Los pol¨ªticos y el perd¨®n
Los lectores escriben de los errores de la clase pol¨ªtica, las banderas rojigualdas que se colgaron en los balcones, el h¨¢bito de lectura y los proyectos para las elecciones municipales
?Pero por qu¨¦ les costar¨¢ a los pol¨ªticos tanto pedir perd¨®n? Pedir perd¨®n les hace m¨¢s humanos, pedir perd¨®n es un acto de contrici¨®n que en ese mismo instante lleva la penitencia. Si te equivocas haciendo leyes, rectifica y pide perd¨®n; si cometes un acto de corrupci¨®n o, sabi¨¦ndolo, no lo evitas, pues te vas a casa y pides perd¨®n; si hoy dices una cosa y ma?ana haces la contraria, pide perd¨®n, pero no digas: ¡°No lo volver¨¦ a hacer m¨¢s¡±. Y si al final eres incapaz de cumplir tu programa electoral al 100%, no pasa nada, pero pide perd¨®n. Pedir perd¨®n es un acto que honra, te hace de carne y hueso, los tuyos lo van a entender y el resto acabar¨¢ acept¨¢ndolo, pues hasta el mejor escribiente echa un borr¨®n. El problema tambi¨¦n est¨¢ en que te advierten de que te vas a equivocar y pasas de todo. Por cierto, pedir disculpas debe hacerse convencido de ello, sin matices, sin ambages, sin titubeos, poni¨¦ndose siempre en el lado del receptor, con empat¨ªa y sincera predisposici¨®n. Lo otro es puro teatro.
Luis Solanas Cebolla. Zaragoza
El estado de las banderas
De repente, muchas ventanas en edificios de vecinos y hasta algunos tejados de casas bajas se poblaron con banderas rojigualdas. A algunos molest¨® tal despliegue de ense?as, hasta entonces solo visibles en edificios p¨²blicos. Al principio mostraban flamantes el ardor patrio de tantos y su orgullo por los ¨¦xitos deportivos. Hoy muchas est¨¢n deshilachadas, sus colores desva¨ªdos y m¨¢s de una con sietes. Se mantienen descuidadas y olvidadas por sus indiferentes due?os. Quiz¨¢s se debieran aplicar las leyes sobre la exhibici¨®n y cuidado de los s¨ªmbolos constitucionales a los ardorosos ciudadanos que las exhiben en sus fachadas y tejados.
Jos¨¦ Mar¨ªa Caballero y Covadonga. Villalbilla (Madrid)
Leer para creer
Leer es viajar por todos los rincones y perspectivas. Leer es, para la mente curiosa, como mirar por una ventana que cambia de paisaje cada vez que se abre. La lectura nos hace capaces de saber lo que se siente en otros zapatos. El h¨¢bito de leer es el b¨¢lsamo que nuestra herida sociedad necesita para cultivar la tolerancia y comprensi¨®n del mundo que nos rodea. Para sanar. Yo creo que se puede. Ojal¨¢ nos demos cuenta a tiempo.
Cristina Ben¨ªtez Coll. Llucmajor (Baleares)
Dos modelos
El pr¨®ximo 28 de mayo se celebran elecciones municipales para designar qui¨¦n administrar¨¢ nuestro pueblo o ciudad. A grandes rasgos, y con todos los matices que queramos, hay dos modelos evidentes en pugna: quienes piensan en verde para oxigenar nuestro aire y quienes se dedican a talar ¨¢rboles sin tasa para sembrar de cemento sus plazas; quienes apuestan por una movilidad limpia y sostenible y quienes anuncian que suprimir¨¢n los carriles-bici; quienes trabajan para que los peatones ganen espacio en las calles y quienes batallan por meter el coche en el centro cual caballo de Troya. Entre un concejo abierto y un concejo gorrilla que solo piensa en aparcar. En suma, la ciudadan¨ªa deber¨¢ optar el 28-M entre liberar su presente o hipotecar su futuro, entre ser una ciudad vivible o no serlo. Esa es la verdadera elecci¨®n.
Gonzalo de Miguel Renedo. Logro?o
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