El reto y el placer de ser profesor
Los lectores escriben sobre la vocaci¨®n de la ense?anza, los incendios en Canad¨¢, la salud mental y las aspiraciones, los resultados electorales y el edadismo
Recuerdo el d¨ªa que dije que quer¨ªa seguir los pasos de mi madre y ser profesora de Historia: ¡°Manolo, otra m¨¢s para el paro¡±, dijo. Nunca he estado en el paro. Me he implicado en esta vocacional profesi¨®n hasta el ¨²ltimo poro de mi ser, inventando mil maneras de mejorar, de conectar, de comunicar mejor todo lo que me ped¨ªan y quer¨ªa transmitir. La gente cree que cualquiera puede dar clase, que es muy f¨¢cil. Los profesores no solo tenemos que gestionar una ingente labor administrativa y est...
Recuerdo el d¨ªa que dije que quer¨ªa seguir los pasos de mi madre y ser profesora de Historia: ¡°Manolo, otra m¨¢s para el paro¡±, dijo. Nunca he estado en el paro. Me he implicado en esta vocacional profesi¨®n hasta el ¨²ltimo poro de mi ser, inventando mil maneras de mejorar, de conectar, de comunicar mejor todo lo que me ped¨ªan y quer¨ªa transmitir. La gente cree que cualquiera puede dar clase, que es muy f¨¢cil. Los profesores no solo tenemos que gestionar una ingente labor administrativa y estar informados y actualizados en nuestras materias, tambi¨¦n tenemos que responder, orientar y encauzar los retos que surjan a los adolescentes. Cuando el profesor consigue captar la atenci¨®n y la confianza de un alumno se forja un v¨ªnculo m¨¢gico que no se olvida, y se eleva exponencialmente cuando este v¨ªnculo se extiende a toda la clase. Por eso esta profesi¨®n es tan emocionante, siempre hay un alumno o un grupo que hace que te desvivas, que te merezca la pena el esfuerzo, cada d¨ªa, cada a?o, cada curso, cada alumno es un reto que te hace luchar y trabajar por la educaci¨®n y con ello te engrandece y te renueva.
Marta Ler¨ªa Mosquera. Madrid
Incendios en Canad¨¢
Es curioso que sobre los graves efectos de los incendios del este de Canad¨¢ solo se hable de lo afectados que est¨¢n los pobres estadounidenses, como si no hubiera gente en Canad¨¢. Bueno, hay menos poblaci¨®n, eso s¨ª, a pesar de ser un pa¨ªs m¨¢s grande, pero la realidad es que esos incendios no solo est¨¢n imposibilitando la vida en la calle en Washington y Nueva York, sino tambi¨¦n en Ottawa ¡ªla capital¡ª y Montreal, Toronto, y muchas ciudades m¨¢s peque?as en Ontario y Qu¨¦bec, las provincias m¨¢s pobladas de Canad¨¢.
Eva Schnitzer Paltiel. Sitges (Barcelona)
Estamos rotos
Somos la generaci¨®n que no sabe si le late el coraz¨®n o la ansiedad. Que nos bajamos del mundo porque hemos normalizado la guerra, la ruina y la tristeza. Vivimos la ¨¦poca del ¡°estoy bien¡± por inercia, del vac¨ªo persistente y el alma hecha a?icos. Nada nos escandaliza o nos asusta y todo se nos hace cuesta arriba. Pero no porque seamos una generaci¨®n de cristal, sino porque hemos crecido sabiendo que el futuro es la mayor mentira junto con la de los Reyes Magos o el ¡°felices para siempre¡±. Y ahora somos el plato roto.
Roc¨ªo Torronteras Manzano. Madrid
Las proyecciones del 23-J
Me sorprende la lectura que hacen de nuestros votos el 28-M los analistas y su proyecci¨®n para el 23-J. Debo de ser un bicho muy raro que vot¨® en municipales y auton¨®micas teniendo en cuenta lo que, por competencias, podr¨ªan hacer en mi ciudad y en mi comunidad y cuyo voto ser¨¢ total y radicalmente diferente por igual motivo. ?Los dem¨¢s votan siempre lo mismo? Qu¨¦ curioso, ?no?
Ignacio Alonso Mart¨ªnez. Madrid
Perjudicada
Sufro edadismo, y sexismo. Llevo buscando trabajo desde hace casi 13 a?os. Tengo buen curr¨ªculum y no he dejado de formarme, pero no me llaman para entrevistas. Las empresas dicen que no cubren los puestos. No lo entiendo. Tendr¨¢n que hacer concesiones para que nos encontremos a mitad del camino, si no, todos saldremos perjudicados.
Ana P¨¦rez Gil. Vigo (Pontevedra)