Un bosque, un cigarrillo, una imagen
Algunas representaciones (cuadros, dibujos, fotograf¨ªas) comportan un ingrediente de denuncia. En consecuencia, acusan, con la posibilidad de infligir una derrota moral al presunto vencedor
Ah¨ª est¨¢n: ic¨®nicas, representativas, simb¨®licas, las im¨¢genes de hechos b¨¦licos o de graves conflictos sociales que alcanzaron difusi¨®n mundial y condensan o resumen un acontecimiento hist¨®rico. Algunas de dichas im¨¢genes (cuadros, dibujos, fotograf¨ªas) comportan un ingrediente de denuncia. En consecuencia, acusan, con la posibilidad de infligir una derrota moral al presunto vencedor. ?A qui¨¦n le apetece perpetuarse en la Historia como adalid de la injusticia? Recu¨¦rdese la admonici¨®n de Unamuno: ¡°Vencer¨¦is, pero no convencer¨¦is.¡± Y es que, si no convenc¨¦is, vuestros principios y vuestra empresa carecer¨¢n de raz¨®n, no ser¨¢n ni mod¨¦licos ni deseables y mostrar¨¢n una fuerte propensi¨®n a acompa?aros a la tumba.
La primera vez, siendo colegial, que vi una reproducci¨®n de Los fusilamientos del 3 de mayo no dud¨¦ hacia qui¨¦nes inclinar mi compasi¨®n y mi simpat¨ªa. Por los mismos d¨ªas, el Guernica de Picasso me indujo a iniciarme en el h¨¢bito tan espa?ol de solidarizarse con uno de los bandos de la Guerra Civil y opt¨¦ r¨¢pidamente y hasta hoy por los bombardeados del cuadro. La imagen de la ni?a abrasada con napalm en una aldea vietnamita me inspir¨® el deseo de que los suyos derrotaran al invasor; lo mismo la del checo que en una calle de Praga se rasga la camisa ante un tanque sovi¨¦tico. La serie podr¨ªa continuar: Hiroshima arrasada, la Dust Lady de las Torres Gemelas, el hombre de las bolsas ante los carros de combate que se dirigen a la plaza de Tiananm¨¦n... ?Se incorporar¨¢ a tal familia de im¨¢genes la del soldado Sacha Matsiyevsky, apresado hace poco por combatientes rusos en un bosque? Sucio de lodo, desarmado, fuma un cigarrillo y, con pasmosa serenidad, espeta a sus captores: Slava Ucraini (Gloria a Ucrania). Los rusos le disparan muchas m¨¢s balas de las necesarias para matar a un hombre, acaso por la rabia de saberse vencidos.
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