El analista Samir Saran: ¡°La India no estar¨¢ en el bando de nadie¡±
Presidente del ¡®think tank¡¯ m¨¢s influyente del pa¨ªs asi¨¢tico, el experto ofrece su punto de vista acerca del momento geopol¨ªtico y democr¨¢tico indio
La India vive una fase de creciente protagonismo internacional. Experimenta un fuerte auge econ¨®mico y disfruta de una interesante posici¨®n geopol¨ªtica en la que recibe el cortejo de Estados Unidos como socio frente al auge chino que los inquieta a ambos. A la vez, cuenta con hidrocarburos baratos de Rusia y estrecha lazos con pa¨ªses no alineados que no quieren verse involucrados en la pugna del eje Este-Oeste. En paralelo, se intensifican vibrantes cr¨ªticas de voces que observan un fuerte deterioro de la calidad democr¨¢tica del pa¨ªs. Las recientes pesquisas en la sede local de la BBC y la condena al opositor Rahul Gandhi simbolizan esas preocupaciones. El ¨ªndice de calidad democr¨¢tica compilado por The Economist Intelligence Unit muestra un claro deterioro entre 2014 ¨Da?o de llegada al poder de Narendra Modi¨D y 2022, as¨ª como lo hace el de la libertad de prensa recogido por Reporteros Sin Fronteras, donde la India queda en el puesto 150 de 180.
Sobre estos asuntos ofrece su punto de vista Samir Saran, el presidente de la Observer Research Foundation (ORF), un centro de estudios independiente indio, en una entrevista concedida en la sede central del IE University en Madrid. Hasta aqu¨ª lleg¨® para acudir a un encuentro organizado por la escuela de Pol¨ªticas, Econom¨ªa y Asuntos Globales de esa instituci¨®n educativa con representantes diplom¨¢ticos, acad¨¦micos y expertos en pol¨ªtica internacional. En t¨¦rminos geopol¨ªticos, Saran advierte de que, pese a las muchas convergencias con las democracias occidentales, Nueva Delhi no aceptar¨¢ un alineamiento en una din¨¢mica bipolar. ¡°La India no estar¨¢ en el bando de nadie¡±, se?ala. En clave interna, se muestra en desacuerdo con las alertas acerca del deterioro democr¨¢tico del pa¨ªs. El ORF, el think tank que preside, es considerado el m¨¢s influyente del pa¨ªs y el 20? a escala mundial en el ranking elaborado por la Universidad de Pensilvania.
Pregunta. El mundo atraviesa una fase de profundos cambios en las relaciones internacionales. El auge de China, con un gran crecimiento durante d¨¦cadas y un liderazgo pol¨ªtico cada vez m¨¢s asertivo en los ¨²ltimos a?os, es un factor clave a escala global y para la perspectiva india. ?C¨®mo lo ve?
Respuesta. El auge de China no es malo en s¨ª mismo. Su ascenso ha beneficiado a muchos, no solo en China. La cuesti¨®n es que lo que acompa?a al crecimiento econ¨®mico ¨Del sistema pol¨ªtico chino, su falta de transparencia sobre c¨®mo se toman las decisiones y la falta de acceso a las instituciones chinas para quienes se relacionan con China¨D es problem¨¢tico. Lo problem¨¢tico es la falta de rendici¨®n de cuentas para decisiones que realmente afectan a gran parte de la poblaci¨®n mundial. China es una superpotencia que no rinde cuentas. Esto es inc¨®modo. Es como tratar con una caja negra. A eso, toca a?adir sus ambiciones militares y su determinaci¨®n de saldar las cuentas de la historia, de redibujar las fronteras pol¨ªticas en el Himalaya o en los mares de China oriental y del sur. As¨ª que tenemos una superpotencia que no rinde cuentas y una superpotencia que pretende ser revisionista.
P. ?C¨®mo se responde a ello?
R. Para la mayor¨ªa de los actores racionales con capacidad de maniobra, que quieren un mundo m¨¢s justo y m¨¢s inclusivo, esto deber¨ªa significar trabajar juntos para encontrar formas de garantizar que el ascenso de China sea beneficioso y no malicioso. A su pol¨ªtica muscular hay que responder con una dosis pareja de m¨²sculo. Tenemos que trazar las l¨ªneas rojas y encontrar dentro de ellas un marco de compromiso econ¨®mico.
P. La India ha tenido hist¨®ricamente una relaci¨®n muy estrecha con Rusia, que se ha alineado claramente con Pek¨ªn y que conduce una invasi¨®n ilegal en Ucrania.
R. El pasado tiene su legado y su ritmo. Para la India hab¨ªa dos realidades contundentes. La realidad n¨²mero uno es que gran parte del mundo occidental decidi¨® poner su bandera del lado de Pakist¨¢n y, literalmente, neg¨® a la India el acceso a gran parte de los sistemas de combate que eran necesarios. As¨ª que la relaci¨®n de defensa con la URSS/Rusia fue el resultado de esa realidad concreta. La segunda, que para Occidente era m¨¢s importante asociarse con una China comunista que con una India democr¨¢tica. Hubo acciones en Naciones Unidas contra nuestros intereses, contra nuestra soberan¨ªa y nuestros intereses territoriales. Fue la Uni¨®n Sovi¨¦tica la que intervino y vet¨® muchas decisiones duras que estaban siendo promovidas por ciertos sectores en detrimento de la India. No hubo nadie del mundo libre que fuera emp¨¢tico. Ahora, si miramos hacia el futuro, el escenario es diferente.
P. ?C¨®mo lo ve?
R. Si uno se pregunta de d¨®nde va a venir el crecimiento de la India, la respuesta es de nuestras transiciones verdes, la revoluci¨®n tecnol¨®gica, el gran impulso de las infraestructuras y nuestra econom¨ªa del conocimiento apoyada por una poblaci¨®n joven. En cada uno de estos ¨¢mbitos, ?qui¨¦nes son los socios naturales de la India? D¨ªgame cualquier sector en el que pueda ver que Rusia es el proveedor dominante de tecnolog¨ªa o inversiones, conocimientos o capacidades. El futuro de la India va a depender siempre de nuestras asociaciones con Estados Unidos, Europa y pa¨ªses de Asia oriental como Jap¨®n y Corea del Sur. Rusia seguir¨¢ siendo un proveedor de combustibles f¨®siles y de ciertas materias primas, as¨ª como de algunos equipos de defensa. Pero, en la pr¨®xima d¨¦cada, cuando la India tenga un presupuesto de defensa anual de 200.000 millones de d¨®lares [unos 182.000 millones de euros] y un presupuesto de inversiones de 100.000 millones, la econom¨ªa rusa no tendr¨¢ capacidad para cubrir esa demanda anual. El crecimiento de la India excluye a Rusia de cualquier asociaci¨®n significativa, a menos que Rusia cambie por completo su arquitectura econ¨®mica.
P. ?Recurrir¨¢ la India a m¨¢s armamento occidental?
R. Ya hemos empezado a adquirir e invertir en capacidades de defensa nacionales y hemos incorporado plataformas y sistemas de seguridad occidentales. El periodo de apartheid en materia de defensa ha terminado. Pero hay que entender que este cambio va a ser m¨¢s lento de lo que ser¨ªa deseable, simplemente porque nos encontramos en dos frentes vivos. La India est¨¢ luchando en dos conflictos activos. No podemos permitirnos el lujo de transiciones dr¨¢sticas. As¨ª que el ritmo puede ser m¨¢s lento, pero la direcci¨®n est¨¢ muy clara.
P. La India, como China, se abstuvo en la votaci¨®n sobre la invasi¨®n de Ucrania en la Asamblea General de la ONU. ?C¨®mo hay que interpretar esa abstenci¨®n?
R. Creo que, considerando el pasado que hemos mencionado, la abstenci¨®n india es una pista importante, una expresi¨®n de que no apoyamos lo que est¨¢ haciendo Rusia. Y junto a la abstenci¨®n, si nos fijamos en las declaraciones que han surgido, realmente est¨¢n condenando esta invasi¨®n. As¨ª que creo que la India ha utilizado un enfoque muy equilibrado y justo que dice que no apoyaremos esto, la violaci¨®n de la integridad territorial de Ucrania, aunque nos neguemos a convertirnos en seguidores de otros con experiencias y agendas pol¨ªticas diferentes. Si volvemos a mirar un momento el pasado reciente, observaremos que muchos en Occidente odiaban la invasi¨®n estadounidense de Irak. Pero, ?cu¨¢ntos votaron en contra de Estados Unidos en Naciones Unidas? Muchos apoyaron una guerra falsa debido a su alianza o amistad y a un sentido de lealtad y fidelidad hacia quienes los hab¨ªan apoyado. ?Por qu¨¦ espera esto de los suyos y otra serie de respuestas de los dem¨¢s? La coherencia es una buena palabra para estos d¨ªas.
P. Hay una parte importante del mundo que no quiere verse forzada a alinearse en la creciente confrontaci¨®n en el eje Este-Oeste. ?Quiere la India posicionarse como l¨ªder de este amplio grupo de pa¨ªses?
R. Creo que la era de la globalizaci¨®n ingenua y de la pol¨ªtica global ingenua ha terminado. Ahora la gente va a tomar decisiones sensatas y esas decisiones no van a estar grabadas ideol¨®gicamente en su pecho. Se van a basar en la realidad del momento y en lo que funcione para sus intereses, para sus valores, para su gente. Todo ese marco ideol¨®gico global del siglo pasado, en el que tienes la alianza occidental y la alianza oriental, se ha acabado. La India quiere trabajar con todos los pa¨ªses que no quieran verse empujados a tomar decisiones binarias. Nuestro futuro econ¨®mico, nuestro futuro tecnol¨®gico est¨¢ con ciertas naciones, la mayor¨ªa de ellas en Europa Occidental y Estados Unidos y en Oriente Pr¨®ximo y ?frica. Pero nuestras asociaciones pol¨ªticas tendr¨¢n que estar al servicio de nuestra pol¨ªtica. Debemos apoyar ciertos principios. Debemos apoyar ciertos valores. Debemos apoyar ciertos intereses, nuestros intereses. Desde su independencia, la India siempre se ha mantenido al margen de los bandos pol¨ªticos. Y eso no va a cambiar. Un pa¨ªs que representa a una sexta parte de la humanidad no se va a sentar en el bando de nadie. Siempre va a defender y servir al 16% de la poblaci¨®n mundial.
P. Hay voces que alertan sobre el estado de salud de la democracia india. Recientemente, el opositor Rahul Gandhi ha sido condenado y despojado de su cargo en el Parlamento. Tambi¨¦n llaman la atenci¨®n unos registros en la sede de la BBC despu¨¦s de la publicaci¨®n de un documental cr¨ªtico con Modi. ?Se est¨¢ erosionando la democracia en la India?
R. Creo que la democracia es mucho m¨¢s vibrante ahora que en cualquier otro momento de la historia de la India. Hoy hay m¨¢s gente en la India que tiene una opini¨®n y la capacidad de expresarla sobre cada decisi¨®n, cada acontecimiento que tiene lugar y que afecta a su vida cotidiana. Piden cuentas a su Gobierno. La gente exige transparencia y niveles de eficacia. Ahora bien, hay que tener en cuenta que somos 1.400 millones de personas, lo que b¨¢sicamente significa que se producir¨¢n incidentes y acontecimientos espor¨¢dicos que, por su n¨²mero, pueden parecer alarmantes. Sin embargo, si tenemos en cuenta nuestro tama?o, los incidentes per c¨¢pita ser¨¢n mucho menores que en la mayor¨ªa de las dem¨¢s partes del mundo. Las cifras agregadas son enga?osas para un pa¨ªs de tama?o continental, pero los medios de comunicaci¨®n en lengua inglesa se alimentan de ellas y fomentan una determinada narrativa que emana de sus propias divisiones.
P. ?Qu¨¦ opina del caso de Gandhi?
R. Es el resultado de un caso antiguo, una sentencia de nuestro poder judicial independiente. Ha sido declarado culpable. Hay un proceso judicial y estoy seguro de que tanto ¨¦l como su partido y otros impugnar¨¢n la decisi¨®n. As¨ª que el proceso continuar¨¢. Actualmente, estamos siendo testigos de acciones policiales y brutalidad en las calles de Francia. Ese mismo incidente en la India habr¨ªa sido calificado por los medios de comunicaci¨®n occidentales como la acci¨®n de un Estado fascista. Deber¨ªamos abstenernos de este tipo de calificativos y las democracias hermanas deber¨ªan abstenerse de sentarse a juzgar. Todos estamos atravesando una ¨¦poca en la que la digitalizaci¨®n, la movilizaci¨®n y las pasiones individuales est¨¢n desafiando a las viejas instituciones, que tienen que volverse m¨¢s modernas, m¨¢s ¨¢giles, m¨¢s receptivas a las personas en este mundo digital. En la India, estamos reforzando nuestra democracia a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa, la capacitaci¨®n, la transparencia y la rendici¨®n de cuentas y, lo que es m¨¢s importante, seguimos expresando nuestra fe en hacerlo a trav¨¦s de las urnas: a nivel nacional, una vez cada cinco a?os, pero cada pocos meses hay una gran regi¨®n en la India que se somete a elecciones. Y tenemos un sistema judicial que discrepa regularmente del Gobierno y anula sus decisiones. Si se leen las ¨²ltimas sentencias del Tribunal Supremo, se puede comprobar que el sistema judicial y otras instituciones siguen garantizando la solidez del sistema de control y equilibrio en la India.
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