Las guerras de Europa
La transici¨®n verde es el eje central de un impulso pol¨ªtico que se incorporar¨¢ a la Uni¨®n como relato y como proyecto
Somos el resultado de una sacudida. La guerra de Ucrania nos obliga a volver a las preguntas b¨¢sicas y la m¨¢s importante es la que sobrevuela sobre nosotros desde la invasi¨®n: ?qu¨¦ es Europa? La guerra nos ha hecho descubrir la posici¨®n relativa que ocupamos en el mundo, la famosa fractura entre nosotros y el resto del planeta, y la paz nos enfrentar¨¢ de nuevo a esa soledad porque, llegado el momento, Europa no estar¨¢ en la mesa de negociaci¨®n. Quiz¨¢, con todo, en este mundo cada vez m¨¢s brutal, nuestra Uni¨®n est...
Somos el resultado de una sacudida. La guerra de Ucrania nos obliga a volver a las preguntas b¨¢sicas y la m¨¢s importante es la que sobrevuela sobre nosotros desde la invasi¨®n: ?qu¨¦ es Europa? La guerra nos ha hecho descubrir la posici¨®n relativa que ocupamos en el mundo, la famosa fractura entre nosotros y el resto del planeta, y la paz nos enfrentar¨¢ de nuevo a esa soledad porque, llegado el momento, Europa no estar¨¢ en la mesa de negociaci¨®n. Quiz¨¢, con todo, en este mundo cada vez m¨¢s brutal, nuestra Uni¨®n est¨¢ demasiado inacabada para resistir la prueba, dice Pascal Lamy en El Grand Continent. Esa era, parad¨®jicamente, la definici¨®n del viejo Bauman, ¡°Europa como aventura inacabada¡±, como una idea que no tolera bien los l¨ªmites y, si los establece, es para mostrar su deseo de traspasarlos.
Tal vez sea la hora de delimitar este proceso pol¨ªtico en curso para fijar un proyecto evolutivo a medio y largo plazo. Europa debe aspirar a algo m¨¢s que a construirse en la pr¨¢ctica cotidiana, a recibir su impulso ¨²nicamente de las crisis. Pienso en ello en un foro que nos invita a reflexionar, curiosamente, sobre Espa?a, un proyecto tambi¨¦n inacabado, plural, abierto a interpretaciones. Me gusta pensar en Espa?a y Europa fuera del marco nacionalista: como proyecto o idea refutables y, por ello, provechosos. Espa?a como uni¨®n dentro de otra uni¨®n. Antes de morir, el fil¨®sofo Bruno Latour nos habl¨® de la guerra de Ucrania como un conflicto clim¨¢tico, pues a la vieja necesidad de defender las fronteras se le solapa la estrat¨¦gica (y existencial) de desprendernos del gas y el petr¨®leo rusos. Esta guerra que tanto nos empeque?ece ante el mundo nos abre la oportunidad de un nuevo liderazgo clim¨¢tico.
El crecimiento de la India ¡°vendr¨¢ de nuestras transiciones verdes¡±, dec¨ªa el analista indio Samir Saran en este peri¨®dico, y no es dif¨ªcil adivinar con qu¨¦ socios naturales construir¨¢ su futuro el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo. Mientras Rusia, gran proveedor de combustibles f¨®siles, est¨¢ anclada en una guerra del pasado, hoy se libra tambi¨¦n una guerra nueva y ecol¨®gica. No son simples ¡°preocupaciones medioambientales¡±: Europa est¨¢ inmersa en un segundo proceso constituyente. La transici¨®n verde es el eje central de un impulso pol¨ªtico que se incorporar¨¢ a la Uni¨®n como relato y como proyecto. Es nuestra oportunidad para asumir un liderazgo proyectado hacia afuera, construyendo una relaci¨®n m¨¢s equilibrada con el llamado Sur Global, pero tambi¨¦n hacia dentro, con Do?ana como ejemplo reciente de la l¨®gica de un Gobierno multinivel donde Europa es el marco de interpretaci¨®n pol¨ªtica de la gesti¨®n y las pol¨ªticas p¨²blicas medioambientales. Desde Ucrania hasta Do?ana, la guerra vieja y los conflictos del futuro nos fuerzan a repensar Espa?a y Europa desde el inevitable nuevo r¨¦gimen clim¨¢tico. Habr¨¢ quienes elijan seguir habitando el pasado o ponerse del lado del cortoplacismo electoral. Afortunadamente, cada vez se elevan m¨¢s voces ofreciendo relatos e im¨¢genes que acomoden nuestros ojos a la nueva realidad, dise?ando los mapas para que entremos sin miedo en ese territorio desconocido.