El arroyo
Al fijarme con m¨¢s atenci¨®n, sobre la piel azul que se extiende bajo las alas, veo el silencioso peregrinaje de los cad¨¢veres. Flotan repartidos entre las olas y algunos barcos que navegan hacia el puerto de la indiferencia
El piloto del avi¨®n anuncia que nos acercamos a Roma, cierro el libro y me inclino sobre la ventanilla para disfrutar de los alrededores de una ciudad eterna. Siempre es hermoso aterrizar en un lugar con tantos recuerdos que nunca pierden su capacidad de saludo y sorpresa. El mar est¨¢ picado, surcos blancos se abren o cierran como la espuma de una esperanza. Al fijarme con m¨¢s atenci¨®n, sobre la piel azul que se extiende bajo las alas, veo el silencioso peregrinaje de los cad¨¢veres. Flotan repartidos entre las olas y algunos barcos que navegan hacia el puerto de la indiferencia. ?Pero son cad¨¢veres? Eso dicen mis ojos, empe?ados quiz¨¢ en ver m¨¢s de lo que necesitan. Observo un paisaje fronterizo de almas del arroyo y j¨®venes de la calle. N¨¢ufragos de la religi¨®n de nuestro tiempo.
Cuando el avi¨®n sobrevuela la playa de Ostia, me fijo en un solo cad¨¢ver y tardo poco en ponerle nombre: Pier Paolo Pasolini. Observo su cuerpo atropellado, sus test¨ªculos reventados de una patada, su cara llena de sangre. Pero observo tambi¨¦n que responde al picotazo de una gaviota y se pone en pie como un resucitado necesario. Se acerca a la orilla, mete las manos en el agua de un noviembre de 1975, se lava y regresa caminando a la primavera de 2023.
Desaparece de mi vista. Supongo que ir¨¢ pensando en una pr¨®xima carta luterana sobre el deseo, Sodoma, ?frica, las pasiones y las ideolog¨ªas. Interpretar¨¢ las nuevas formas del arroyo y sus v¨ªctimas entre las cenizas de Gramsci y el evangelio de San Mateo. Ver¨¢ ahogados en las copas de champ¨¢n y descifrar¨¢ lo que flota en los miedos, las costumbres, el Mediterr¨¢neo, sus turistas, las hijas de pap¨¢ y los hijos de la comunicaci¨®n. Al aterrizar en Fiumicino, me encuentro con Pasolini en un bar del aeropuerto. Sobre una servilleta salada escribe las palabras Europa y todav¨ªa.
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