Las disculpas que condenaron definitivamente a Rubiales
¡°Aqu¨ª no se entend¨ªa, porque lo ve¨ªamos algo natural, normal¡±, dice. Y me pregunto: ?d¨®nde es aqu¨ª? ?En qu¨¦ mundo machista cree el presidente de la federaci¨®n que vive?
La imagen de la agresi¨®n habla por s¨ª sola. Pero, por si quedara alguna duda, Luis Rubiales ha tenido a bien difundir un v¨ªdeo donde confirma, en sus propias palabras, que cuando bes¨® a Jenni Hermoso en los labios por sorpresa tuvo un comportamiento que solo puede ser definido como violencia sexual. Procedo, pues, al comentario de texto de sus declaraciones.
¡°Hay un hecho que tengo que lamentar y es, pues, todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo¡±, comienza. Pero ?c¨®mo que ¡°lo ocurrido entre una jugadora y yo¡±?, pregunto. Piensa el agresor que sujetar la cabeza de Jenni Hermoso con las dos manos y besarla en los labios por sorpresa es algo que sucedi¨® entre ambos, una acci¨®n que es responsabilidad de los dos, cuando la raz¨®n por la que se ha visto obligado a pedir disculpas es que no sucedi¨® nada entre ella y ¨¦l. Lo que pas¨® fue que ¨¦l le impuso un beso a ella, ante el rechazo y la condena del mundo entero, sin m¨¢s.
¡°Con una magn¨ªfica relaci¨®n entre ambos, al igual que con otras¡±, a?ade el agresor. Este matiz es importante porque Luis Rubiales, lejos de condenar su gesto violento contra Jenni Hermoso como el error inaceptable que es, se permite insinuar que podr¨ªa haberle pasado con cualquier otra jugadora. Por lo visto, con cualquiera con quien mantenga ¡°una magn¨ªfica relaci¨®n¡±, en su opini¨®n.
¡°Y donde, pues, seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer¡±. Seguramente, dice. Claro que seguramente no es seguro. De hecho, a continuaci¨®n, insiste en justificar su agresi¨®n. ¡°Pues, porque en un momento de m¨¢xima efusividad, sin ninguna mala intenci¨®n, sin ninguna mala fe, pues bueno, ocurri¨® lo que ocurri¨®, yo creo que de manera muy espont¨¢nea¡±. Ocurri¨® lo que ocurri¨®, dice. Un eufemismo para no nombrar que impuso un beso en los labios a Jenni Hermoso porque le dio la gana. Pero claro, la explicaci¨®n es que iba euf¨®rico. Otros van borrachos. Para otros es una broma. Otros tienen tanta intimidad que son parientes¡ ?Venga ya!
¡°Repito: sin mala fe por ninguna de las dos partes¡±. E insiste el t¨ªo. ?Por ninguna de qu¨¦ dos partes?
¡°Aqu¨ª no se entend¨ªa, porque lo ve¨ªamos algo natural, normal [¡] pero fuera parece que se ha formado un revuelo donde, desde luego, si hay gente que se ha sentido da?ada, tengo que disculparme, no queda otra¡±. Y yo me pregunto: ?d¨®nde es aqu¨ª? ?En qu¨¦ mundo machista y violento cree Rubiales que vive? Porque el protocolo de actuaci¨®n frente a la violencia sexual de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol dice expresamente que establecer contactos f¨ªsicos como ¡°atraer con el brazo con el intento de besarles¡± o ¡°besar a la fuerza¡± deben ser considerados ¡°situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual¡±.
Y ahora viene lo m¨¢s importante. ¡°Hay tambi¨¦n unas declaraciones por mi parte donde, dentro de este contexto, al decir que esto me parece una idiotez, es por eso, porque aqu¨ª dentro, nadie le daba la m¨¢s m¨ªnima importancia y por fuera s¨ª que se le han dado¡±. Aqu¨ª la clave es la diferencia entre dentro y fuera. Dentro, en su cabeza machista, la violencia sexual es natural. Pero sucede que ¡°fuera¡±, en nuestro pa¨ªs, no lo es. En ning¨²n caso, bajo ning¨²n concepto. Solo queda pendiente su urgente destituci¨®n.
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