Quiz¨¢ sea hora de empezar a tratar a los votantes como adultos

Tal vez se haya despertado hoy m¨¢s sereno. Ha repasado la prensa y escuchado la radio y nota una ligereza extra?¨ªsima, como si le hubiera hecho efecto al fin la dieta rica en fibra. El aire es sutil y la gente sonr¨ªe al pasar. ?A qu¨¦ se debe este ¨¢nimo tan Mary Poppins? ?Acaso han echado psicotr¨®picos en la depuradora de agua? No se inquiete, que yo se lo aclaro: la ley espa?ola proh¨ªbe publicar encuestas electorales en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a. Esa felicidad que le cosquillea el alma se debe a que esta ma?ana no ha le¨ªdo ninguna intenci¨®n de voto. La ensalada de n¨²meros que lleva desayun¨¢ndose tantas semanas le da una tregua hasta el domingo, y su cuerpo responde agradecido. No se conf¨ªe: lo que viene es duro. Tenga a mano el omeprazol. Pero, de momento, disfrute.

Quiz¨¢ las liturgias electorales sirvan para eso, porque para algo han de servir, digo yo. Las elecciones est¨¢n llenas de normas carpetovet¨®nicas que tal vez garantizaron la limpieza del voto en los tiempos de Maricasta?a, aunque nadie entienda ya para qu¨¦ se necesitan ahora. No s¨¦ qu¨¦ mal puede hacerle al votante leer las encuestas que siguen haciendo los partidos y que estos siguen estudiando. De hecho, creo que le perjudica, pues los candidatos disponen ahora de una informaci¨®n que hurtan al p¨²blico. Tampoco comprendo por qu¨¦ los pol¨ªticos solo pueden pedir expresamente el voto cuando empieza la campa?a, y ya ni entro en lo de la jornada de reflexi¨®n, el m¨¢s rid¨ªculo de todos los ritos.

Si el derecho al sufragio empodera al ciudadano y le reconoce la m¨¢xima potestad pol¨ªtica, es parad¨®jico que las normas que facultan su ejercicio lo reduzcan a la minor¨ªa de edad. Al pueblo soberano se le manda al rinc¨®n de pensar, se le supervisa la propaganda que recibe para que no sufra, no le vaya a dar un soponcio si escucha una frase subida de tono, y se le oculta informaci¨®n estad¨ªstica ¨²til en v¨ªsperas de meter el papelito en la urna. A las juntas electorales solo les falta asegurarse de que los votantes hacen pis antes de salir del colegio y peinarles con los dedos cuando se acercan con el sobre: ?vienes a votar con esos pelos? ?No te da verg¨¹enza?

Bienvenida sea la liturgia rancia si nos da un poco de cuartelillo, pero estar¨ªa bien, por aquello de la crisis de la democracia y por no pon¨¦rselo f¨¢cil a los populistas, que fu¨¦ramos pensando en cambiar algunas cosas y empezar a tratar a los adultos como tales.