Te amo chico de la tienda de m¨®viles
Los ancianos nos recuerdan que internet debe estar al servicio de las personas y nunca al rev¨¦s. Y all¨ª est¨¢ Miguel para escucharlos
¡°Te amo chico de la tienda de m¨®viles de Bravo Murillo 303 que siempre ayuda a los yayos con sus problemas con la tecnolog¨ªa. Lo he visto varias veces. Hoy era que si la bater¨ªa no dura, que si no encuentro un contacto. La se?ora de hoy: ¡®Bueno, ni?o, aqu¨ª te dejo para un caf¨¦¡¯¡±. El tuit es de Gonzalo Remiro y lo comparti¨® hace unas semanas. Desde entonces pienso en la pelea cotidiana del chaval y en la ingenua fascinaci¨®n con que los Gobiernos y las empresas est¨¢n acogiendo tecnolog¨ªas exponenciales, como internet o la Inteligencia Artificial. ?Qui¨¦n proteger¨¢ a los humanos de la tecnolog¨ªa?, me pregunto a veces. Por fin Twitter responde: el chico de Bravo Murillo, 303. Y claro, pienso tanto en ¨¦l, que decido ir a conocerlo.
Te amo chico de la tienda de m¨®viles de Bravo Murillo 303 que siempre ayuda a los yayos con sus problemas con la tecnolog¨ªa. Lo he visto varias veces. Hoy era que si la bater¨ªa no dura, que si no encuentro un contacto.
— Gonzalo Remiro (@emitiendo) March 18, 2023
La se?ora de hoy: bueno, ni?o aqu¨ª te dejo para un caf¨¦. ?? pic.twitter.com/INLWtEsYFb
Nada m¨¢s llegar a la tienda reconozco al h¨¦roe a la primera: es el mismo que aparece en las fotos de Twitter. Se llama Miguel, tiene 32 a?os y es espa?ol de origen chino: lleva viviendo en Espa?a desde los seis. La procedencia viene al caso por ser uno de los aspectos que se comentan en el hilo. ¡°En China se escucha y se respeta a los ancianos, aqu¨ª se les desprecia y se les considera una carga¡±, sentencia Mr. Cheng. A lo que otro tuitero, @KamGalCar responde: ¡°China no es ning¨²n ejemplo de respeto a los derechos humanos, precisamente¡±. Miguel, por su parte, explica que en China s¨ª que existe una cultura generalizada de respeto a los mayores, aunque matiza que ¡°cada persona es diferente all¨ª, aqu¨ª y en cualquier parte¡±.
Con todo, China es un gigante tecnol¨®gico donde la estructura social se ha mantenido por encima de la tecnolog¨ªa. Me refiero a que la identidad all¨ª es todav¨ªa comunitaria (y familiar), adem¨¢s de r¨ªgida, autoritaria y patriarcal. En cambio, en Occidente las estructuras comunitarias no son ya ni malas ni buenas, pues est¨¢n totalmente disueltas. Y los partidos pol¨ªticos no se ocupan de resta?ar o reinventar estas estructuras porque los v¨ªnculos afectivos no votan ni producen. Mientras tanto, Europa ¡ªque no genera tecnolog¨ªa al nivel de Estados Unidos o China pero s¨ª padece sus consecuencias¡ª no est¨¢ siendo capaz de legislar, pensar ni educar al respecto.
Y as¨ª es como hemos entrado en una espiral donde la tecnolog¨ªa primero se desarrolla y despu¨¦s se usa de forma masiva sin que por el camino intermedie ni la m¨¢s m¨ªnima reflexi¨®n sobre el modo de vida que estamos llevando, ni por parte de las autoridades ni por parte de las personas que seguimos este modelo sin otra alternativa de supervivencia. Pero los mayores se resisten. No es que sean torpes o tontos, es que a veces rechazan lo que la tecnolog¨ªa les ofrece y denuncian que no es tan f¨¢cil ni eficiente como promete. Ellos nos recuerdan que internet debe estar al servicio de las personas y nunca al rev¨¦s. Y all¨ª est¨¢ Miguel para escucharlos. ¡°Lo que m¨¢s cuesta a las personas mayores es estrenar dispositivo¡±, explica. ¡°Y necesitan hablar con alguien del cambio¡±. Observo a Miguel tras el mostrador y creo que esta tienda de barrio de migrantes deber¨ªa convertirse en un think tank tecnol¨®gico. Urge implicar a personas que hayan transitado distintos modelos de convivencia, como migrantes y mayores, a la hora de pensar futuro. Personas cualificadas para identificar y corregir las limitaciones de una tecnolog¨ªa que, no sabiendo d¨®nde va, corre el riesgo de convertirse en un gran salto al vac¨ªo. Las inc¨®gnitas son muchas, pero una cosa es segura: los h¨¦roes ya no viven en Silicon Valley.
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