Mal cara a cara
Un debate embarrado entre S¨¢nchez y Feij¨®o sustrae a la ciudadan¨ªa las propuestas de gobierno de los dos candidatos
El debate televisado este lunes entre Pedro S¨¢nchez y Alberto N¨²?ez Feij¨®o deb¨ªa responder a algunas preguntas b¨¢sicas. ?Resultar¨ªa convincente Pedro S¨¢nchez al explicar los errores que han castigado su expectativa de voto? ?Conseguir¨ªa expresar por qu¨¦ la buena gesti¨®n econ¨®mica y de protecci¨®n social de su Gobierno en estos a?os debe continuar para consolidarse? Y para Feij¨®o: ?despejar¨ªa la duda sobre qu¨¦ parte del programa ultra e inconstitucional de Vox no est¨¢ dispuesto a aceptar para gobernar con ellos? ?Concretar¨ªa qu¨¦ propuestas tiene para los espa?oles adem¨¢s de la ret¨®rica caja vac¨ªa de derogar el sanchismo? Y sobre el proyecto europeo el gran debate en todo el continente en este momento es: ?cu¨¢les son los riesgos de compartir Gobierno con un partido abiertamente hostil a la cesi¨®n de parte de la soberan¨ªa a la Uni¨®n Europea, condici¨®n imprescindible para la pertenencia al club?
Lo que vimos anoche fue un mal debate que no respondi¨® a ninguna de las preguntas esenciales y que dej¨® a los ciudadanos indefensos ante una lluvia de datos que describ¨ªan dos realidades radicalmente distintas y totalmente objetivables pero que ninguna verificaci¨®n aclar¨® en directo en la era de la comunicaci¨®n instant¨¢nea. S¨¢nchez perdi¨® su oportunidad en el primer bloque, el de la econom¨ªa, cuando lejos de sacar ventaja de los excelentes datos que puede presentar a lo largo de la legislatura, perdi¨® la iniciativa, incapaz de rebatir con argumentos el dibujo catastrofista que Feij¨®o ofreci¨® con eficacia. A partir de ah¨ª, un S¨¢nchez crecientemente a la defensiva se conform¨® con un pugilato televisivo en lugar de buscar la confrontaci¨®n de ideas y modelos de gesti¨®n del pa¨ªs ante un Feij¨®o encaramado en la seguridad de su primera posici¨®n en las encuestas (junto al comod¨ªn de ETA). El debate sigui¨® entre el estruendo de las interrupciones repitiendo ambos el argumentario ya conocido durante toda la precampa?a sin encontrar el ox¨ªgeno de alta pol¨ªtica que formulase propuestas espec¨ªficas y definidas sobre las cuestiones que est¨¢n en juego en unas elecciones y en un momento decisivo para la historia de Europa como es este. Sobre la guerra de Ucrania y sus consecuencias se pas¨® de puntillas sin trasladar a los ciudadanos la trascendencia de sus efectos en todos los ¨®rdenes de nuestra vida cotidiana. Pero las grandes ausentes de la noche fueron, sin duda, la pol¨ªtica energ¨¦tica y la emergencia clim¨¢tica, en las que de nuevo S¨¢nchez pod¨ªa exhibir un compromiso de alcance europeo y ambicioso que apenas compareci¨® en sus intervenciones, y mucho menos en las de Feij¨®o, que comparte gobiernos auton¨®micos y municipales con negacionistas clim¨¢ticos. El l¨ªder popular demostr¨® su habilidad de nuevo para eludir directamente la cuesti¨®n clave de si gobernar¨¢ con un partido que desborda la Constituci¨®n como Vox y al que calific¨® de constitucionalista.
La incomparecencia de la Junta Electoral Central y la incre¨ªble dejaci¨®n de funciones negociadoras de los socialistas han permitido que el de anoche fuera, por decisi¨®n de Feij¨®o, el ¨²nico debate cara a cara entre los dos aspirantes con m¨¢s posibilidades de presidir el pr¨®ximo Gobierno de Espa?a. Tambi¨¦n por decisi¨®n de Feij¨®o, se celebr¨® en una televisi¨®n privada sin que los medios de titularidad p¨²blica dispusieran de la se?al para ofrecerlo a los ciudadanos que los sostienen con sus impuestos. Eso equivale a la privatizaci¨®n de un acontecimiento de indudable inter¨¦s p¨²blico. M¨¢s claro que cualquier programa electoral.
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