Un Gobierno sobre el R¨ªo Kwai
El voto progresista del 23-J no va de bipartidismos, va de apostar por reeditar un Gobierno de coalici¨®n. Cosa que no va a hacer el PSOE si no le alcanza con Sumar. Por tanto, quien hace la diferencia es Sumar
Si no fuera por la amenaza de probable cat¨¢strofe, la campa?a electoral del 23-J puede ser la m¨¢s anodina y desatendida que los m¨¢s ancianos del lugar recuerden.
Quiz¨¢ no fue la mejor de las ideas adelantar las elecciones. Tampoco alimentar las desavenencias en el Gobierno de coalici¨®n. Es muy ...
Si no fuera por la amenaza de probable cat¨¢strofe, la campa?a electoral del 23-J puede ser la m¨¢s anodina y desatendida que los m¨¢s ancianos del lugar recuerden.
Quiz¨¢ no fue la mejor de las ideas adelantar las elecciones. Tampoco alimentar las desavenencias en el Gobierno de coalici¨®n. Es muy probable que la creencia de que Feij¨®o era m¨¢s dialogante que Casado ha alejado al PSOE de ser m¨¢s firme en la defensa del ¨¢rea izquierda. Pretender que la derecha espa?ola podr¨ªa parecerse a Angela Merkel es como suponer que el l¨ªder de Desokupa se sabe de memoria poemas de Cernuda.
El final de 1984 de Orwell cierra, implacable, con una bomba de racimo en los mecanismos m¨¢s profundos de la angustia. El poder autoritario no solo vigila las 24 horas del d¨ªa, sino que conoce el m¨¢s ¨ªntimo de tus miedos. Cuando quiera quebrarte, sabr¨¢ d¨®nde tocar para causarte el mayor de los dolores.
Cada pa¨ªs gestiona sus miedos en virtud de su memoria. En ese cuaderno desmemoriado de miedos, que hoy celebran reencontrados tanto Abascal como Feij¨®o, falta sitio. Est¨¢ la reivindicaci¨®n orgullosa de la conquista, la ejecuci¨®n borb¨®nica de los liberales espa?oles en las playas de C¨¢diz, cada uno de los retrocesos de la historia de Espa?a ¡ªgerman¨ªas, comuneros, cord¨®n sanitario de Floridablanca o, dios mediante, la Contrarreforma¡ª, los 114.000 asesinados en la Guerra Civil y a¨²n desaparecidos, regresarnos a misa a hostias, los muertos en Vitoria, la ejecuci¨®n de antifranquistas y la tortura de dem¨®cratas cuando Fraga era ministro de Franco, los abogados de Atocha, Tejero en el Parlamento, el tamayazo que ascendi¨® a la gloria a Esperanza Aguirre y a la community manager de su perro Pecas, las mentiras de la guerra de Irak y de los atentados de Atocha, la c¨¢rcel para altos cargos del PP, desde el autor del ¡°milagro econ¨®mico¡± de Aznar hasta el del volquete de putas, pasando por los que se robaron el dinero de la fundaci¨®n Miguel ?ngel Blanco, asesinado por Txapote, al que cantan con jolgorio, y que, alguno pensar¨¢, tuvo el detalle de no robarle, como otros, la cartera.
Miedos que no se gastan si se piensa en la foto de Feij¨®o de vacaciones con un narco mientras las madres contra la droga lloraban en las calles de Galicia, si se recuerda a Ortega Smith disparando en un cuartel barriga en tierra como si le tuviera ganas a alguien o si se piensa en la cantidad de falangistas, nazis, negacionistas del cambio clim¨¢tico y de la violencia machista que pueblan las sedes, los despachos y las curias de las derechas ib¨¦ricas.
El puente sobre el r¨ªo Kwai es una pel¨ªcula de David Lean sobre un grupo de prisioneros ingleses, comandados por un ordenancista coronel de bigote reglamentario, a quienes se obliga a construir en Tailandia un tren esencial para los intereses militares japoneses. El coronel ingl¨¦s, un hombre de palabra, se compromete con el oficial japon¨¦s responsable del campo a disciplinar a su silbadora tropa para que, en plazo, se entregue el puente. El coronel, enredado en su honra castrense, no se da cuenta de que cumplir su palabra le contradice como militar. ?Permitir a los japoneses transportar armas y tropas? Su fidelidad a lo que piensa termina traicionando sus objetivos. ?A qui¨¦n escuchar?
Y, por cierto ?a qui¨¦n va a votar la izquierda?
Sumar naci¨® tambi¨¦n restando. Por el dedo de Iglesias y la aceptaci¨®n de D¨ªaz, por las faltas de respeto a la fuerza m¨¢s numerosa, por la falta de fe en todo lo realizado por el Gobierno de coalici¨®n ¡ªpese a las dificultades, uno de los m¨¢s decentes desde que Espa?a recuper¨® la democracia¡ª, por la falta de mordiente en la campa?a. Sabido esto ?otra vez los desencuentros en la izquierda van a hacer naufragar un Gobierno de progreso?
El voto progresista del 23-J no va de bipartidismos ¡ªel debate de S¨¢nchez y Feij¨®o es el estertor de ese fraude alimentado por el oligopolio medi¨¢tico¡ª, no va de damnificados de Podemos (que arrastran el dolor del veto y del ninguneo), no va de izquierdas perif¨¦ricas a las que les termina siempre pesando m¨¢s lo nacionalista que lo izquierdista. Va de apostar por reeditar un Gobierno de coalici¨®n. Cosa que no va a hacer el PSOE si no le alcanza con Sumar. Por tanto, quien hace la diferencia es Sumar. Y ya solventar¨¢ despu¨¦s la izquierda sus cuitas.
En El puente sobre el r¨ªo Kwai, en el ¨²ltimo minuto el comandante bur¨®crata se da cuenta de que su palabra dada va a mandar a la muerte a miles de soldados aliados. Y dinamita ¨¦l mismo el puente. Es decir: frena el paso a los reaccionarios. Lo paga con su vida. La honra es as¨ª. Que nadie me diga que la izquierda, que se ha jugado tantas veces el pellejo, no puede ahora hacer un gesto para frenar a los que nos quieren renovar nuestros miedos m¨¢s personales.