La sanidad privada ni siquiera es rentable
Es solo cuesti¨®n de tiempo que el desmantelamiento de la sanidad p¨²blica empiece a matar un n¨²mero significativo de gente
Hay quien todav¨ªa piensa que privatizar la sanidad multiplicar¨¢ la oferta y mejorar¨¢ los servicios. Que la competencia producir¨¢ abundancia. Esto puede ocurrir cuando el servicio es electivo, pero ?puedes elegir tratamiento cuando te falla el ri?¨®n? Lo vemos en el dentista y el oculista. No se puede negociar con la miop¨ªa o el dolor de muelas. Incluso con el veterinario. Alguna vez me gast¨¦ el alquiler tratando de salvar a mi gato. ...
Hay quien todav¨ªa piensa que privatizar la sanidad multiplicar¨¢ la oferta y mejorar¨¢ los servicios. Que la competencia producir¨¢ abundancia. Esto puede ocurrir cuando el servicio es electivo, pero ?puedes elegir tratamiento cuando te falla el ri?¨®n? Lo vemos en el dentista y el oculista. No se puede negociar con la miop¨ªa o el dolor de muelas. Incluso con el veterinario. Alguna vez me gast¨¦ el alquiler tratando de salvar a mi gato. No quiero imaginar lo que es tener un hijo con fallo intestinal y no tener acceso al tratamiento o la operaci¨®n.
La sanidad universal es preventiva, busca optimizar la salud. La privada es selectiva y busca otra cosa. Lo expresaba bien Goldman Sachs en un informe de 2018 donde dec¨ªa que ¡°curar enfermedades no es negocio¡± porque la gen¨®mica est¨¢ a punto de transformar la industria de la salud. Pon¨ªa como ejemplo el tratamiento de Gilead Sciences para erradicar la hepatitis C. ¡°El ¨¦xito del tratamiento ha ido reduciendo el nicho de pacientes disponibles. (...) En una enfermedad infecciosa, curar pacientes reduce tambi¨¦n el n¨²mero de transmisores del virus, reduciendo la incidencia de nuevos infectados. Cuando la reserva de incidencia es estable (por ejemplo, c¨¢ncer), el potencial de una cura supone menos riesgo para la sostenibilidad del negocio¡±.
La gente sin seguro m¨¦dico espera a estar grave antes de ir a la consulta. Es m¨¢s susceptible de contagiar enfermedades y de desarrollar enfermedades cr¨®nicas que requieren hospitalizaci¨®n. Tener un seguro tampoco garantiza el acceso. Cuando pasan a ser negocio, los servicios sanitarios se distribuyen buscando oportunidad econ¨®mica y no cubrir una necesidad. En Australia, los servicios m¨¦dicos han abandonado las zonas rurales y a las comunidades abor¨ªgenes, disparando la incidencia de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, diabetes y c¨¢ncer terminal.
El modelo produce interesantes paradojas. EE UU gasta m¨¢s en sanidad que ning¨²n otro pa¨ªs del mundo pero su esperanza de vida no deja de bajar. La privada paga m¨¢s por los f¨¢rmacos, materiales quir¨²rgicos, im¨¢genes de diagn¨®stico y administraci¨®n. Cuando los servicios se optimizan para ser rentables, los pacientes que tienen seguro acaban pagando demasiado por pruebas que no necesitan. Los que m¨¢s las necesitan no se las pueden permitir.
La mortalidad materna sube desde que la administraci¨®n Reagan implant¨® pol¨ªticas de libre mercado y recorte p¨²blico en salud. En 2021 murieron 1.205 mujeres en sus hospitales por complicaciones del parto. La mitad eran afroamericanas, seguidas de cerca por ind¨ªgenas y latinas. La mortalidad de las mujeres con graduado escolar fue 2,8 veces mayor que entre las licenciadas universitarias.
Espa?a es de los pa¨ªses de la OCDE que menos gasta en sanidad, pero vivimos tres a?os m¨¢s que la media y cuatro m¨¢s que EE UU. Nuestra esperanza de vida ha subido de los 70 a los 83 a?os desde 1970. Nuestra tasa de mortalidad materna es la m¨¢s baja despu¨¦s de Islandia. Esa racha se ha acabado. Es solo cuesti¨®n de tiempo que el desmantelamiento de la sanidad p¨²blica empiece a matar un n¨²mero significativo de gente. Lo racional ser¨ªa cambiar su modelo por el nuestro. A qui¨¦n beneficia que sea al rev¨¦s.