Puertas al campo
Los lectores escriben sobre las viviendas construidas de forma ilegal, la situaci¨®n de la ciudad de Aranjuez, los desahucios y la justicia social
A pesar de que para construir una vivienda en terreno r¨²stico es necesaria una parcela de unas dimensiones determinadas ¡ªque marca cada Comunidad Aut¨®noma¡ª, existen decenas de miles de casas con alambradas en todo su per¨ªmetro que afean el paisaje de la periferia de nuestras ciudades. Los subterfugios para llevar a cabo las obras son varios: como pedir la licencia para la edificaci¨®n de una caseta de aperos que luego se ampl¨ªa hasta obtener el espacio suficiente para una residencia. La ausencia de vigilancia contribuye a la creaci¨®n de ¡°poblados asim¨¦tricos¡± sin un m¨ªnimo de est¨¦tica en las edificaciones. Adem¨¢s, los vallados son un inconveniente para que muchas especies de la fauna aut¨®ctona puedan anidar y moverse libremente por espacios que anta?o les pertenec¨ªan. Para los que pensaban que era imposible poner puertas al campo, en determinadas zonas ya es una realidad irrefutable. Sin el control de estas infracciones a corto o medio plazo, los da?os ecol¨®gicos y paisaj¨ªsticos podr¨ªan ser irreparables.
Jos¨¦ Solano Mart¨ªnez. Cartagena (Murcia)
Aranjuez: una ciudad de terrazas
Aranjuez, antiguo epicentro de creaci¨®n cultural, se ha convertido en un espacio donde los pocos que luchamos por mantener viva la cultura y el ocio solo encontramos obst¨¢culos institucionales. Un lugar de antiguo esplendor arquitect¨®nico, convertido en ruinas, donde lo poco que se conserva en buen estado lo hace gracias a Patrimonio Nacional y no al Ayuntamiento local. Una ciudad ahogada por un transporte urbano e interurbano deficiente, por no hablar de la deplorable situaci¨®n de las carreteras. Aranjuez se ha convertido en la eterna terraza de bar, la ruina metaf¨®rica y literalmente, y una ciudad m¨¢s muerta que viva.
Martina Serrano Garc¨ªa. Aranjuez (Madrid)
Desahuciados
A mi familia la est¨¢n desahuciando de nuestra casa de toda la vida porque mi padre, titular del contrato, sufri¨® un infarto cerebral y est¨¢ ingresado en una residencia. Como mi madre, de 78 a?os, no figura en el contrato, la inmobiliaria nos quiere sacar a pesar de no deber nada y no haber causado problemas. En esta casa, mi hermano se quit¨® la vida hace a?os, pero a estos seres llenos de odio y maldad no les importa nuestro dolor. Ninguna autoridad o instituci¨®n nos ha ayudado en esta situaci¨®n. La calle nos espera.
David Carretero. Madrid
Grito de auxilio
Lo que dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, sobre la justicia social (que es un invento de la izquierda) sobrepasa todos los l¨ªmites de lo escuchado hasta ahora. Pero perdemos el tiempo si cometemos la ingenuidad de pensar que este es el ¨²ltimo disparate de la presidenta. Alguien puede pensar: ¡°Es mejor no hacerle ni caso¡±. Sin embargo, en mi opini¨®n, es necesario atender y analizar su discurso. ?C¨®mo es posible que hablando as¨ª pueda tener seguidores, miles y miles de seguidores que la voten de forma incondicional? Es un fen¨®meno sociol¨®gico que no alcanzo a entender. Desde aqu¨ª lanzo un grito de auxilio. Que alguien de la derecha, del centro, o de la izquierda me lo explique. Es imprescindible una explicaci¨®n.
Julio Garc¨ªa-Casarrubios Sainz. Ciudad Real
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