La derecha populista encuentra terreno f¨¦rtil en Grecia
La aparici¨®n de varios partidos marginales y el auge de las formaciones ultra amenazan con ensombrecer los pr¨®ximos cuatro a?os de mandato de Mitsotakis
Kyriakos Mitsotakis fue reelegido el domingo para un segundo mandato como primer ministro griego, pero presidir¨¢ el pa¨ªs con el Parlamento m¨¢s derechista que ha visto el pa¨ªs desde la restauraci¨®n de la democracia en 1974, tras siete a?os de dictadura militar.
Aunque el resultado del domingo es sin duda una victoria pol¨ªtica y personal para Mitsotakis, cuyo partido obtuvo el 40,5% de los votos y 158 de los 300 esca?os del Parlamento griego, la aparici¨®n de varios partidos marginales y el auge de la extrema derecha amenazaron con ensombrecer su momento de gloria.
Entre los tres nuevos partidos figura el ultraderechista Spartiates (Espartanos), reencarnaci¨®n del partido neonazi Amanecer Dorado que entr¨® en el Parlamento griego en 2015 antes de que su c¨²pula fuera condenada por formar una banda criminal en 2020, lo que llev¨® a varios altos cargos a la c¨¢rcel. Uno de los condenados, Ilias Kasidiaris, apoy¨® a Spartiates desde su celda en prisi¨®n. Tras el anuncio de los resultados del domingo, el l¨ªder de Spartiates agradeci¨® a Kasidiaris haber proporcionado el ¡°combustible¡± para que el partido saliera elegido con un 4,7 % en las primeras elecciones en las que particip¨®.
Este escalofriante momento fue un recordatorio de que la extrema derecha, que cobr¨® protagonismo durante la larga crisis econ¨®mica del pa¨ªs, no ha desaparecido. Algunos expertos y pol¨ªticos afirmaron en 2019 que la elecci¨®n de Mitsotakis, que se presenta como un centrista apacible y favorable a las reformas, significaba la derrota del populismo y la extrema derecha en Grecia. Su an¨¢lisis era demasiado bonito, demasiado impregnado de ilusiones, para ser exacto.
Como si el regreso de la extrema derecha al Parlamento no fuera suficiente, las elecciones del domingo tambi¨¦n trajeron un nuevo tipo de partido de derechas a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica griega: los fundamentalistas religiosos. Hace unas semanas, poca gente conoc¨ªa el partido ultraconservador Niki, pero el domingo obtuvo un 3,7% de los votos. Ha aprovechado el apoyo que recibi¨® de algunos cl¨¦rigos ortodoxos griegos, sobre todo en el norte de Grecia, y un incipiente debate p¨²blico en torno a las pol¨ªticas de identidad, incluidos el derecho al aborto y las cuestiones LGBTIQ+.
El ¨²ltimo de los tres partidos marginales fue Plefsi Eleftherias (Curso para la Libertad), con un 3,1 %. Este partido es el veh¨ªculo personal de Zoe Konstantopoulou, antiguo alto cargo de Syriza. A pesar de sus antecedentes, Plefsi no puede calificarse de izquierdista. El partido carece de programa pol¨ªtico y su ¨²nico objetivo es lanzarse a una ret¨®rica populista que atraiga a los ¡°votantes antisist¨¦micos¡±.
Estos tres partidos se unieron al ultranacionalista y proPutin partido Soluci¨®n Griega, que fue reelegido con un 4,5%. De este modo, los cuatro partidos en cuesti¨®n obtuvieron algo m¨¢s del 16 % de los votos, m¨¢s que el Pasok, de centroizquierda, que reforz¨® su posici¨®n como tercer partido de Grecia tras aumentar su apoyo al 12,1 % el domingo.
De hecho, el respaldo a los cuatro partidos populistas fue casi igual al que obtuvo el principal partido de la oposici¨®n, Syriza. Tras obtener solo un 20,1% en las primeras elecciones del mes pasado, el porcentaje de votos del partido de izquierdas volvi¨® a caer hasta el 17,8% el domingo. El hundimiento de Syriza podr¨ªa explicar en parte el auge de los partidos marginales, en el sentido de que durante su r¨¢pido ascenso hace aproximadamente una d¨¦cada, los izquierdistas atrajeron a muchos votantes enfurecidos que arremet¨ªan contra el sistema en lugar de comprometerse con una ideolog¨ªa pol¨ªtica.
Sin embargo, esto no puede explicar del todo por qu¨¦ el 13% de los griegos que votaron el domingo lo hicieron a favor de racistas de derechas, fan¨¢ticos y te¨®ricos de la conspiraci¨®n. Para tener una imagen m¨¢s completa, tambi¨¦n tenemos que fijarnos en c¨®mo ha actuado el Gobierno en los ¨²ltimos cuatro a?os.
Tras los turbulentos a?os de la crisis y los rescates de la UE y el FMI, el primer ministro trat¨® intencionadamente de rebajar la toxicidad del debate p¨²blico griego y se present¨® como un primer ministro tecn¨®crata capaz de encontrar soluciones de ¡°sentido com¨²n¡± a los problemas del pa¨ªs. Sin embargo, cas¨® esto con la adopci¨®n de algunas posiciones de derecha dura en cuestiones en torno a las cuales Nueva Democracia tem¨ªa perder votantes en favor de partidos de extrema derecha y nativistas.
Desde el momento en que lleg¨® al poder en 2019, Mitsotakis hizo hincapi¨¦ en endurecer la estrategia de inmigraci¨®n de Grecia. Acus¨® a Syriza de aplicar una pol¨ªtica de ¡°fronteras abiertas¡± mientras estaba en el poder.
Aunque este enfoque ha recibido un fuerte respaldo p¨²blico, cualquier informe sobre la devoluci¨®n de embarcaciones con solicitantes de asilo o las quejas sobre el maltrato a los migrantes se han desestimado como obra de periodistas extranjeros que intentan socavar el Gobierno griego o de activistas a sueldo de traficantes de personas o de potencias extranjeras. Este ambiente t¨®xico ha beneficiado a la extrema derecha, como qued¨® patente en el hecho de que el reciente hundimiento de un pesquero que transportaba a cientos de migrantes frente a las costas de Grecia parece no haber hecho m¨¢s que aumentar el apoyo a los partidos de derechas durante los ¨²ltimos d¨ªas de la campa?a electoral.
Como hemos visto en toda Europa, cuando los partidos mayoritarios intentan dominar en cuestiones relacionadas con la identidad adoptando una ret¨®rica y unas pol¨ªticas extremas y casi autoritarias, acaban invariablemente alimentando a los nativistas y a la extrema derecha.
El auge de estos partidos marginales podr¨ªa volverse en contra de Mitsotakis. Aunque cuenta con una c¨®moda mayor¨ªa en el Parlamento, los reci¨¦n llegados, as¨ª como Soluci¨®n Griega, disponen de una plataforma desde la que pueden emprender la oposici¨®n m¨¢s populista y reaccionaria a todo lo que el Gobierno de centroderecha intente hacer en los pr¨®ximos cuatro a?os. Las pol¨ªticas impopulares ser¨¢n desestimadas como obra de traidores y cualquier deficiencia ser¨¢ vista como el fracaso de tecn¨®cratas liberales que no tienen en mente los intereses del pa¨ªs.
En los ¨²ltimos cuatro a?os, Mitsotakis ha sorteado con ¨¦xito numerosos retos ex¨®genos, como la covid, la crisis energ¨¦tica y la inflaci¨®n galopante. Pero puede que en los pr¨®ximos cuatro a?os, su mayor prueba venga del interior del sistema pol¨ªtico griego, donde la derecha populista ha encontrado terreno f¨¦rtil y tratar¨¢ de prosperar a su costa.
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