 no regres¨® la libertad.
Todos, sovi¨¦ticos y estadounidenses, quer¨ªan una Alemania desarmada. Henry Morgenthau, el secretario de Comercio de Roosevelt, pens¨® en dividirla en cinco y convertirla en una econom¨ªa agraria. Concordaba con Stalin, que aplic¨® parte del programa de desindustrializaci¨®n a su zona de control. Situ¨® a sus adiestrados t¨ªteres en el poder, se llev¨® el grueso de la industria pesada, la someti¨® a la divisi¨®n del trabajo del campo socialista y organiz¨® a su gusto unas fuerzas armadas y de seguridad, encuadradas en el Pacto de Varsovia.
En el otro lado, en cambio, no hubo ni lo que Stalin pod¨ªa entender como desnazificaci¨®n ni desmilitarizaci¨®n a su gusto. La represi¨®n contra los antiguos nazis termin¨® en cuanto empez¨® la Guerra Fr¨ªa y hubo que esperar al juicio de Adolf Eichmann en Jerusal¨¦n en 1961 por genocida para que tomara impulso la rendici¨®n de cuentas por el Holocausto. El Plan Marshall y la econom¨ªa social de mercado condujeron a la recuperaci¨®n de la potencia industrial alemana. Con el ingreso de la Alemania Federal en la OTAN, Mosc¨² pudo blandir de nuevo el espantajo del militarismo, ahora estadounidense, instalado otra vez en el coraz¨®n de Europa como en tiempos de Hitler.
En presente, Putin conjuga en Ucrania los mismos verbos que Stalin tras la derrota de Hitler. Sus tropas los aplican ya en la parte de Ucrania que dan por conquistada. Las atrocidades cometidas en Bucha, Irpin y tantas otras localidades, dif¨ªcilmente pueden disociarse del comportamiento del Ej¨¦rcito Rojo tan bien descrito en Una mujer en Berl¨ªn, testimonio estremecedor del tipo de hueste saqueadora y violadora que venci¨® y sucedi¨® a la tropa alemana, todav¨ªa m¨¢s criminal. Al igual que la ocupaci¨®n y par¨¢lisis de las centrales nucleares, el bombardeo de infraestructuras y factor¨ªas o la destrucci¨®n del Antonov, el mayor carguero a¨¦reo del mundo y orgullo de la aviaci¨®n ucrania, corresponden al prop¨®sito de obliterar a Ucrania como potencia econ¨®mica. As¨ª como la deportaci¨®n de poblaciones, el secuestro de ni?os, el pillaje y destrucci¨®n del patrimonio y la desaparici¨®n de cualquier rastro de pluralismo y de libertad en los territorios ya ocupados buscan su desaparici¨®n por asimilaci¨®n y rusificaci¨®n. Desnazificar significa que Ucrania no exista como naci¨®n europea, libre y soberana.
En pasado se trata de recuperar un mito, el de la victoria sobre el nazismo. En presente, es la forma de librar una guerra total, que no distingue entre objetivos civiles y militares, o entre combatientes y ciudadanos de a pie. Cuanto mayor sea la destrucci¨®n, m¨¢s desnazificado y desmilitarizado el pa¨ªs, es decir, menos Ucrania. En futuro, estos verbos conjugan el proyecto de paz de Putin, incluso para otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Moldavia y, en el caso m¨¢s que improbable de que nadie se resista, luego Polonia y las rep¨²blicas b¨¢lticas.
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