Maldad pura y sin adulterar
Regresa la guerra total, con la poblaci¨®n civil como escudo y a la vez objetivo militar, primero en Ucrania y ahora en la franja de Gaza
Nada frenar¨¢ la destrucci¨®n de Gaza. Nada podr¨¢ mitigar el objetivo de Israel, de su Gobierno y de su sociedad, compartido por EE UU y la Uni¨®n Europea. De Ham¨¢s no deber¨¢n quedar ni las cenizas. Ser¨¢ alt¨ªsimo el precio a pagar, aceptado por los israel¨ªes, en vidas ¡ªpropias, las de sus soldados y las de los desafortunados rehenes, y ajenas, las de muchos gazat¨ªes¡ª, en prestigio internacional, en su avanzada econom¨ªa y en las relaciones con los vecinos, quiz¨¢s en las nefastas consecuencias geopol¨ªticas, como ser¨ªa la escalada regional, incluso hasta la guerra sin intermediarios con Ir¨¢n. Tambi¨¦n lo pagar¨¢n sus aliados, m¨¢s alto cuanto m¨¢s pr¨®ximos, y sobre todo Ucrania, en merma de ayuda militar, en desatenci¨®n pol¨ªtica y en el desprecio a la legislaci¨®n y a las instituciones internacionales que a Putin tanto le conviene.
El despiadado ataque de Ham¨¢s ha querido demostrar que Israel no es invencible, destrozar su invulnerabilidad e incluso proyectar la sombra del Holocausto en las mentes de los israel¨ªes de hoy, indefensos ante la acci¨®n exterminadora al igual que les sucedi¨® a sus ancestros, los seis millones de jud¨ªos asesinados en masa por los verdugos hitlerianos y sus c¨®mplices. Fue una operaci¨®n b¨¦lica pensada para detonar una guerra total, es decir, una espiral de violencia sin l¨ªmites con enorme capacidad expansiva, que alcanza a las sociedades enteras.
As¨ª es como ha empezado la ofensiva sobre Gaza, con un asedio absoluto, un bombardeo a¨¦reo sobre las ciudades, una irracional orden de desplazamiento de la poblaci¨®n y ahora la anunciada invasi¨®n terrestre. Es el tipo de guerra que caracteriz¨® las contiendas del siglo XX, en las que la legalidad internacional, las convenciones de Ginebra y el derecho humanitario son sistem¨¢ticamente vulnerados, a pesar de las habituales declaraciones piadosas, las falsas garant¨ªas y los lagrimones oficiales de instituciones y gobiernos.
La poblaci¨®n civil es una pieza m¨¢s, escudo para unos y objetivo a castigar para los otros, con el fin de desmoralizar al enemigo. En las ¨²ltimas elecciones, cuando Ham¨¢s se hizo con el poder en la Franja, hace 17 a?os, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n eran ni?os de corta edad o no hab¨ªan nacido. Encuestas recientes revelan la impopularidad de la milicia terrorista y el rechazo de los gazat¨ªes a su ruptura del alto el fuego. Ahora se les aplica un castigo colectivo como si fueran culpables de la toma de rehenes y del ataque de Ham¨¢s, como cree Isaac Herzog, el presidente de Israel.
De la mano de Putin y en el coraz¨®n de Europa, la patria hist¨®rica de la guerra total, se ha producido el siniestro rebrote despu¨¦s de una larga ausencia. En Gaza veremos con mayor nitidez su crueldad inmisericorde y el odio divisivo que difunde. Acert¨® Joe Biden cuando calific¨® a Ham¨¢s como expresi¨®n de la ¡°maldad pura y sin adulterar¡±, tan pura e inadulterada como que f¨¢cilmente se infiltra en el coraz¨®n de sus enemigos.
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