Argentina, en el precipicio
El candidato ultra Javier Milei gana las primarias con un mensaje contra la clase pol¨ªtica y un programa extravagante
Contra todo pron¨®stico, el economista ultra Javier Milei fue el domingo pasado el m¨¢s votado en las elecciones primarias celebradas en Argentina. Su discurso incendiario, con llamamientos a acabar con la ¡°casta pol¨ªtica¡±, sedujo a siete millones de argentinos hartos de las crisis econ¨®micas recurrentes y de una clase pol¨ªtica que se ha quedado sin respuestas. Milei obtuvo el 30% de los votos en una elecci¨®n que no define cargos sino candidatos, pero que por ser obligatoria anticipa lo que se ver¨¢ en las urnas el 22 de octubre, cuando los argentinos elijan nuevo presidente. Segunda en la carrera, con el 28,27%, qued¨® la alianza conservadora Juntos por el Cambio, que fue Gobierno hace cuatro a?os bajo el mandato de Mauricio Macri. En tercer lugar, a un punto de distancia, se ubic¨® el peronismo gobernante.
Milei era hasta hace solo unos meses un pintoresco candidato de cabello ensortijado e ideas extravagantes, que defend¨ªa la venta de ¨®rganos y se opon¨ªa al aborto, participaba en los m¨ªtines de Vox en Espa?a ¡ªsus dirigentes se apresuraron a felicitarle tras su victoria¡ª y recib¨ªa mensajes grabados de felicitaci¨®n del estadounidense Donald Trump. Mientras los pol¨ªticos argentinos no se lo tomaban muy en serio, su popularidad crec¨ªa entre los j¨®venes de los barrios m¨¢s humildes y tambi¨¦n entre las clases altas, en un fen¨®meno pol¨ªtico transversal que nadie percibi¨® a tiempo.
Nadie como Milei supo captar el voto de la Argentina enfadada, esa que est¨¢ profundamente hastiada de a?os de elevada inflaci¨®n, escandalosos casos de corrupci¨®n y crecimiento de la pobreza y la desigualdad. Muchos de los votantes de Javier Milei no est¨¢n de acuerdo con su negacionismo del cambio clim¨¢tico o su propuesta de dolarizar la econom¨ªa, pero celebran sus diatribas contra los pol¨ªticos tradicionales o la ¡°aberraci¨®n de la justicia social¡± que, como dijo en la noche electoral, ¡°solo produce d¨¦ficit fiscal¡±. Al grito de ¡°viva la libertad, carajo¡±, Milei es hoy el ¨¢rbitro de la pol¨ªtica argentina. Un personaje que se ha formado en un plat¨® de televisi¨®n, ha conducido al abismo de la insignificancia al kirchnerismo, que ha gozado de 20 a?os de dominio pol¨ªtico, y pone en crisis a una derecha que hasta hace dos d¨ªas se consideraba heredera natural de la presidencia.
El mismo hast¨ªo que en Brasil engendr¨® a Jair Bolsonaro ha dado alas a Milei. Con una diferencia: la crisis econ¨®mica argentina, ya cr¨®nica, es un caldo de cultivo mucho m¨¢s propicio para salidas extravagantes, carentes de estructuras pol¨ªticas y basadas solo en el carisma de un dirigente. La deriva autoritaria de Bolsonaro o de Nayib Bukele en El Salvador debe ser una llamada de atenci¨®n para los argentinos. Consciente de que, en caso de ganar, no tendr¨¢ mayor¨ªa parlamentaria, Milei ha advertido que gobernar¨¢ a fuerza de referendos populares y que no har¨¢ caso al Congreso. Y que para garantizar la seguridad ciudadana promover¨¢ la legalizaci¨®n del uso de armas. Los mercados saludaron tanto sus ideas econ¨®micas como esos planes con una sacudida.
El pa¨ªs sudamericano cumple en diciembre 40 a?os de democracia, resultado de una larga lucha contra la dictadura m¨¢s sangrienta de la regi¨®n. No puede darse el lujo de tirar todo por la borda. Su clase pol¨ªtica, al menos la que est¨¢ alejada de los extremos, debe volver a persuadir con un proyecto de largo plazo, cre¨ªble y sostenible. Solo as¨ª podr¨¢ recuperar al electorado, hoy hu¨¦rfano de opciones y tentado por aventuras pol¨ªticas de final incierto.
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