Apolog¨ªa de Najat el Hachmi
Los lectores escriben sobre el intento de cambiar a la pregonera de las fiestas de la Merc¨¨, en Barcelona, sobre el respeto que merecen las v¨ªctimas de violencia machista, la ¨²ltima columna de Fernando Savater y la banca

Plat¨®n escribi¨® un maravilloso di¨¢logo sobre el discurso de S¨®crates ante el tribunal ateniense para defenderse de las acusaciones que persegu¨ªan desprestigiarlo a ojos de sus conciudadanos. Lo he recordado leyendo las objeciones con las que pretenden cuestionar la validez de Najat el Hachmi como pregonera de las fiestas de la Merc¨¨. Analicemos las acusaciones lanzadas contra Najat: ¡°Sus opiniones atentan contra los derechos humanos¡±. ?Defender los derechos de las mujeres ahora es islamofobia? ?Mostrar las opresiones que sufre cualquier ser humano por raz¨®n de cualquier religi¨®n es un ¡°discurso de odio¡±? Segunda acusaci¨®n: ¡°Sus posiciones van en contra de la educaci¨®n sexual en nuestras aulas¡±. Leed, por favor, sus libros (La hija extranjera, por ejemplo) y os dar¨¦is cuenta de que Najat el Hachmi favorece la educaci¨®n sexual, sobre todo de las ni?as y adolescentes, y de ello son testigos alumnos de muchos institutos de Catalu?a donde, con sus charlas, hac¨ªa caer tab¨²es y abr¨ªa ventanas de libertad a chicas marroqu¨ªes exponiendo sus propias vivencias.
Francesc Garc¨ªa Lafarga. Manresa (Barcelona)
Merecemos respeto
A 10 a?os de sufrir violencia machista hay que sumar otros 10 de calvario judicial para protegerme a m¨ª y a mi hijo. Por fin soy libre, pero no puedo entender c¨®mo un partido que ha ganado las elecciones pacta con quienes niegan nuestro infierno. Somos muchas las supervivientes, y tantas otras las asesinadas, las que somos ninguneadas y despreciadas a diario con estos pactos de la verg¨¹enza. ?Hasta cu¨¢ndo tendremos que esperar para que se nos respete?
Beatriz Bander. Villarrodrigo de las Regueras (Le¨®n)
Una explicaci¨®n
No he dejado de leer las columnas de Fernando Savater. A pesar de su evoluci¨®n hacia posiciones cada vez m¨¢s conservadoras, confieso mi perplejidad despu¨¦s de leer su ¨²ltimo art¨ªculo, Avanzar, en el que ¡ªdespreciando las reglas de la democracia parlamentaria¡ª hace una apelaci¨®n al transfuguismo para cambiar la correlaci¨®n de fuerzas salida de las urnas. Me permito recordarle a Savater que Vox aboga por la ilegalizaci¨®n de los partidos nacionalistas y la derogaci¨®n del Estado de las autonom¨ªas. Ser¨ªa interesante conocer su opini¨®n sobre si semejantes pretensiones encajan en la Constituci¨®n y una explicaci¨®n sobre lo que entiende por socialistas ¡°decentes¡±.
Javier Garc¨ªa-Samaniego Rey. Madrid
La codicia de la banca
La banca espa?ola, mediante un proceso de canibalizaci¨®n interna, ha generado un oligopolio con unas ganancias y un poder que alcanza niveles insoportables e incontrolables. La ¨²ltima muestra de una situaci¨®n vergonzosa para la banca e insoportable para la ciudadan¨ªa es la de ver c¨®mo la banca aumenta sus ganancias de forma totalmente abusiva. Cobran a sus clientes unos intereses en los pr¨¦stamos e hipotecas basados en unos criterios de encarecimiento del dinero que marca el BCE y, por el contrario, el inter¨¦s que pagan a esos mismos clientes por sus ahorros, que deber¨ªan llevar una correlaci¨®n con esos criterios, est¨¢n totalmente congelados. Lo triste de esta situaci¨®n, de manifiesta codicia bancaria, es que ninguna instituci¨®n democr¨¢tica, espa?ola o europea, cuestiona ese comportamiento.
Horacio Torvisco. Alcobendas (Madrid)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.