Buscar puntos de encuentro

A menos de tres meses de asumir la presidencia de turno de la Uni¨®n Europea, a partir del 1 de julio pr¨®ximo, el presidente Pedro S¨¢nchez ha comenzado a preparar el clima necesario para poder avanzar en algunos de los asuntos sobre los que se tienen que tomar decisiones importantes, como el reto migratorio, la revisi¨®n de las reglas fiscales, la gesti¨®n de los fondos de recuperaci¨®n o la reforma del mercado el¨¦ctrico. Con ese prop¨®sito ha visitado estos d¨ªas a los primeros mandatarios de Chipre, Malta e Italia. El encuentro con la primera ministra de este ¨²ltimo pa¨ªs, Giorgia Meloni, era el m¨¢s comprometido por las grandes diferencias ideol¨®gicas que separan a ambos gobiernos, el de Espa?a situado en posiciones progresistas y de izquierda y el de Italia, claramente anclado en la derecha y la derecha extrema. Ambos pa¨ªses comparten problemas e intereses comunes que los convierten en aliados objetivos en algunas de las cuestiones clave que se dirimen en la Uni¨®n Europea. M¨¢s que subrayar las diferencias ¡ªS¨¢nchez se cuid¨® mucho de eludirlas¡ª, se trataba de buscar los puntos de encuentro que permitan avanzar en la soluci¨®n de esos problemas.

El de la inmigraci¨®n irregular es sin duda el m¨¢s enquistado. Desde la crisis migratoria de 2015 se discute un nuevo marco regulatorio que permita superar la actual situaci¨®n de bloqueo. En septiembre de 2020 la Comisi¨®n Europea propuso un nuevo pacto sobre migraciones y asilo que deber¨ªa estar ya aprobado, pero se ha frenado por los intereses antag¨®nicos entre los pa¨ªses del norte y del este, y los situados en la frontera sur. Espa?a e Italia comparten el hecho de ser, junto a Grecia, los que m¨¢s inmigrantes reciben. Como pa¨ªses de frontera, reclaman un reparto equitativo y un mayor compromiso del resto de la UE en la gesti¨®n de los flujos. Pero difieren en la pol¨ªtica migratoria interna. Espa?a insiste en la necesidad de una acogida digna y humanitaria, mientras que el Gobierno italiano ha mantenido pol¨ªticas de cierre de puertos e incluso de hostigamiento de las ONG que trabajan en tareas de rescate. Con todo, Roma y Madrid son aliados objetivos en la necesidad de alcanzar un pacto y por eso han evitado los puntos conflictivos. Superar el actual bloqueo figura en la agenda de la presidencia de turno de Pedro S¨¢nchez como uno de los objetivos m¨¢s importantes.

Tambi¨¦n comparten intereses en la revisi¨®n de las reglas fiscales, m¨¢s a¨²n despu¨¦s de que Alemania haya aguado las propuestas de Bruselas. En cuanto pa¨ªses con una elevada deuda p¨²blica, est¨¢n entre los que m¨¢s miran con lupa la subida de los tipos de inter¨¦s y el papel del BCE. Italia, con una deuda del 147% del PIB, se encuentra en una posici¨®n m¨¢s delicada que Espa?a, cuya econom¨ªa ha sorteado mejor las ¨²ltimas crisis gracias a unas pol¨ªticas p¨²blicas expansivas que han elevado la deuda p¨²blica hasta el 113% del PIB. Las discusiones sobre los plazos y la forma de reducirla hasta el 60% que marca el Pacto de Estabilidad ser¨¢n arduas, pero tambi¨¦n en este asunto Italia y Espa?a est¨¢n alineadas en la defensa de una transici¨®n lo menos dolorosa posible, que no comprometa las mejoras sociales alcanzadas y permita la transici¨®n verde y digital. La consolidaci¨®n de esas mejoras depender¨¢ tambi¨¦n de la buena gesti¨®n de los 720.000 millones de los fondos de recuperaci¨®n que la UE distribuir¨¢ hasta 2026. Ambos pa¨ªses figuran entre los principales receptores, pero mientras Bruselas ha dado su aquiescencia a los planes presentados por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, el de Meloni est¨¢ teniendo m¨¢s problemas para cumplir los objetivos del plan.