La gran caries de la sanidad p¨²blica
Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses de la UE sin cobertura p¨²blica dental. El PSOE y otros partidos prometen extender la protecci¨®n con distintas propuestas. Supondr¨ªa el 10% del gasto en sanidad
Costaba que Santiago y Ana sonrieran. Sus dientes, castigados por el tabaco, el tiempo y el p¨¢nico al dentista (en el caso de ella), se escond¨ªan entre enc¨ªas inflamadas, te?idos de un gris mortecino. Ambos, con nombre supuesto, se acercan a los 60 a?os. ?l es delineante y ella secretaria de direcci¨®n. "Estuvimos m¨¢s de un a?o de tratamiento", recuerda ¨¦l, "adem¨¢s de los empastes, a m¨ª me tuvieron que poner un implante y carillas y a Ana, tambi¨¦n carillas. Pero estamos contentos, ya no nos duele nada y luego est¨¢ el tema est¨¦tico, que es importante". La factura, 20.000 euros entre los dos. Renunciaron a salidas, viajes y hasta a su abono de la ¨®pera para volver a abrir la boca.
El 21% de espa?oles no visita al dentista por motivos econ¨®micos
La pareja no tuvo m¨¢s opci¨®n que rascarse el bolsillo, porque la odontolog¨ªa para adultos, salvo extracciones de dientes, flemones o traumatismos, no est¨¢ incluida en la cartera de servicios de la sanidad p¨²blica. Por el momento. El acceso a una atenci¨®n p¨²blica odontol¨®gica ha aparecido en la agenda pol¨ªtica espa?ola en las ¨²ltimas elecciones. Constituye la medida sanitaria estrella del PSOE, aunque no es el ¨²nico partido que la ha incluido. Todas las formaciones estatales, salvo Vox, la abordan. Unidas Podemos se compromete a ofrecer odont¨®logo gratuito con servicios b¨¢sicos "como empastes, limpiezas, ortodoncias, endodoncias, pr¨®tesis y f¨¦rulas". Ciudadanos oferta esta atenci¨®n a los menores y el PP "programas de atenci¨®n" para colectivos m¨¢s vulnerables. Ana Prieto, portavoz de Sanidad de los socialistas, explica que el dentista p¨²blico llegar¨¢ de forma gradual, "empezando por ni?os, embarazadas, mayores y personas con discapacidad". En eso, el PSOE coincide con lo que los profesionales consideran colectivos de atenci¨®n preferente.
Cada hogar espa?ol gast¨® de media en 2015 ¡ª¨²ltimo a?o con cifras disponibles en el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE)¡ª 435 euros en el dentista, una cantidad similar a la destinada a gafas, ortopedia o aud¨ªfonos. Estos conceptos copan el grueso de lo que desembolsan en salud, unos 1.000 euros. Seg¨²n el Consejo de Dentistas, una de cada cinco personas (21%) no visita al odont¨®logo por motivos econ¨®micos.
As¨ª, Espa?a es una rareza en su entorno, porque el grueso de los pa¨ªses de la UE sufraga al menos una parte de ese gasto. Alemania es la naci¨®n con mayor cobertura (soporta el 68% del coste), seguida de Croacia (61%), Eslovaquia (56%) y Eslovenia (51%), seg¨²n datos de la Comisi¨®n Europea. "Cuando dicen que disfrutamos de la mejor sanidad p¨²blica del mundo, les respondo que s¨ª, pero si nos olvidamos de que tenemos boca y gafas", incide el m¨¦dico y diputado socialista por Madrid Jos¨¦ Manuel Freire, redactor de la ley de salud bucodental auton¨®mica. "Y el estado de nuestra boca es un marcador de desigualdad. A mayor educaci¨®n y m¨¢s renta, mejor es la salud bucodental". ?Y c¨®mo estamos? Pr¨¢cticamente todos los adultos mayores de 35 tienen o han tenido caries, seg¨²n la ¨²ltima Encuesta de Salud Oral en Espa?a, de 2015. A los 12 a?os uno de cada tres ni?os ya est¨¢ fichado por esta enfermedad y un 14% mantiene activas esas grutas negruzcas. A los 15 a?os, el 35% de los adolescentes ricos padece o ha padecido caries. Los pobres est¨¢n peor: la mitad est¨¢n afectados. La enfermedad periodontal y la carencia de pr¨®tesis empeoran en los m¨¢s desfavorecidos.
Problema global
Un reciente especial de la revista The Lancet firmado por especialistas de 10 pa¨ªses alerta de la desastrosa salud de las bocas en todo el mundo (la mitad de todos los pobladores, 3.500 millones de personas, tiene alguna enfermedad bucodental) y recomienda encarecidamente la cobertura universal, una tendencia, advierten, que se est¨¢ abriendo paso. "M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n mundial no ha visto a un dentista en su vida y nunca lo ver¨¢ si no conseguimos integrar la atenci¨®n bucodental en los centros de salud", dice uno de los autores, Habib Benzian, profesor de la Universidad de Nueva York y editor del Atlas de Salud Bucodental de la Federaci¨®n Dental Internacional.
A mayor educaci¨®n y renta, mejor es la salud bucodental, seg¨²n los expertos
"Los cuidados dentales no han estado nunca en la agenda, en parte porque se considera que tanto la caries como la enfermedad periodontal no son dolencias graves que comprometan la vida de los pacientes", dice el economista de la salud Fernando I. S¨¢nchez Mart¨ªnez, profesor de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Murcia. "Adem¨¢s no son contagiosas".
"Aunque son muy comunes", mantiene Benzian, tambi¨¦n director asociado del Centro Colaborador de la OMS para la mejora e investigaci¨®n dental, "el cuidado de la boca se ve frecuentemente como un lujo y no como parte de los servicios de salud b¨¢sicos",
?Cu¨¢nto costar¨ªa extender la cobertura? "7.000 millones de euros, alrededor del 10% del gasto p¨²blico en salud", apunta el economista S¨¢nchez Mart¨ªnez. Este ascendi¨® en 2017 a 74.150 millones de euros, seg¨²n el Sistema de Cuentas de Salud. Los odont¨®logos espa?oles apoyan esa cobertura. "Defendemos claramente que las prestaciones bucodentales reciban, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la UE, alg¨²n tipo de subvenci¨®n para el paciente", explica el vicepresidente del Consejo de Dentistas, Francisco Jos¨¦ Garc¨ªa Lorente. "Somos muy conscientes de que esta propuesta es compleja por los costes".
En naciones ricas, como Espa?a, mantiene Benzian, se estima que las enfermedades bucodentales "son las cuartas afecciones m¨¢s caras de tratar". Ello es debido al uso de tecnolog¨ªa muy avanzada. Y cita las pr¨®tesis por la complejidad del trabajo en el laboratorio.
En el coro de demandas para que la atenci¨®n bucodental se equipare a cualquier otra especialidad dentro del sistema de salud, figuran expertos como Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica. "Mantener la boca sana redunda en una mejor salud, est¨¢ muy comprobado", asegura. Desde el grave riesgo de extensi¨®n de infecciones hacia el torrente sangu¨ªneo hasta la relaci¨®n de la periodontitis con tumores, infecciones y problemas estomacales, y no menos importante, la detecci¨®n precoz del c¨¢ncer oral, seg¨²n recoge la Federaci¨®n Dental Internacional.
Siete comunidades tienen cobertura p¨²blica dental para ni?os y adolescentes
Ocho regiones funcionan con un modelo concertado y dos con uno mixto
Las asociaciones de consumidores, desbordadas por esc¨¢ndalos como el de iDental, se suman: "Tendr¨ªa que haber unas prestaciones b¨¢sicas en el sistema p¨²blico", dice Jordi Castilla, portavoz de Facua, "y desde luego, herramientas de control para evitar los abusos de las franquicias en las que prima el inter¨¦s comercial". iDental, una red de cl¨ªnicas que ofrec¨ªa servicios de bajo coste, cerr¨® el pasado a?o dejando a centenares de miles de personas con las bocas a medio arreglar y endeudadas, v¨ªctimas de una estafa de m¨¢s de 60 millones de euros.
Es el ¨²ltimo de los fraudes masivos en un panorama con muchos m¨¢s dentistas de los recomendados por la OMS. En Espa?a hay uno por cada 1.300 habitantes, cuando el organismo internacional establece que la ratio sea de uno por cada 3.500 ciudadanos. Pero ni siquiera ese n¨²mero de profesionales hace que los ciudadanos acudan a ellos. Solo la mitad de los espa?oles (el 46% en 2017) van anualmente, tal y como recomiendan los especialistas. Algo que tambi¨¦n tiene que ver con el dinero. Los m¨¢s ricos van m¨¢s, el 60% lo hace, frente al 35% de los m¨¢s pobres, revela la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. El dentista supone una carga econ¨®mica pesada para uno de cada cuatro hogares, y se agrava entre los que tienen menos renta: para casi un tercio de los pobres (28,9%) el gasto en dentista es poco asumible.
El aspecto econ¨®mico no es, sin embargo, la raz¨®n fundamental para no ir, tampoco la fobia al torno o a los pinchazos de la anestesia, que aducen el 15% de los preguntados: "El principal motivo [56%] es la sensaci¨®n de que no necesitan hacerse nada", dice Lorente. "Queda mucha labor educativa para explicar la importancia de las revisiones, se pueden diagnosticar problemas ocultos o prevenir futuras dolencias".
Concienciar en prevenci¨®n
Los ni?os, que son clave en el devenir de la salud dental, son quienes obtienen m¨¢s atenci¨®n p¨²blica. Como consejero de Sanidad vasco, Jos¨¦ Manuel Freire instaur¨® en 1990 el primer sistema de cobertura dental para ni?os entre los siete y los 15 a?os, el Programa de Asistencia Dental Infantil, en el que se concierta con odont¨®logos privados la atenci¨®n pag¨¢ndoles una cantidad anual por cada paciente. El resultado, 28 a?os despu¨¦s, es que el 74% de los ni?os vascos de 12 a?os est¨¢n libres de caries; en 1998 solo lo estaba el 18%.
Hoy, siete comunidades m¨¢s poseen este programa: Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Baleares, Canarias, Extremadura, Murcia, y Navarra, aunque la tasa de uso es muy variable. Siete tienen cobertura p¨²blica para ni?os y adolescentes (Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, Madrid, Catalu?a y Comunidad Valenciana) y dos un modelo mixto (Castilla y Le¨®n y Castilla-La Mancha), donde los tratamientos sencillos los hace un dentista p¨²blico y los complejos se conciertan con uno privado. Aunque los especialistas, en una publicaci¨®n oficial del Consejo de Dentistas, dicen que la cobertura p¨²blica es "ca¨®tica", porque, aseguran, no existen cuidados en el embarazo ni para dentici¨®n provisional.
¡°La industria se une a nosotros para desviar la atenci¨®n¡±
La odont¨®loga estadounidense Cristin Kearns, de 47 a?os, firma uno de los art¨ªculos de las series de The Lancet sobre salud bucodental. Es profesora en la facultad de Odontolog¨ªa de la Universidad de California en San Francisco y forma parte de SugarScience, un centro documental amparado por el campus que ofrece informaci¨®n sobre el impacto de los az¨²cares en la salud. Dej¨® su trabajo de administradora de una cl¨ªnica dental para investigar el papel de la industria azucarera en las pol¨ªticas sanitarias.
Pregunta. ?Cu¨¢les son los principales hallazgos de su investigaci¨®n?
Respuesta. Desde que escrib¨ª el art¨ªculo sobre c¨®mo la industria del az¨²car influy¨® en los trabajos del Instituto Nacional de Investigaci¨®n Odontol¨®gica [publicado en 2015 en la revista PLOS Medicine y en el que se analizan 319 documentos internos de la industria datados entre 1959 y 1971, adem¨¢s de ficheros del instituto nacional] he sido muy consciente de que la industria del az¨²car tiene una trayectoria de influir en el sector de la salud bucodental.
P. ?Cu¨¢les son los modos y estrategias de esa industria?
R. Nuestro comentario en The Lancet advierte de las relaciones entre la industria alimentaria y el sector de salud bucodental que todav¨ªa existen hoy. Sugerimos que una de las razones por las que la industria conserva esos v¨ªnculos es para mantener al sector enfocado en soluciones que no tienen que ver con la dieta para mejorar la salud bucodental, desviando la atenci¨®n de las estrategias de reducci¨®n de az¨²cares.
P. ?El aumento del consumo de az¨²car es clave en el empeoramiento de la salud bucodental?
R. Lo dice la OMS en sus recomendaciones. Un an¨¢lisis de estudios cohorte en ni?os sugiere una asociaci¨®n positiva entre la ingesta de az¨²cares libres y la caries cuando aquella supone m¨¢s del 10% de todo el aporte de energ¨ªa. En otros tres estudios, si el 5% de todo el aporte energ¨¦tico era de az¨²cares supon¨ªa niveles m¨¢s bajos de caries. Pero la fiabilidad de los estudios cohorte fue moderada y la de los estudios de poblaci¨®n muy baja.
P. ?Qu¨¦ es lo que tienen que hacer las autoridades para reducir el consumo de az¨²car?
R. El objetivo es llegar a las recomendaciones de la OMS o superarlas [la organizaci¨®n pide no rebasar el 10% de az¨²cares a?adidos en la ingesta cal¨®rica diaria y recomienda no superar el 5%].
P. ?Es gravar los alimentos azucarados la mejor manera de reducir el consumo de az¨²car?
R. La OMS lo considera la estrategia m¨¢s efectiva.
P. Sorprende el escaso n¨²mero de pa¨ªses que lo han hecho. ?Por qu¨¦?
R. Es una pregunta complicada. Pero la oposici¨®n de la industria es ciertamente un factor importante.
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