La furia del antisanchismo
El PSOE ha minusvalorado quiz¨¢s el impacto de dejar a Podemos carteras como Igualdad, o incluso, dar por sentado que no hab¨ªa que hacer pedagog¨ªa respecto a los indultos del ¡®proc¨¦s¡¯ o sobre el apoyo de Bildu
La coletilla populista del antisanchismo funciona como un cubo donde arrojar cualquier malestar: no importa tanto el programa alternativo, como el revanchismo de ir a la contra. La pregunta es si la izquierda todav¨ªa puede hacer algo que no sea resignarse. El 23-J ir¨¢ de algo m¨¢s que de la cesta de la compra o la hipoteca. La derecha est¨¢ hipermovilizada porque la fibra identitaria ha calado muy hondo, como se vio el 28-M.
Es el error de esta legislatura: ...
La coletilla populista del antisanchismo funciona como un cubo donde arrojar cualquier malestar: no importa tanto el programa alternativo, como el revanchismo de ir a la contra. La pregunta es si la izquierda todav¨ªa puede hacer algo que no sea resignarse. El 23-J ir¨¢ de algo m¨¢s que de la cesta de la compra o la hipoteca. La derecha est¨¢ hipermovilizada porque la fibra identitaria ha calado muy hondo, como se vio el 28-M.
Es el error de esta legislatura: Pedro S¨¢nchez tal vez crey¨® que la ¨²nica gesti¨®n que juzgar¨ªan las urnas ser¨ªa la econ¨®mica. Su pesadilla desde que lleg¨® al poder en 2018 siempre fue que Espa?a se hundiera con la pandemia o la guerra, como le ocurri¨® al expresidente Zapatero. Este PSOE ha bebido mucho de esos fantasmas del pasado, del viejo mantra de que no sab¨ªa enfrentar las crisis. Y eso llev¨® a minusvalorar quiz¨¢s el impacto de dejar al arbitrio de Podemos carteras como Igualdad, o incluso, a dar por sentado que no hab¨ªa que hacer ninguna pedagog¨ªa respecto a los indultos del proc¨¦s o sobre el apoyo de Bildu.
As¨ª que la mayor paradoja de S¨¢nchez hoy es que el PSOE pueda perder las elecciones, aun cuando no hay una recesi¨®n como la de 2008, porque parezca escorado en lo identitario ¨Dal margen de otras hip¨®tesis econ¨®micas, aqu¨ª explicadas¡ª. La derecha ha nutrido la narrativa de que el presidente estaba radicalizado, y no casualmente. Laminar al Gobierno de los ERTE, del mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones o del incremento del salario m¨ªnimo pasaba por meter miedo respecto a los socios de la coalici¨®n.
Se infiere de la ¨²ltima encuesta de 40dB.: un 34,5% de los electores que en 2019 apost¨® por el PSOE quiz¨¢s no repetir¨ªa hoy ¡°por sus pactos con Bildu y partidos independentistas¡±. Un 21% declara que no lo har¨ªa ¡°por su coalici¨®n con Unidas Podemos¡±. Es decir, que las alianzas de los socialistas aparecen como motivo recurrente en un espectro de su electorado m¨¢s centrista y centralista. El ¡°c¨®mo ha gobernado¡± solo supone un 37,2% de quienes no repetir¨ªan.
Y muchos progresistas se preguntan, ?Qu¨¦ hacer? El PP lidera buena parte de los sondeos, y el bloque de la derecha roza la mayor¨ªa en otros. Parece dif¨ªcil frenar ciertas tendencias, pero la izquierda tiene al menos dos intuiciones.
La primera, que hacerse un Zapatero conmueve. Las redes sociales de simpatizantes de izquierda se deshicieron de orgullo ¡ªalgo in¨¦dito, desde hac¨ªa tiempo¡ª cuando el expresidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero defendi¨® en la Cadena COPE su legado sobre el fin de ETA, e incluso, cuando le entrevistaron en el Canal 24 Horas alabando los logros del Ejecutivo. Una parte de la izquierda se siente hundida porque cree inminente el Gobierno de las derechas, pero todav¨ªa reacciona ante el patrimonio de sus convicciones.
Y quiz¨¢s uno de los problemas de La Moncloa es no haber hecho pedagog¨ªa en otros temas delicados, por ejemplo, Catalu?a. Nadie del PSOE dice que la mayor pol¨ªtica reciente de Estado contra el independentismo han sido los indultos. Ya casi no se ven lazos amarillos, no hay victimizaci¨®n de los l¨ªderes del proc¨¦s, se ha esfumado el secuestro emocional del votante, y muchos independentistas no votan porque est¨¢n frustrados sin refer¨¦ndum: de ah¨ª su abstenci¨®n el 28-M y el desplome de ERC.
Segundo, algunos factores que hipermovilizaban a la derecha se han atenuado en estas semanas. La salida de Irene Montero amortigua parte de las cr¨ªticas por la ley del solo s¨ª es s¨ª. El PSN se neg¨® a apoyar a Bildu en la Alcald¨ªa de Pamplona, pese a que pueda perder el Gobierno de Navarra. Sumar no es un antagonista tan potente para el PP o Vox como lo era Podemos. El independentismo no presenta ya ninguna confrontaci¨®n realista contra el Estado.
As¨ª que estas elecciones ir¨¢n de algo m¨¢s que de las cosas del comer. El error de la izquierda fue creer que los discursos de Isabel D¨ªaz Ayuso o de Vox ven¨ªan de los m¨¢rgenes, y no irradiaban hacia el centro. La realidad es que el ¡°que te vote Txapote¡± y el ¡°Gobierno y socios ileg¨ªtimos¡± ha sido la mecha de la furia contra Pedro S¨¢nchez. El empuje del antisanchismo demuestra que los huecos identitarios que no se llenan, se ocupan, y que en pol¨ªtica no puede hablar solo a los propios. La palabra ¡°Espa?a¡± aparece en un lema reciente del PSOE. De eso ir¨¢ tambi¨¦n este 23-J.