Resonancia art¨ªstica y social del chivatazo
¡®The Daily Mail¡¯ acaba de anunciar el inminente desenmascaramiento de Banksy, el artista oculto

La prensa amarilla del Reino Unido lleva a?os empe?ada en desvelar la identidad del grafitero Banksy. Con tantos investigadores a la husma produce asombro que a¨²n no conozcamos a la persona, si es que se trata solo de una, que estarce sus c¨¦lebres im¨¢genes con aerosol en las paredes de la v¨ªa p¨²blica. El caso ha recibido estos d¨ªas un nuevo arre¨®n de actualidad al anunciar The Daily Mail el inminente desenmascaramiento del artista oculto. The Sun corrobor¨® prediciendo la ocasi¨®n y el escenario: un pleito judicial que enfrenta, no por primera vez, al grafitero con un rival, dicen que empresario, quien ahora busca resarcimiento con una demanda por difamaci¨®n. El asunto no est¨¢ tan claro como pregona la prensa, ya que, en juicios anteriores, Banksy no declar¨® su nombre oficial ni compareci¨® ante el juez. Har¨ªa, pues, falta un chivato que, a cambio de una recompensa, besara la mejilla del grafitero en alg¨²n huerto ingl¨¦s de Getseman¨ª. Existe un sospechoso, un tal Robin Gunningham, aficionado al espray y delatado por ciertos compa?eros de estudio, sin que la iniciativa denunciadora acabase de cuajar, entiendo que por falta de pruebas.
M¨¢s dif¨ªcil es ejercer de Banksy en literatura, a menos que el escritor asegure el hermetismo del seud¨®nimo renunciando a los honorarios. De otro modo, mediar¨¢ un acuerdo editorial firmado, que revelar¨¢ a la parte contratante la identidad del autor del libro. Si el producto se vende bien, generar¨¢ beneficios. Habr¨¢ entonces movimientos bancarios e intervendr¨¢ Hacienda, poco amiga de ocultaciones. Esa cadena dineraria brinda posibilidades para que un indagador afanoso de privarnos del gustillo que daba el enigma despeje la inc¨®gnita y se vaya de la lengua, como sucedi¨® en Italia con Elena Ferrante. Nosotros, m¨¢s modestos, contamos con Carmen Mola, cuyos componentes, premio lucrativo por medio, se delataron a s¨ª mismos.
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