Meloni contra los pobres
El Gobierno italiano elimina la renta b¨¢sica para cientos de miles de personas con la complicidad de La Liga, que ayud¨® a instaurarla
Alrededor de 160.000 familias italianas han recibido en pleno verano un mensaje de texto que les informa de que perder¨¢n la que probablemente es su ¨²nica v¨ªa de ingresos: la llamada Renta Ciudadana, un subsidio estatal para familias en situaci¨®n de pobreza que entr¨® en vigor en 2019. Otros 80.000 mensajes ir¨¢n ampliando el drama a otras tantas familias en agosto. Cerca de un mill¨®n de hogares formados por 2,1 millones de personas reciben la renta b¨¢sica cuatro a?os despu¨¦s de su implantaci¨®n por el Gobierno de corte populista que formaron La Liga y el Movimiento 5 Estrellas, que hizo de esta medida una de sus grandes promesas. Hoy es otro Gobierno tambi¨¦n participado por La Liga, pero bajo el liderazgo de la ultraderecha de Giorgia Meloni, el que corta esta v¨ªa de ingresos que tiene la mayor¨ªa de sus beneficiarios en el sur de Italia, un pa¨ªs con una enorme brecha de riqueza, un norte rico e industrioso y un sur que no consigue revertir esa desigualdad.
La Renta Ciudadana es un subsidio de duraci¨®n indefinida para personas de bajos recursos hasta que encuentren trabajo. En un pa¨ªs con escaso margen fiscal, le cuesta al Estado italiano unos 8.000 millones al a?o; 28.000 millones desde su entrada en vigor. Meloni ha hecho del fin de la renta b¨¢sica, que ha calificado de ¡°metadona del Estado¡±, uno de sus principales caballos de batalla ideol¨®gicos. Comenz¨® a restringir las condiciones para percibirla al poco de tomar posesi¨®n, en octubre. La Renta Ciudadana, seg¨²n los planes del Gobierno, ser¨¢ sustituida por otro subsidio m¨¢s restrictivo donde la condici¨®n principal, adem¨¢s de la pobreza, ser¨¢ convivir con personas dependientes a cargo.
La inflaci¨®n ha provocado en Italia, como en la mayor parte de Europa, una enorme p¨¦rdida de poder adquisitivo, que afecta a¨²n m¨¢s a los trabajadores peor pagados. Italia, adem¨¢s, carece de salario m¨ªnimo. En ese contexto se entienden las protestas de la izquierda, que habla de ¡°guerra contra los pobres¡±, y las manifestaciones espont¨¢neas contra el Gobierno en el sur. La caricatura que Meloni hace de los subsidios va m¨¢s all¨¢ de los n¨²meros: revela un intento de se?alar culpables de las dificultades econ¨®micas sacado del manual b¨¢sico de la extrema derecha, como ocurre con la criminalizaci¨®n de la inmigraci¨®n. Existe un debate leg¨ªtimo alrededor de la renta m¨ªnima, presente con distintos nombres y f¨®rmulas en otros pa¨ªses europeos. La de Italia tuvo desde el principio el aroma populista del partido que lo impulsaba. Pero una vez activado, y dada su importancia para la supervivencia digna de miles de familias, eliminarlo de un plumazo es jugar irresponsablemente con la vida y las expectativas a muy corto plazo de los m¨¢s humildes. Meloni gobierna una econom¨ªa que no despega, con una inflaci¨®n que no afloja (6,4% en julio) y dificultades para gestionar los fondos de la UE. Nada de eso va a mejorar castigando a los pobres de Italia.
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