La Inteligencia Artificial y la cebolla de Szymborska
La IA y sus sacerdotes a¨²n no han entendido que la inspiraci¨®n nace siempre de un eterno ¡°no s¨¦¡±
La Inteligencia Artificial (IA) est¨¢ asombrando a nuestro mundo. Sobre ella nos hacemos preocupados mil preguntas a¨²n sin respuesta. Nos infunde miedo la inc¨®gnita de hasta d¨®nde puede llegar. ?Conseguir¨¢ ara?ar hasta a la poes¨ªa, ¨²ltimo refugio sagrado de la sabidur¨ªa?
Estuve releyendo a la poeta polaca Wislawa Szymborska, Nobel de Literatura en 1996, sus met¨¢foras pre?adas de espanto, su creatividad de lenguaje, sus sobresaltos po¨¦ticos, su afirmaci¨®n: ¡°La inspiraci¨®n, cualquiera que sea su verdadera origen, nace de un eterno ¡®no s¨¦¡±. Y me pregunto aliviado si la IA ser¨¢ capaz de crear semejante abismo de belleza.
La poes¨ªa, la ¨²nica capaz, como escribe la poeta brasile?a, Roseana Murray, de ¡°sembrar ¨¢rboles y sombras¡± o de elevar hasta las estrellas la realidad de una banal cebolla, nunca conseguir¨¢ imitar el misterio impenetrable de la creatividad po¨¦tica.
S¨ª, solo una mente humana ser¨¢ capaz de arrancarle a una simple cebolla destellos tan sublimes de creatividad como ha hecho Szymborska:
¡°Otra cosa es la cebolla.
No tiene interioridad
es ella misma, la cebolla.
Un ser coherente la cebolla,
creaci¨®n bien sucedida.
Cuando una camada se descarta,
la menor en la mayor est¨¢ contenida
y en la siguiente la sucesiva.
Una fuga centr¨ªpeta
un eco que en coro se desarrolla¡±.
Si la IA cree que lo podr¨¢ todo hasta crear met¨¢foras y sentidos ocultos, se equivoca. ¡°Todo¡± es una palabra sagrada, imposible. Quiz¨¢s lo sea solo en poes¨ªa. La poeta polaca escribe:
¡°Todo, palabra insolente y llena de presunci¨®n. Deber¨ªa escribirse entre aspas. Finge que no omite nada, que agrega, que engloba, contiene y tiene y mientras tanto es solo un andrajo de tormenta¡±.
La Inteligencia Artificial y sus sacerdotes a¨²n no han entendido que la inspiraci¨®n, cualquiera que sea su origen, nace de un eterno ¡°no s¨¦¡±. Y es que la frase ¡°no s¨¦¡±, es peque?a, pero vuela sobre alas poderosas.
Citando al Eclesiast¨¦s, ¡°nada nuevo bajo el sol¡±, Szymborska escribe que en el lenguaje de la poes¨ªa ¡°nada nunca es ordinario, ni un d¨ªa ni una noche y, sobre todo, ninguna min¨²scula existencia en este mundo¡±.
Y recuerda prof¨¦tica que si Newton no hubiera dicho ¡°no s¨¦¡±, la manzana no hubiese ca¨ªdo a sus pies.
Quiz¨¢s sea solo un sue?o m¨ªo, pero prefiero pensar que la IA, que tanto espanto est¨¢ creando, nunca ser¨¢ capaz de inventar una imagen original. No crear¨¢ poes¨ªa de verdad, solo podr¨¢ copiar.
Un colega m¨ªo de este diario, que goza de un gran sentido literario, me escribe despu¨¦s de haber pasado una semana de descanso con su familia, que ¡°se sinti¨® querido¡± y que ¡°al final eso es lo que importa¡±. Le respond¨ª que fue capaz de sentirse querido porque querer no es solo amar.
Me respondi¨®: ¡°Dime m¨¢s, eso me interesa¡±. ?Qu¨¦ le hubiese respondido la tan cacareada Inteligencia Artificial?
S¨ª, prefiero creer que, por poderosa y amedrentadora que sea la IA, nunca ser¨¢ capaz de atravesar el abismo de la creatividad humana ni de escribir, con tanta sabidur¨ªa, un poema sublime sobre una simple y humilde cebolla.
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