Lecci¨®n
Solo cuando estamos en el terreno de la raz¨®n podemos y debemos discutir, qu¨¦ alivio
¡°Eso es muy discutible¡± o¨ªmos decir, de modo derogatorio. Equivale m¨¢s o menos a ¡°?que te crees t¨² eso!¡±. Sin embargo, la frase encierra un gran elogio. Las estupideces son dif¨ªcilmente discutibles y est¨¢ prohibido discutir los dogmas: peor, con la locura, la discusi¨®n es imposible. Solo cuando estamos en el terreno de la raz¨®n podemos y debemos discutir, qu¨¦ alivio. Por ejemplo, lo que exponen los nueve distinguidos pensadores sociales que colaboran en Espa?a: democracia menguante (editado por el Colegio Libre de Em¨¦ritos) merece la pena discutirse largamente, no como las encuestas de Tezanos o los editoriales de los peri¨®dicos gubernamentales. Su diagn¨®stico sobre la deriva a la baja de nuestro pa¨ªs nos propone reflexiones que ser¨ªa c¨ªvicamente suicida desde?ar. Y lo mismo puede decirse, incluso con mayor ¨¦nfasis, del sugestivo di¨¢logo que a lo largo de m¨¢s de cuatrocientas sabrosas p¨¢ginas mantiene el periodista Julio Valde¨®n con el profesor F¨¦lix Ovejero, uno de los m¨¢s destacados fil¨®sofos de la pol¨ªtica en la actualidad (La raz¨®n en marcha, ed. Alianza). Se trata de una rara avis, un pensador indudablemente de izquierdas, formado en la escuela de Sacrist¨¢n, con lecturas ampl¨ªsimas y adem¨¢s catal¨¢n, pero adversario feroz y razonado del nacionalismo, as¨ª como de la idolatr¨ªa de las identidades. Todo muy discutible, como debe ser.
Ovejero ha escrito contra la izquierda reaccionaria, que tanto gusta porque es muy sencillita: se denuncia a los curas pederastas, se lanza una diatriba diaria contra Ayuso (esa s¨ª que suma, no Yolanda D¨ªaz) y se maldice a los empresarios despiadados, luego ¡ªya con el alma limpia¡ª traga la xenofobia nacionalista, el separatismo sedicioso, las malversaciones patri¨®ticas, una memoria democr¨¢tica a medida, el sexo a la carta¡ Alfonso Reyes imploraba: ¡°quiero lat¨ªn para las izquierdas¡±. Menos ambicioso, yo me conformar¨ªa con que leyesen a F¨¦lix Ovejero.
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