El Parlamento y la vigilancia
Al margen del resultado electoral, no parece f¨¢cil corregir la deriva en las Cortes Generales a la que contribuyen todos los partidos
¡°En muchas democracias actuales, el centro de gravedad del Gobierno pasa de los Parlamentos a la direcci¨®n presidencial maleada por los medios¡±, dijo el polit¨®logo australiano John Keane en el discurso inaugural del D¨ªa del Parlamentarismo, que se celebr¨® en Le¨®n para conmemorar las cortes convocadas all¨ª en 1188. En Espa?a no hemos llegado a la situaci¨®n de otros pa¨ªses, pero numerosos observadores se?alan el Parlamento como ejemplo de degradaci¨®n institucional.
La jurista Elisa de la Nuez ha criticado la p¨¦rdida de calidad en el procedimiento legislativo, con el abuso del decreto ley, de las proposiciones de ley por parte de partidos en el Gobierno para eludir tr¨¢mites, la elecci¨®n de procedimientos abreviados que restan espacio al debate o el empleo excesivo de enmiendas que no introducen una modificaci¨®n a la norma sino un contenido distinto. Le acompa?a la negligencia en el control del Ejecutivo. Las presidencias de las C¨¢maras han sido discutibles y no han contribuido a terminar con el obsceno bloqueo del CGPJ.
Ha escrito Manuela Carmena: ¡°Si se cumpliera el reglamento, si Congreso y Senado abordaran, directa y p¨²blicamente, la selecci¨®n de los candidatos sin supeditarla a oscuros pactos previos, habr¨ªamos ganado una batalla democr¨¢tica¡±. En un nivel m¨¢s grotesco, nuevos Parlamentos auton¨®micos tienen presidencias de Vox escapadas de un programa de telebasura.
En Arag¨®n, Marta Fern¨¢ndez borr¨® de las redes sociales sus cuentas, donde pon¨ªa en duda el origen de la pandemia, denominaba ¡°dictador comunista¡± a Pedro S¨¢nchez y arremet¨ªa contra el feminismo o la vacunaci¨®n. Gabriel Le Senne, presidente de la Asamblea balear, era contrario a la vacuna de la covid-19, aunque se la puso, camusiano, porque se lo pidi¨® su madre. Una paradoja de estas figuras del partido del nacionalismo espa?ol es su copia literal de la franja paranoica estadounidense; otra, que recuerden la xenofobia lun¨¢tica de algunos presidentes del Parlament catal¨¢n.
No auguran nada bueno, y, al margen del resultado electoral, tampoco parece f¨¢cil corregir la deriva en las Cortes Generales a la que contribuyen todos los partidos. Pero es importante hacerlo. Keane escribe de los Parlamentos y su tarea de vigilancia: ¡°Ayudan a redefinir la democracia y darle dientes. Implican mucho m¨¢s que las elecciones libres y justas: la libertad de los ciudadanos con respecto al poder predatorio en todas sus formas, incluyendo nuestra temeraria relaci¨®n con la Tierra que moramos¡±.
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