Espa?a e Italia comparten intereses europeos en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas
La revisi¨®n de las reglas fiscales, la marcha del Fondo de Recuperaci¨®n y la migraci¨®n acercan a los dos pa¨ªses pese a la distancia pol¨ªtica de los dos gobiernos
Pocos viajes m¨¢s complejos habr¨¢ hecho el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, que el que lo ha llevado a Roma para verse con su hom¨®loga italiana, Giorgia Meloni. Ambos dirigen Ejecutivos de coalici¨®n. Aqu¨ª acaban los parecidos de sus gobiernos: uno lo forman socialdem¨®cratas y grupos pol¨ªticos a su izquierda; otro, la ultraderecha ¡ªHermanos de Italia y la Liga¡ª, respaldada por Forza Italia, el centroderecha. Adem¨¢s, para mayor desasosiego de S¨¢nchez, seg¨²n como salga este experimento transalpino, bendecido por el Partido Popular Europeo, puede extraerse una lectura espa?ola si la suma del PP y de Vox, aliados de Meloni, lograra mayor¨ªa en las elecciones de noviembre.
En cambio, los intereses de Espa?a e Italia en la Uni¨®n Europea ¡ªque no necesariamente la agenda o los tiempos¡ª se acercan en muchos puntos, especialmente en los asuntos econ¨®micos, energ¨¦ticos o migratorios. ¡°En el trazo grueso, en el punto de partida, s¨ª hay coincidencias. Est¨¢ por ver la concreci¨®n¡±, apuntan fuentes comunitarias, que a?aden que el Ejecutivo de Meloni apenas ha dejado ver un poco de su postura en temas que van a ser clave durante la presidencia espa?ola de la UE en el segundo semestre del a?o: revisi¨®n de reglas fiscales, reforma del mercado el¨¦ctrico, incremento de tipos de inter¨¦s, migraci¨®n, ayudas para las transiciones medioambiental y digital¡ Y, sobre estos temas, los planes de recuperaci¨®n, un asunto en el que los dos pa¨ªses se juegan mucho. Estos son algunos de sus desaf¨ªos.
Fondo de Recuperaci¨®n. El ¨¦xito del mayor plan de inversi¨®n puesto en marcha por la UE en su historia (m¨¢s de 720.000 millones de euros hasta 2026) depende del buen hacer de Espa?a e Italia. Unos datos para apoyar esta afirmaci¨®n: a ambos les corresponde cerca de la mitad de los recursos presupuestados y 103.000 millones de los 150.000 millones repartidos hasta ahora han ido a ellos.
La capacidad de absorci¨®n de esa ingente cantidad de recursos preocupa en Madrid y Roma. La semana pasada, el Gobierno italiano pact¨® con Bruselas un mes adicional en el examen para recibir el tercer pago de su plan de recuperaci¨®n (19.000 millones), mientras que Espa?a recib¨ªa en febrero los 6.000 millones de su tercer tramo. El ministro de Asuntos Europeos italiano, Raffaele Fitto, uno de los que m¨¢s claro ha hablado, ha reconocido que es ¡°matem¨¢ticamente imposible¡± que Italia cumpla todos los objetivos del plan. Esto ha llevado al titular de Econom¨ªa, Giancarlo Giorgetti, a pedir renegociar lo pactado por el anterior primer ministro, Mario Draghi: ¡°Estamos realizando un an¨¢lisis para tener una imagen precisa de la viabilidad global de las intervenciones previstas para mejorar, en la medida de lo posible, los aspectos m¨¢s problem¨¢ticos y, en su caso, revisar los planes iniciales¡±.
Cerca de la mitad de la financiaci¨®n del plan de recuperaci¨®n pasa por los ayuntamientos, que en teor¨ªa deber¨ªan haber contratado en los ¨²ltimos meses a personal espec¨ªfico para gestionar los fondos entrantes. En la pr¨¢ctica, las administraciones locales no han logrado dar con una f¨®rmula para contratar personal y gestionar los proyectos.
La decisi¨®n de Draghi de pedir de una vez las subvenciones y los cr¨¦ditos del Fondo de Recuperaci¨®n explica que a estas alturas Italia haya recibido cerca de 67.000 millones y Espa?a 37.000 millones pese a haber ingresado un pago m¨¢s y tener el aplauso de la Comisi¨®n.
Revisi¨®n de reglas fiscales. Tanto Espa?a como Italia son dos pa¨ªses con una deuda abultada, por lo que la vuelta sin m¨¢s al antiguo Pacto de Estabilidad les repele a ambos Ejecutivos. Los dos necesitan bastante margen para reducir su deuda, mucho m¨¢s Italia, que debe una cantidad equivalente al 147% de su PIB frente al 113% de Espa?a. Pero en ambos casos hay mucha distancia para alcanzar el 60% que marca el Pacto de Estabilidad. La reforma en marcha plantea dejar a los pa¨ªses la capacidad de individualizar sus planes de ajuste y combinarlos con la inversi¨®n p¨²blica que necesitan para no perder el tren de la doble transici¨®n digital y verde, lo que era y es un principio en el que coinciden Madrid y Roma. Tambi¨¦n en que est¨¦ lista antes de fin de a?o. Falta todav¨ªa que la Comisi¨®n presente su propuesta legal y ah¨ª llega el turno de los detalles, donde habr¨¢ que ver c¨®mo se concreta la posici¨®n italiana, que ha perdido protagonismo con Meloni respecto del que tuvo Draghi.
Roma pide que las nuevas reglas fiscales ¡°se basen m¨¢s sobre el crecimiento que sobre la estabilidad¡±. En la comparecencia despu¨¦s del encuentro con S¨¢nchez en Roma, Meloni reafirm¨® esta postura con la mirada dirigida al presidente espa?ol buscando su complicidad, mientras este asent¨ªa. La l¨ªder italiana tambi¨¦n record¨® que el pa¨ªs transalpino espera que una reforma del Pacto de Estabilidad llegue antes de finales de a?o y ofreci¨® su disponibilidad a Madrid para trabajar sobre ello durante la presidencia espa?ola del Consejo de la UE en el segundo semestre de 2023.
Subida de tipos de inter¨¦s. Por el mismo motivo que en la revisi¨®n de las reglas fiscales, Espa?a e Italia est¨¢n en la misma orilla de damnificados por la subida de tipos de inter¨¦s: el alto volumen de deuda de ambos pa¨ªses. El incremento del precio del dinero aumenta el coste de pagarla y pone en apuros al presupuesto p¨²blico y, por extensi¨®n, al sector privado. No obstante, el tama?o de la deuda y las dudas que suscit¨® la ca¨ªda de Draghi y la llegada de Meloni al Gobierno pusieron muy por delante en la l¨ªnea de fuego a Italia. De ah¨ª que la propia primera ministra haya pedido al BCE ¡°evitar hacer elecciones perjudiciales y gestionar bien la comunicaci¨®n sobre las elecciones que se toman, ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de generar fluctuaciones en los mercados que truncan la labor diaria de los gobiernos¡±.
Respuesta a los subsidios estadounidenses en la transici¨®n verde. La primera parte de esta batalla se resolvi¨® en marzo. En ella las posiciones espa?ola e italiana estaban casi alineadas: reclamaron m¨¢s agilidad para dar las ayudas de Estado, eliminar burocracia y elevar los l¨ªmites. A mitad de a?o, con la revisi¨®n del presupuesto plurianual de la UE (21-27) se abre la segunda parte: la creaci¨®n de un fondo de soberan¨ªa para financiar proyectos en esta transici¨®n. Ah¨ª Espa?a mantiene una posici¨®n discreta, considera que con el Fondo de Recuperaci¨®n tiene recursos suficientes; Italia se ha mostrado m¨¢s partidaria de que se aumente el presupuesto total de la UE para ese fondo al pedir que se acuerden instrumentos de financiaci¨®n ¡°que no se limiten a garantizar una mayor flexibilidad en las ayudas de Estado¡±.
Migraci¨®n. Fuentes comunitarias consideran que debe haber sido un tema ¡°prioritario en la agenda¡± de los abordados entre S¨¢nchez y Meloni. Ambos pa¨ªses son receptores claros de inmigrantes. Los dos piden ¡°solidaridad¡± entre los socios europeos, es decir, que los Veintisiete acojan a reci¨¦n llegados. No obstante, Roma sit¨²a en muchas ocasiones el foco sobre los rescates en alta mar y las ONG que los llevan a cabo. Italia, junto a Grecia, Malta y Chipre, firmaron una carta reclamando a la UE una pol¨ªtica coordinada. Espa?a, en cambio, no lo hizo. El Ejecutivo de S¨¢nchez se alinea con la Comisi¨®n cuando dice que salvar vidas en el mar ¡°es una obligaci¨®n¡± del Derecho Internacional. Y apunta a que la pol¨ªtica migratoria tambi¨¦n debe focalizarse sobre los pa¨ªses de origen para ordenar los flujos y evitar la presi¨®n en las fronteras.
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