Pacto de Estado por la sanidad
Las listas de espera siguen creciendo y confirman que el sistema padece una disfunci¨®n grave y estructural a la que hay que enfrentarse con urgencia
En lugar de mejorar, empeoran. El aumento de todos los indicadores de las listas de espera para ser atendidos en la sanidad p¨²blica debe considerarse uno de los mayores fracasos de gesti¨®n de los poderes p¨²blicos en Espa?a. El Servicio Nacional de Salud es, junto al sistema educativo, el principal activo del Estado de bienestar en nuestro pa¨ªs y evitar que se deteriore deber¨ªa ser una prioridad absoluta. Las listas de espera son el principal term¨®metro de ese deterioro y el hecho de que contin¨²en empeorando indica que el problema no se est¨¢ abordando de forma satisfactoria.
Superada la pandemia, ha transcurrido tiempo suficiente para ponerse al d¨ªa en la atenci¨®n demorada. Las actuales listas de espera baten un nuevo r¨¦cord y son consecuencia de la creciente disparidad entre los recursos disponibles, tanto humanos como instrumentales, y la creciente demanda provocada por el envejecimiento de la poblaci¨®n. En diciembre de 2022 se alcanz¨® la cifra m¨¢s alta de pacientes en espera de una intervenci¨®n quir¨²rgica: 793.521, de los que 174.574 llevan m¨¢s de seis meses esperando. Esta lista se ha incrementado en 87.781 pacientes respecto del a?o anterior, lo que revela que las medidas adoptadas est¨¢n fracasando. Que en 2022 se hayan realizado unas 22.000 intervenciones quir¨²rgicas menos que en 2019 ya no puede explicarse por la sobrecarga de la pandemia, sino por una disfunci¨®n grave y estructural del propio sistema.
Tambi¨¦n ha aumentado el tiempo medio de espera, que ahora es de 122 d¨ªas, frente a los 113 de junio pasado. Pero esta cifra puede ser enga?osa, pues algunas comunidades aplican criterios de notificaci¨®n que permiten ocultar una parte de la demora. En todo caso, un promedio tan alto significa que hay esperas extremas de bastante m¨¢s de un a?o, lo que resulta del todo inaceptable. Igualmente grave es el aumento de la demora para ser atendido por un especialista, que es tres meses de media y puede tener graves consecuencias pues de esa visita depende muchas veces el diagn¨®stico de patolog¨ªas graves, y la demora puede afectar al pron¨®stico.
Disponer de un servicio nacional de salud, de acceso universal y gratuito, es vital para la cohesi¨®n social del pa¨ªs. En los ¨²ltimos a?os ha entrado en un peligroso proceso de degradaci¨®n por falta de recursos, sin que se observe una respuesta pol¨ªtica acorde con la gravedad del problema. El hecho de que la gesti¨®n del sistema est¨¦ descentralizada y sean las comunidades aut¨®nomas las que tengan que dar cuenta de los resultados diluye la responsabilidad pol¨ªtica global. Pero el malestar se extiende, no solo entre los profesionales, sino tambi¨¦n entre los pacientes. La situaci¨®n requiere un pacto de Estado que permita al sistema p¨²blico de salud superar sus actuales deficiencias y encarar los retos del futuro, que ser¨¢n a¨²n mayores. Ese deber¨ªa ser el principal objetivo del nuevo ministro de Sanidad.
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