Orgullosa de mi acento andaluz

La semana pasada fui al parque de atracciones de Isla M¨¢gica de Sevilla. Tras una agradable tarde a 40 grados, nos dirigimos hacia el ¨²ltimo espect¨¢culo de la noche. Cu¨¢l fue mi sorpresa que, en esta ¨²ltima actuaci¨®n, que iba de cuando Crist¨®bal Col¨®n y sus navegantes llegaron a Am¨¦rica y se encontraron con los ind¨ªgenas, todos los actores ten¨ªan voces con acento castellano. Bueno, todos no, hab¨ªa un personaje con acento andaluz: el navegante bobalic¨®n, el torpe, el tonto del grupo. Me sent¨ª triste y enfadada. ?As¨ª es como queremos que nos vean? ?As¨ª es como nos vemos nosotros? ?C¨®mo podemos tolerar esto? Los andaluces tambi¨¦n podemos ser l¨ªderes sin perder nuestro acento, tambi¨¦n podemos emprender, gestionar y organizar. En un par de a?os me graduar¨¦ y ser¨¦ una m¨¦dica andaluza y mi acento lo llevar¨¦ siempre conmigo, all¨¢ donde vaya. Estemos orgullosos de nuestra forma de ser, de vivir y de hablar. El acento no nos quita ni val¨ªa ni credibilidad.

Ana Out¨®n Arteaga. Sevilla

?vidos de violencia

Siempre me ha parecido mal utilizar una tragedia personal como espect¨¢culo. Puede que la grabaci¨®n de las c¨¢maras de vigilancia, o de un m¨®vil en un momento dado, ayude a la polic¨ªa y a los jueces a detener a los delincuentes y a condenarlos. Pero me parece improcedente, como ocurre con frecuencia en algunos medios de comunicaci¨®n, la repetici¨®n innecesaria y hasta la saciedad de im¨¢genes violentas que solo sirven, a mi juicio, para alimentar la curiosidad morbosa y obscena de los espectadores. Ver c¨®mo alguien graba una pelea, un cad¨¢ver o una agresi¨®n, con el mero objetivo de difundirlo en las redes o entre sus contactos por pura diversi¨®n, me entristece profundamente y denota una gran bajeza moral.

Pedro Catal¨¢n Garc¨ªa. Madrid

Ser buena persona

Me dijo un profesor de radio en la universidad que lo m¨¢s importante para trabajar era ser buena persona, que las habilidades laborales se adquir¨ªan, pero que ser buena persona... Yo tambi¨¦n prefiero a las buenas personas, quiz¨¢s porque la vida es m¨¢s f¨¢cil con ellas: menos crispada, m¨¢s amable, m¨¢s tranquila, m¨¢s solidaria, m¨¢s emp¨¢tica, m¨¢s de todo lo bueno. La vida se pintaba de todo aquello que nos ense?aban en la infancia. No hace mucho, Carles Francino charlaba con su hijo y reflexionaba sobre ello, en c¨®mo el mundo estaba divido en gente buena, menos buena y en lo peor, y dejaba un mensaje que hab¨ªa transmitido a su hijo como regla fundamental para funcionar en la vida, ser buena persona. ?l mismo reconoc¨ªa la ambig¨¹edad del concepto, pero creo que es un t¨¦rmino que se entiende al vuelo.

Ana Bel¨¦n P¨¦rez Villa. Soria

Sin d¨ªas en verano

No hace falta irse 10 d¨ªas a la playa, llenar de fotos las redes sociales o ver qui¨¦n regresa m¨¢s moreno en septiembre. He descubierto que hay mucho m¨¢s que el mar. El verano es aprovechar ese rayo de sol tomando un refresco a media ma?ana, bailarle a las noches con un paseo o escuchar esa canci¨®n que se te quedar¨¢ marcada en esta estaci¨®n. El verano es aquel que t¨² te quieras montar sin necesidad de tener que ir a la costa. El verano es descubrirte y descubrirlo.

Antonio J. Rodr¨ªguez Franco. Madrid