?Qu¨¦ hay detr¨¢s de la visita de Lula al papa Francisco?
El presidente de Brasil pretende invitar al pont¨ªfice a Brasil para atrapar el apoyo de la Iglesia Cat¨®lica en su pa¨ªs
El presidente brasile?o, Lula da Silva, ha conseguido para este mi¨¦rcoles un encuentro oficial en el Vaticano con el papa Francisco a pesar de que el Pont¨ªfice argentino a¨²n se est¨¢ recuperando de su reciente intervenci¨®n quir¨²rgica.
Seg¨²n la agenda oficial, Lula va al Vaticano para invitar al papa a visitar Brasil y a conversar sobre los temas de la defensa del medio ambiente y las pol¨ªticas sociales que ¨¦l intenta implantar.
Hay, sin embargo, en los entresijos de esta visita algo m¨¢s que todo eso. Lula est¨¢ encontrando, por ejemplo, en este su tercer mandato, una fuerte resistencia con el poderoso mundo de las iglesias evang¨¦licas que tienen una fuerza especial en un Congreso en el que su Gobierno est¨¢ en minor¨ªa, dominado a¨²n por la extrema derecha bolsonarista.
Durante la campa?a, Lula hizo esfuerzos sobrehumanos para ganarse una parte de ese 30% de evang¨¦licos, que pronto alcanzar¨¢n a los cat¨®licos para quienes la izquierda sigue siendo el demonio y el partido de Lula, el PT, pretender¨ªa quitarles los privilegios de los que gozan en el ¨¢mbito econ¨®mico, como la liberaci¨®n de impuestos. Lula ser¨ªa un enemigo de la familia y defensor del aborto, seg¨²n ellos.
En los dos mandatos anteriores, Lula fue apoyado especialmente por los cat¨®licos, sobre todo por el ala progresista de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n y de las comunidades cristianas de base que actuaban con fuerza en las favelas y entre los m¨¢s pobres. Fueron los votos cat¨®licos quienes en realidad le llevaron al poder, as¨ª como los evang¨¦licos eligieron a Bolsonaro.
Durante su segundo mandato, fue Lula quien afirm¨® que nunca habr¨ªa llegado a la Presidencia sin los votos de los cat¨®licos. Se lo confi¨® en una larga entrevista a Juan Luis Cebri¨¢n y a la que estuve presente como corresponsal entonces de este diario en Brasil. Entre broma y broma, Lula que es en privado un gran seductor, mostr¨® a su entonces jefe de Gabinete, Gilberto Carvalho, que asist¨ªa a distancia a la entrevista: ¡°Escog¨ª a Gilberto como Jefe de Gabinete porque ¨¦l ya fue seminarista, quiso ser padre y se arrepinti¨® y por eso entiende mucho de Iglesia y tiene una relaci¨®n muy fuerte y positiva con las comunidades de base cat¨®licas, que me dieron el voto¡±.
Detr¨¢s de la mesa del despacho presidencial luc¨ªa entonces, y ha vuelto de nuevo ahora, un gran crucifijo de madera que llam¨® la atenci¨®n de Cebri¨¢n y que sigue presidiendo los trabajos del actual mandato de Lula.
El presidente brasile?o sabe que no va a poder contar con los evang¨¦licos en este tercer mandato. Y al mismo tiempo, la Iglesia Cat¨®lica de la antigua Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, considerada de izquierdas, que luch¨® contra la dictadura militar y que fue un fermento del Partido de los Trabajadores, ya no es la misma. Tambi¨¦n ella siente el influjo de la derecha que se respira en el mundo y los obispos y cardenales est¨¢n muy lejos de ser los progresistas del pasado.
Lula, con su olfato pol¨ªtico, sabe que hoy m¨¢s que ayer, necesita del apoyo abierto de los cat¨®licos. Quiere conquistarse a la jerarqu¨ªa cat¨®lica y a los obispos de hoy. ?Qu¨¦ mejor para ello que el espaldarazo del papa Francisco? Por eso, a pesar de que el papa ya estuvo en Brasil va a hacer 10 a?os y a¨²n no ha ido a Argentina, pretende que vuelva ahora, en este momento crucial para el nuevo Gobierno. Y va a invitarlo oficialmente. Resucita el Lula sagaz con gran olfato pol¨ªtico y no quiere perder tambi¨¦n a los cat¨®licos.
Pero hay a¨²n m¨¢s en ese viaje al Vaticano. Lula sabe que tambi¨¦n el papa Francisco est¨¢ empe?ado en resolver el problema de la guerra de Ucrania, pero sin enfrentarse al mismo tiempo a la Rusia de Putin, que es ortodoxa y siempre tuvo problemas en el di¨¢logo con Roma.
Lula va a ofrecer al Papa su ayuda para intentar acabar con esa guerra. Desde el principio quiso ser protagonista en esa batalla diplom¨¢tica que podr¨ªa asegurarle el Nobel de la Paz. Lula, aunque no mantiene las mejores relaciones con el l¨ªder de Ucrania. Lula sabe que tambi¨¦n el papa Francisco est¨¢ entre bastidores actuando con fuerza para convencer a la Iglesia Ortodoxa rusa a un acuerdo de paz.
Si Lula consiguiera convencer al papa Francisco de volver a Brasil, esta vez bajo su presidencia, no cabe duda que ser¨ªa una gran baza pol¨ªtica que obligar¨ªa a los obispos a dar un mayor apoyo a su Gobierno.
El hecho, sin embargo, de que el Papa haya querido recibir a Lula en este su estado complicado de salud, ya es una baza no peque?a para el mandatario brasile?o. Aunque no hay que olvidar al mismo tiempo que el Vaticano es maestro en diplomacia y que el papa Francisco es a la vez m¨¢s pol¨ªtico de lo que pueda aparecer, por lo que el resultado final de la visita de Lula al papa podr¨ªa ser m¨¢s publicitaria que real.
Pero eso es tambi¨¦n pol¨ªtica. Y Lula volver¨¢ a intentar disputar las elecciones en 2026 y pretende desafiar a la extrema derecha bolsonarista, que ya empieza a reorganizarse buscando un sustituto a Bolsonaro. O Lula puede pensar ya en lanzar a su esposa Janja, a quien le gusta la pol¨ªtica como a ¨¦l, algo que ya empieza a vislumbrarse en los c¨ªrculos pol¨ªticos.
De cualquier forma, una foto en este momento de Lula y de su esposa, Janja, en el Vaticano con el popular y carism¨¢tico papa Francisco no dejar¨¢ de ser un regalo pol¨ªtico para el presidente brasile?o a solo seis meses de su Gobierno.
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