Mesa progresista
El acuerdo entre socialistas y Junts despeja el inicio de la legislatura, pero todav¨ªa queda camino para la investidura
La sesi¨®n constitutiva del Congreso de los Diputados en la decimoquinta legislatura ha dejado una C¨¢mara Baja en manos del bloque progresista (cinco de los nueve miembros de la Mesa son del PSOE o de Sumar) con la presidencia para la socialista balear Francina Armengol, votada a la primera por una mayor¨ªa absoluta de 178 s¨ªes, una cifra producto de la sinton¨ªa de siete formaciones pol¨ªticas que fue posible por el acuerdo a ¨²ltima hora entre el PSOE y Junts, formaci¨®n dirigida desde Waterloo por el pr¨®fugo Carles Puigdemont.
Las condiciones del pacto para la constituci¨®n de la Mesa no suponen en principio ninguna cesi¨®n a las reivindicaciones independentistas de fondo: una ley de amnist¨ªa y un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Lo que s¨ª ha aceptado el PSOE es crear sendas comisiones de investigaci¨®n sobre los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, y sobre el espionaje a l¨ªderes independentistas que, con aval judicial, llev¨® a cabo el CNI a trav¨¦s del programa Pegasus de intervenci¨®n de comunicaciones.
Los independentistas presumieron de haber conseguido llevar las lenguas cooficiales al Congreso de los Diputados, al igual que ocurre ya en el Senado. La nueva presidenta de la C¨¢mara le dio ya ayer carta de naturaleza al uso de todas las lenguas del Estado tambi¨¦n en la Carrera de San Jer¨®nimo emple¨¢ndolas ella misma y anunciando su autorizaci¨®n para hacerlo. ERC adelant¨® algo m¨¢s: un acuerdo para confeccionar una ley org¨¢nica donde ¡°el catal¨¢n sea lengua plenamente oficial en todas las instituciones del Estado ¡ªincluida la justicia¡ª¡±, que habr¨¢ que ver si tiene encaje en el marco jur¨ªdico espa?ol. Queda para m¨¢s adelante la negociaci¨®n sobre la ¡°desjudicializaci¨®n¡± del proc¨¦s.
La aritm¨¦tica parlamentaria dej¨® sin el control de la C¨¢mara baja al PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, la fuerza m¨¢s votada el 23-J pero muy lejos de la mayor¨ªa absoluta necesaria, de la que s¨ª disfruta en el Senado, constituido tambi¨¦n ayer. En una maniobra aparentemente imprevista, el PP decidi¨® no prestar sus votos a Vox para que esta formaci¨®n lograra uno de los puestos en la Mesa del Congreso. Nadie explic¨® si se trataba de acaparar poder para los populares o si es un cambio de estrategia en relaci¨®n con la extrema derecha, cuyos votos le son imprescindibles para una hipot¨¦tica investidura a la que formalmente no ha renunciado. Este hecho provoc¨® una ruptura de consecuencias imprevisibles entre ambos partidos que ya han puesto en marcha juntos gobiernos en cinco autonom¨ªas y m¨¢s de 40 grandes ciudades. Si Feij¨®o pretend¨ªa postularse para la investidura con el aval de 171 votos (los suyos m¨¢s los de Vox y el ¨²nico de UPN, tal y como afirm¨® con rotundidad la v¨ªspera), ayer se escenific¨® la soledad y la impotencia de los populares con sus 137 esca?os m¨¢s uno de UPN y otro de Coalici¨®n Canaria ante el enfado de Vox, que se vot¨® a s¨ª mismo. En total 139 apoyos, frente a los 178 de Francina Armengol.
La primera partida parlamentaria de la nueva legislatura se inclina as¨ª claramente a favor de una mayor¨ªa progresista capaz de sumar tambi¨¦n otros apoyos transversales, algo muy importante en la nueva realidad pol¨ªtica espa?ola decidida por los ciudadanos en las urnas. Es, de hecho, un primer paso para que Pedro S¨¢nchez vuelva a ser investido presidente del Gobierno aunque las fuerzas independentistas advirtieron que todav¨ªa queda mucho camino por recorrer hasta llegar a ese desenlace, con una negociaci¨®n que se anticipa complicada. Pr¨®xima estaci¨®n, las consultas del Rey.
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