La inteligencia artificial entra a las campa?as electorales: ?c¨®mo impactar¨¢ en Latinoam¨¦rica?
La IA tambi¨¦n trae consigo cambios en las din¨¢micas y m¨¦todos de trabajo que tendr¨¢n consecuencias importantes
Im¨¢genes de Donald Trump arrestado por polic¨ªas en las calles de Nueva York. Un v¨ªdeo que muestra el futuro apocal¨ªptico de Estados Unidos si Joe Biden consigue un segundo per¨ªodo presidencial. Una declaraci¨®n del rey Felipe VI pidiendo perd¨®n a los catalanes por no haber sido neutral ante el refer¨¦ndum de independencia de 2017. Un di¨¢logo de un candidato mexicano con Benjamin Franklin sobre la situaci¨®n fronteriza entre sus pa¨ªses.
Todos estos contenidos tienen dos cosas en com¨²n: han sido utilizados por candidatos o partidos de manera oficial en campa?as o en mensajes pol¨ªticos durante este a?o y todos fueron hechos con inteligencia artificial (IA). Es una peque?a muestra del impacto que esta tecnolog¨ªa generativa empieza a tener en la conversaci¨®n pol¨ªtica y que, seguramente, se incrementar¨¢ en Latinoam¨¦rica, seg¨²n se acerquen las elecciones presidenciales de Argentina y Ecuador, la segunda vuelta en Guatemala, los comicios regionales de Colombia y los procesos internos para elegir a candidatos y candidatas presidenciales en M¨¦xico. Todo esto ocurrir¨¢ antes de finalizar 2023.
?Ser¨¢n estas las elecciones de la IA o todav¨ªa habr¨¢ que esperar para ver los potenciales alcances de esta tecnolog¨ªa? ?Su impacto seguir¨¢ limit¨¢ndose a v¨ªdeos llamativos que son difundidos en las redes sociales de manera oficial o extraoficial o veremos nuevas propuestas?
Para contestar estas preguntas resulta necesario evaluar la actual extensi¨®n del uso de la IA en Latinoam¨¦rica y es interesante revisar los datos de un informe publicado recientemente por HelloSafe. Seg¨²n el estudio, el desaf¨ªo de la pandemia llev¨® a que, en la regi¨®n, el sector privado empezara a apostar fuertemente por la IA desde 2021. La mitad de las compa?¨ªas colombianas ya utilizan estas herramientas, al igual que el 49% de las peruanas, el 41% de las argentinas y brasile?as y el 40% de las mexicanas. Es llamativo que 6 de cada 10 empresas que han incorporado esta tecnolog¨ªa lo hayan hecho para las ¨¢reas de marketing y desarrollo de servicios como automatizaci¨®n de centros de contacto. Es decir, en funciones que directa o indirectamente requieren de una comunicaci¨®n con el cliente.
Tomando en consideraci¨®n estos datos, y en lo que se refiere a los aspectos que impactan directamente al electorado, se podr¨ªa esperar tambi¨¦n el uso de IA para perfeccionar los chats que permiten conocer propuestas de los partidos y candidatos/as y que intentan persuadir sobre el hecho de apoyarles. Claro est¨¢ que las innovaciones no ser¨¢n homog¨¦neas en toda la regi¨®n. La mayor parte de los avances se concentran en pa¨ªses como Colombia, Brasil, M¨¦xico, Argentina y Chile, donde la penetraci¨®n de internet y la influencia de la comunicaci¨®n digital es m¨¢s profunda que en otros territorios.
Cambio interno
Hasta ahora hemos visto ejemplos de elementos que impactan directamente al votante, pero la IA tambi¨¦n trae consigo cambios en las din¨¢micas y m¨¦todos de trabajo de las campa?as que tendr¨¢n consecuencias importantes.
El pr¨®ximo a?o seguramente veremos grandes avances en este mismo sentido durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos. All¨ª, el Partido Dem¨®crata y el Republicano ya est¨¢n aplicando estas herramientas para simplificar labores arduas y complejas de miner¨ªa de datos. El fin es identificar mejor y m¨¢s r¨¢pido a donantes y votantes y descubrir patrones de comportamiento que puedan ser explotados para impulsar donaciones y apoyos. Y as¨ª como la campa?a de Donald Trump revolucion¨® el microtargeting con la cuestionada asesor¨ªa de Cambridge Analytica en 2016, muy pronto veremos hasta d¨®nde son capaces de llegar las nuevas herramientas.
Pero m¨¢s all¨¢ del an¨¢lisis de datos, la IA tambi¨¦n puede transformar los equipos de campa?a al automatizar labores esenciales que toman mucho tiempo, como la creaci¨®n de grandes cantidades de mensajes para redes sociales o propuestas de discursos. ChatGPT es capaz de proponer un borrador de un discurso breve en apenas segundos. Obviamente, los resultados no son id¨®neos. Son despersonalizados, incluyen sesgos importantes y carecen de humanidad.
El uso desproporcionado y no cuidado y depurado de estas herramientas puede atrofiar la creatividad y la invenci¨®n que caracteriza a la inteligencia humana, pero no se puede negar que la agilidad que permiten, si es bien calibrada, puede ayudar en el futuro a que candidatos con presupuestos y equipos mucho m¨¢s peque?os planten cara de forma m¨¢s efectiva a figuras conocidas y mejor financiadas.
El desaf¨ªo ¨¦tico
Todos estos temas que hemos mencionado acarrean un desaf¨ªo ¨¦tico importante. ?C¨®mo se va a asegurar que los deep fakes mejorados con IA no alimentan bulos que sirven para enga?ar al electorado? ?Las nuevas pr¨¢cticas de miner¨ªa de datos representar¨¢n un nuevo desaf¨ªo para la protecci¨®n de la informaci¨®n personal?
Despu¨¦s de la difusi¨®n del v¨ªdeo apocal¨ªptico del Partido Republicano sobre el segundo per¨ªodo presidencial de Biden, los dem¨®cratas llevaron al Congreso un proyecto de ley para obligar a etiquetar los anuncios que sean hechos con IA. Ese es un buen primer paso, pero seguro que habr¨¢ que dar muchos m¨¢s.
En comunicaci¨®n -y en especial en la pol¨ªtica- el combate fundamental de nuestro tiempo es por nuestra atenci¨®n. Es el bien escaso: un segundo, un minuto, una hora, un d¨ªa¡ no pueden crecer. Nuestra capacidad de atenci¨®n es limitad¨ªsima frente a la enorme, desbordada y ultra competitiva oferta de informaci¨®n que, dirigida por poderosos mecanismos de fijaci¨®n de las audiencias gracias a sofisticados algoritmos, compite por nuestro tiempo: el bien m¨¢s preciado y escaso.
En esta disputad¨ªsima pelea, la IA tiene la capacidad de auto programarse para adaptarse con una ¨®smosis perfecta entre nuestros deseos y comportamientos y la informaci¨®n que nos pueda suministrar. Pasamos de preguntar a interactuar con programas que reproducen sensaciones y entornos de humanizaci¨®n artificial. Y ofrecernos una confortable relaci¨®n acr¨ªtica y customizada capaz de crear burbujas perfectas.
Adem¨¢s, la IA tiene una enorme capacidad predictiva y puede ser utilizada con solvencia y profundidad para anticiparnos a comportamientos electorales. Esta potencia puede alterar la distribuci¨®n de recursos y energ¨ªas para concentrar todos los esfuerzos estrat¨¦gicos y persuasivos en aquellos electores en disputa (que dudan entre votar o no, o a qui¨¦n); de frontera (que pueden moverse entre dos opciones pr¨®ximas); de transferencia (que en sistemas electorales de segundas vueltas deban votar a otra opci¨®n que no fue su primera elecci¨®n).
La democracia y los procesos electorales en Am¨¦rica Latina se enfrentan a desaf¨ªos extraordinarios generados por la IA. Mientras la regulaci¨®n no la limite adecuadamente, vamos a asistir a grandes y masivos experimentos de intervenci¨®n para condicionar o imponer relatos y estrategias. Hay que evitar que la IA convierta la democracia en un laboratorio de ciudadanos cobayas, en donde el libre albedr¨ªo sea sustituido por la manipulaci¨®n profunda de voluntades y criterios.
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